Cinco a cuatro. Bien podría ser el resultado de un goleador partido de fútbol pero se trata del desenlace de la novela política televisada y radiada desde hace meses para la conformación de las Cortes, especialmente de la Mesa del Congreso de los Diputados. Esta trama con epicentro en la carrera de San Jerónimo finalmente se ha resuelto con una mayoría para la izquierda, y es que el PSOE y Sumar han logrado cinco asientos de los nueve totales en el órgano de dirección de la Cámara Baja, fundamental para el devenir parlamentario y posible paso previo de la investidura del secretario general socialista Pedro Sánchez. Y es que a la presidencia obtenida por Francina Armengol se han sumado dos vicepresidencias y dos secretarías frente a los cuatro asientos del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, abandonado hasta por Vox.

La Mesa obtiene mayoría de izquierdas

Este jueves 17 de agosto se ha consolidado la mayoría progresista en la Cámara Baja en el marco de la constitución de la Mesa. Un asunto que ha tenido en vilo tanto a la escena política como a la periodística con sendos banzados y órdagos por todas las partes, que rechazaban confirmar sus apoyos a unos y a otros al tiempo que lanzaban avisos a navegantes. Un papel especial ha tenido Junts per Catalunya, que después de semanas de negociaciones y algún que otro embiste de su líder Carles Puigdemont, finalmente han confirmado a primera hora un acuerdo con el PSOE para apoyar la candidatura de Francina Armengol. Sin embargo, esta alianza no va ligada en principio a la investidura de Pedro Sánchez pero que sienta las bases de un puente para ello. Lo mismo ha sucedido con ERC.

Esto ha permitido que en las siguientes votaciones de la jornada tras la de la presidencia la balanza del Congreso de los Diputados haya caído para el lado de la izquierda. La primera ha sido para la elección de los cuatro vicepresidentes que van a acompañar a Armengol, que finalmente ha recaido uno en el PSOE y otro en Sumar mientras los otros dos han ido para el PP. En concreto, en una votación inicial han salido seleccionados como vicepresidente primero Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, del PSOE, con 113 síes, y como segundo José Antonio Bermúdez de Castro, del PP, con 73 apoyos. En empate han quedado las candidatas de Sumar Esther Gil y la popular Marta González a 65 votos, lo que ha obligado a repetir la operación con las urnas para desempatar y elegir al tercer puesto y el cuarto.

Igual que ha sucedido con la presidencia con Cuca Gamarra, Vox ha evidenciado su ruptura con los de Alberto Núñez Feijóo no votando a los nombres propuestos por los populares tampoco en esta segunda cita con las urnas de la jornada. En esta ocasión los de Satiago Abascal han optado por apoyar a su propio candidato, Ignacio Gil Lázaro, quien ha obtenido solo los 33 escaños ultras, por lo que se ha quedado fuera perdiendo el único asiento que han tenido en la ya pasada legislatura. Tal es la rutura que en el desempate los de extrema derecha han preferido decantarse por la abstención, es decir el voto en blanco, antes que sustentar a González, lo que ha permitido a Gil convertirse en la tercera vicepresidenta por delante de la popular con 178 frente a 139 síes.

Cinco a cuatro para PSOE y Sumar

Una vez se han elegido a los vicepresidentes ha sido el turno de los cuatro secretarios, que han recaído en la misma proporción que la anterior de dos para la izquierda y dos para la derecha. Eso sí, los dos primeros puestos esta vez han quedado para los socialistas y fucsias. Así, como primer secretario ha quedado Gerardo Pisarrello, de Sumar, con 101 votos, seguido como segunda de Isaura Leal, del PSOE, con 77. Ya como tercera ha sido elegida Carmen Navarro, con 77 apoyos, mientras de cuarto ha salido Guillermo Mariscal, con 71, ambos del PP. Por su parte, Gil Lázaro ha vuelto a recibir los 33 soportes de Vox, consolidando su distanciamiento con los populares, y se ha producido una vez más un voto en blanco.

Con esta votación se ha finalizado la labor de Cristina Narbona como presidenta de la Mesa de Edad, quien ha dado paso a la nueva mesa liderada por Armengol para que tomen su escaños. De esta forma ha quedado constituido el órgano de dirección de la Cámara Baja, que tiene ahora por delante el acatamiento de la Constitución en primer lugar para los nueve miembros y después para el resto de los diputados de uno en uno. Este requisito legal es el que les otorga a las señorías toda la potestad como miembros del Hemiciclo y algunas veces deja imágenes curiosas con la utilización de fórmulas que se extienden más allá del "juro" o "prometo".