El Partido Popular acostumbra a utilizas las instituciones públicas para hacer campaña. No en vano la Justicia está investigando a Esperanza Aguirre por implementar un sistema de mordidas para financiar la formación. Esta maniobra está explotándola con especial descaro el actual presidente del partido, Pablo Casado, a quien en los últimos meses hemos podido no solo verle en actos y eventos ofíciales de la Comunidad de Madrid, sino participando junto a Isabel Díaz Ayuso. Y todo esto al tiempo que critica la utilización de las instituciones por parte de Pedro Sánchez para hacerse propaganda.
Este mismo martes, Casado estuvo en la sede de la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid 112. Allí, tras conocer el dispositivo puesto en marcha por la región a fin y efecto de paliar los efectos de Filomena, le han dispuesto un atril y ha intervenido. Además de valorar la “acertada” gestión de Ayuso y de agradecer a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, su labor; Casado, sin pudor alguno, lamentó que “ante catástrofes” de este calibre no caben “colores políticos” ni “logotipos de admInistraciones”. Un claro mensaje a Sánchez y a las pegatinas del Gobierno de España en las vacunas contra el coronavirus.
Lo llamativo es que la oda de Casado en pos de una política que no utilice logotipos institucionales como propaganda la hizo, precisamente, con el logo del 112 detrás. ¿Y en calidad de qué?
El PP apoyará las declaraciones de zona catastrófica que soliciten los ayuntamientos para paliar los efectos económicos del temporal.
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) January 12, 2021
Los vecinos, trabajadores y autónomos deben contar con ayudas y beneficios fiscales que eviten sumar a los estragos del Covid los de Filomena. pic.twitter.com/0418Pix3e7
Esta no es la única vez que Casado ha utilizado como plataforma las instituciones de la capital. Ya hizo lo propio con su visita al nuevo y polémico hospital de pandemia Enfermera Isabel Zendal. El líder popular fue uno de los que acompañó a Isabel Díaz Ayuso en su inauguración el pasado 1 de diciembre junto al consejero Sanidad, Enrique Escudero; el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado; y Alejo Joaquín Miranda, director general de infraestructuras sanitarias; y el alcalde Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
De hecho, Casado tuvo bastante más relevancia que cualquiera de los otros cargos, hasta el punto de que boicoteó -sin querer- la visita de Ayuso con la ya famosa pregunta sobre si el Zendal albergaba quirófanos.
Como decimos, la aparición injustificada de Casado en actos oficiales para publicitarse tiempo ha que es habitual. Ocurrió, por ejemplo, en el homenaje a los héroes del 2 de mayo, en San Isidro y cuando visitó el hospital militar levantado en el Ifema en pleno confinamiento domiciliario. Este último caso es especialmente sangrante, pues únicamente se permitían los desplazamientos por motivos laborales al personal de servicios esenciales.
