El pulso que Junts y su líder, Carles Puigdemont, mantiene con el Gobierno, está sirviendo para exponer cómo la derecha cambia su vara de medir ante la primera oportunidad que se le presenta. Después de una legislatura y media acusando a Pedro Sánchez de "golpista" por formar un Ejecutivo con los apoyos del nacionalismo vasco y catalán, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha abierto la puerta a la conversación con Junts para sacar adelante una moción de censura que, como confirmó Santiago Abascal, contaría a su vez con el apoyo de Vox.
Ya el lunes, ante el micrófono de Carlos Alsina en Onda Cero, Feijóo lanzó guiños a una posible alianza con el partido nacionalista: "El señor Puigdemont deberá decidir si el señor que le ha engañado" es de fiar, respondía al presentador de Más de Uno. El líder de la oposición ha terminado de confirmar este martes su cambio de parecer, en un desayuno informativo en Madrid: "Aquellos que apoyaron la moción de 2018 deberían apoyar cualquier moción que se presente", decía Feijóo, quien no se escondió: "Es urgente devolver a los españoles la posibilidad de decir cómo quieren ser gobernados. El que crea que es razonable tiene las puertas abiertas para conversar".
Después de cerrar el año 2024 lamentando que "no dan los números" para una moción de censura, Feijóo parece más optimista ahora, dejando atrás cualquier reproche del pasado para tender la mano a Puigdemont. En Vox parecen sufrir esta misma 'amnesia'. Después de sus infructuosos intentos de presionar a Feijóo para que de el paso, Santiago Abascal confirmó este fin de semana que apoyará cualquier intento de moción de censura, aunque esta incluya al partido que quieren ilegalizar y cuyo líder querrían ver entre rejas. La etiqueta de "golpista" no apareció en la entrevista concedida por el líder de ultraderecha a OkDiario, en la que matizó que su alineamiento con Junts está condicionado a que el líder del PP convoque elecciones inmediatamente después de una hipotética censura a Pedro Sánchez.
La "broma macabra" de Feijóo y Abascal no seduce a Junts
Desde Junts, sin embargo, han dado un jarro de agua fría al nuevo acercamiento de PP y Vox. El secretario general de la formación nacionalista, Jordi Turull, ha comparecido este martes en otro desayuno informativo en Barcelona, donde ha descartado dar apoyo a las derechas nacionales en una moción de censura. Turull ha tildado de "broma macabra" prestar los siete diputados de Junts a la causa del PP. Desde el partido catalán se alejan de los planteamientos de Feijóo, e instan a Pedro Sánchez a reunirse en persona con Carles Puigdemont para restaurar la "confianza" entre la formación y el PSOE.
No se sabe todavía si el presidente del Gobierno accederá a viajar para tener un encuentro bilateral con el líder de Junts. Lo que sí se sabe es lo que opinaban los que hoy tienden la mano al partido nacionalista la última vez que se produjo un hecho similar. En septiembre, el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, viajó a Suiza para reunirse con Puigdemont tras el distanciamiento de Junts y el Gobierno. Desde el PP no tardaron en acusar al Ejecutivo de haber "negociado" los Presupuestos Generales del Estado para 2025 en este encuentro, así como de "seguir regalando lo que es de todos", en palabras de Miguel Tellado, portavoz popular en el Congreso.
Puigdemont aprovecha su pulso para sacar provecho del PP
El partido de Puigdemont se ha erigido como una pieza clave para los puzles tanto del Gobierno como de la oposición, y esto les da alas para seguir conquistando acuerdos en beneficio de Cataluña. La reforma fiscal, las competencias en inmigración o el reparto de menores de Canarias, son algunas de las mociones que el PP ya ha conseguido sacar adelante con los votos de Junts y Vox. Las "cesiones" del Gobierno al independentismo parecen haber quedado atrás en este cambio de estrategia de Feijóo, quien no obstante, considera "inverosimil" verse en una fotografía con Puigdemont en el futuro.
El lider del PP tiene muy en mente las matemáticas, que a finales del año pasado le parecían tan imposibles. Feijóo podría acceder a la Moncloa si presenta una moción de censura y consigue el apoyo de Vox, el cual tiene más que atado, y de otro grupo parlamentario. Desde el Partido Nacionalista Vasco, la otra opción barajada por los populares, ya han dado portazo a la posibilidad de acercarse a las derechas y censurar a Pedro Sánchez. Esto obliga a la oposición a jugársela toda a una carta: la de olvidar sus calificativos del pasado y tender la mano a Carles Puigdemont, quien buscará seguir sacando provecho de cualquier pacto con los partidos nacionales.