Las cesiones entre dos partes para llegar a un punto en común entra dentro de los marcos de las negociaciones, especialmente cuando se trata de asuntos políticos. Sin embargo, a veces lo que parece nimio no es más que la punta de un iceberg con más consecuencias. La determinación del PSOE y Sumar que lideran Pedro Sánchez y Yolanda Díaz de prestar diputados a ERC y Junts para que estos puedan formar grupo propio en el Congreso parece un gesto sin importancia para lograr su apoyo en una posible investidura del secretario general socialista que, sin embargo, tiene más implicaciones de fondo y muchos beneficios. Y es que los de Gabriel Rufián y Miriam Nogueras podrán aspirar durante la legislatura a 3 millones de euros, subvenciones mensuales, poder parlamentario o contratación de personal.

Qué supone el préstamo de diputados a ERC y Junts

Con la extensión de los tiempos por parte de la flamante nueva presidenta del Congreso, Francina Armengol, este viernes se cierra el plazo para que los partidos políticos con representación tras las elecciones generales del 23 de julio presenten los documentos para la constitución de los grupos parlamentarios. Un paso que sigue a la designación de la Mesa y es previo a la investidura. En este contexto, el foco se encuentra en Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Junts per Catalunya, quienes en las urnas no han logrado cumplimentar los requisitos marcados por la ley para poder formar esta unión parlamentaria. Y es que el Reglamento establece que para ello se requiere tener más de 15 diputados o bien un mínimo de cinco escaños más el 5% de los votos del conjunto de España o el 15% en las circunscripciones donde se haya concurrido.

Partiendo de esta base, ni ERC ni Junts pueden optar por sí solos ya que cuentan con siete diputados pero no llegan al 15% en dos circunscripciones ni en el conjunto de Cataluña. A nivel nacional, los republicanos catalanes se han hecho con el 1,89% de los votos y los posconvergentes con el 1,6%, por lo que se quedan lejos del 5% exigido. Al igual que tampoco logran el 15% en todas las provincias en las que se presentaron. Mientras ERC cosechó el 14,74% de las papeletas en Girona y el 12,33% en Barcelona, Junts se quedó en el 9,68% en Barcelona y en el 11,08% en Tarragona. Por eso, el PSOE y Sumar han pactado con ambos partidos en el marco de la negociación para el órgano de dirección de la Cámara Baja ayudarles a superar ese mínimo mediante la cesión de diputados.

Casi 3 millones de euros potenciales

Este préstamo de escaños no es nuevo. Se trata de una práctica habitual y legal en el Congreso que se remonta a los años 1993 con partidos como Coalición Canaria y que abre la puerta a muchos beneficios. Y es que tener un grupo parlamentario propio supone una gran diferencia especialmente para los partidos pequeños ya que pueden optar a subvenciones mensuales, ejercer cierto poder parlamentario o llevar a cabo una contratación de personal. Por ejemplo, a nivel político los grupos propios cuentan con más tiempo de intervención durante los Plenos, pueden tener representación en las comisiones, sus dirigentes pueden asistir a las Juntas de portavoces semanales, puede tener cupo en las sesiones de Control así como más facilidades para llevar iniciativas legislativas al Pleno. 

Esto les permite aglutinar poder político, algo que se suma a las ventajas económicas nada baladí. Según recoge el artículo 28 del reglamento, cada grupo parlamentario percibe mensualmente una subvención fija que en esta legislatura ha sido de 30.346,72 euros -unos 364.160,64 euros al año- más una variable en función del número de personas que lo conforman que asciende a 1.746,16 euros al mes por cada diputado. Además, solo por tener esta agrupación los partidos pueden acceder al cobro de ayudas para el envío gratuito de propaganda electoral durante la campaña. Unos beneficios monetarios con los que no cuenta el grupo mixto, que no es más que un aglutinado de todas esas señorías que no tienen los mínimos para conformar un grupo parlamentario propio. 

En este punto cabe destacar que tanto el PSOE como Sumar van a perder cantidades importantes dinero mensualmente por diputado mientras estos formen parte de Junts y ERC. Por ahora se conoce que los de Yolanda Díaz cederán a su diputada por Girona, Jùlia Boada, y el de Tarragona, Félix Alonso, mientras en el caso del PSOE con Junts todavía no se conocen los nombres. Eso sí, esta situación se puede revertir cuando concluya el periodo de sesiones -van por semestres, por lo que en este caso sería hasta el mes de diciembre-, momento en que los cedidos pueden volver a su grupo original. Mientras tanto, los partidos nacionalistas catalanes podrán ingresar unos 1,44 millones de euros cada uno a lo largo de la legislatura siempre y cuando esta dure los cuatro años establecidos como la normalidad. Es decir, un total de 3 millones que van al independentismo.

Personal de asesores y asistentes

Esa dotación monetaria a la que pueden acceder tras la cesión por parte de ERC y Junts permite también la contratación de personal. En concreto, los partidos con grupo pueden fichar a asesores y asistentes para el desarrollo de la actividad parlamentaria. En el primer caso, las formaciones pueden emplear con categoría de asesor a quien deseen, ya que no se exigen requisitos profesionales o cierta experiencia para ello. En el segundo, cualquier diputado cuenta la opción de tener personal de asistencia de "apoyo en el ejercicio de su función", como lleva instaurado desde la legislatura del 1996. El número de asistentes sí va en concordancia al peso de la agrupación: un asesor por diputado si el grupo es pequeño y 0’8 asesor por representante para los grandes.

Como recoge el Estatuto de Personal de las Cortes Generales, estos figuran como personal eventual, que pueden ser de tres tipos: asesor, asistente-Técnico y asistente. Estos son nombrados a propuesta del Portavoz del Grupo Parlamentario correspondiente mientras su salario sale de las cuentas de la Cámara baja pero no así de las propias subvenciones de los grupos, tal y como están consignadas en el Capítulo 1, artículo 11, concepto 110 del presupuesto del Congreso. Cabe señalar que estos no disfrutan de muchas de las ventajas del resto de personal ordinario. Por ejemplo no disponen de teléfono móvil, línea ADSL, tarjeta taxi o vehículo cedido, como sí tienen los diputados y señorías.

Por su parte, también algunos diputados con cierto poder parlamentario -véase los nueve miembros de la Mesa, ahora con mayor presencia de la izquierda frente a un aislado PP, o presidentes de las comisiones- pueden contar asimismo con empleados de apoyo en su función. Ninguna de las dos formaciones nacionalistas catalanas están en el órgano de dirección de la cámara pero ERC y Junts sí podrán aspirar a presidir una comisión y, de llegar a hacerlo, contar con la unidad de asistente personal que está marcada para cada uno. De hecho, es el propio dirigente de este grupo de trabajo permanente o temporal el que designa a la persona que quiere tener a su lado para desempeñar esta función.