Sumar se enfrenta a una primavera electoral en un momento especialmente delicado para la formación, tanto a nivel interno como externo. En el seno del partido liderado por Yolanda Díaz se están resquebrajando, o cuanto menos reformulando, las conexiones con el resto de fuerzas que conforman este conglomerado fucsia, lo que se suma -o va ligado- al desinflamiento de sus perspectivas para los comicios que tienen por delante en este segundo trimestre del año. Euskadi o las europeas se están complicando, ya sea por las rupturas orgánicas como por las encuestas.

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Lucha a la baja con Podemos en Euskadi

Este miércoles se ha publicado un barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre las perspectivas para las elecciones al País Vasco, que se celebrarán el próximo domingo 21 de abril. Este estudio ha dado la sorpresa a diez días de los comicios, otorgando a EH Bildu la victoria con más de dos puntos de ventaja por delante del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Sin embargo, este no ha sido el único resultado relevante de la encuesta, que apunta a una lucha a la baja pero encarnizada entre Podemos y Sumar.

En concreto, los morados lideran la intención directo de voto frente a Sumar con el 1,9% mientras los fucsias se colocan en el 1,4%, lo que supone una caída del 0,9. En cuanto a la preferencia por parte de los encuestados para la presidencia, también Podemos está por delante con el 2%, mientras los fucsias marcan el mismo porcentaje. La diferencia es que los primeros marcan una subida del 0,1 y los segundos una bajada del 0,3.

En cuanto al Lehendakari preferido, la candidata morada Miren Gorrotxategi registra un 2,8% de los apoyos, mejorando en 1,1 puntos, y Alba García, de los fucsias, se queda en un 1,8% y marca un retroceso del 0,2. En comparación con el anterior CIS, los de Yolanda Díaz pierden un apoyo del 0,3 mientras los de Ione Belarra recuperan un 0,7. Todos estos datos desinflan las perspectivas de cambio de los de Díaz, que quedaron totalmente fuera de la Xunta de Galicia el pasado mes de febrero pese al empuje y origen territorial de su lideresa.

Uno de los motivos de estas malas expectativas podría radicar en la decisión de concurrir por separado a todos los comicios desde que Podemos rompió con Sumar tras el 23 de julio. Sin embargo, desde hace semanas que tanto los de Díaz como los de Ione Belarra se agarran al supuesto "arraigo" que dicen tener en el País Vasco. "Elkarrekin Podemos es un espacio consolidado que, además, puede garantizar que el próximo gobierno en Euskadi haga realmente políticas de izquierdas", dijo a finales de febrero la portavoz morada, Isa Serra.

Pero también Sumar asegura tener una base establecida en Euskadi, pese a no haberse presentado nunca con siglas propias. "En Euskadi sí tenemos arraigo", dijo también el día después de la debacle en los comicios a la Presidencia de la Xunta el portavoz de los fucsias Ernest Urtasun, siendo el primero de esta formación en cerrar la puerta a una confluencia con Podemos para el próximo 21 de abril. En cifras, quien tiene una base real son los morados, que han logrado representación -y no poca- desde que se presentaron por primera vez en 2016.

Ruptura con Compromís para las europeas

Entre tanto, las tensiones en el seno de Sumar se han recrudecido. Ahora Compromís ha elevado la presión a los fucsias con un órdago: o les dan un puesto en el top 3 en las listas para las elecciones europeas o concurren por separado. De hecho, la dirección ha aplazado la ejecutiva que tenía previsto celebrar durante la tarde del martes a la espera de que avancen las negociaciones. El partido minoritario de la coalición, por su parte, rebaja esta apuesta.

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La portavoz de Compromís en el Congreso, Águeda Micó, ha condicionado un acuerdo con Sumar en las elecciones europeas -que se celebran el próximo 9 de junio- a disponer de un puesto que les garantice al menos un eurodiputado y deja claro que su formación concurrirá a estos comicios de la mano o por separado del proyecto liderado por la también vicepresidenta segunda. Tal ha sido la apuesta que ha puesto "esta semana" como "plazo máximo" para alcanzar el pacto, que pasa por un top 3.

De no lograrlo, Compromís estará en las europeas "con ellos o sin ellos". "Los tiempos que quedan para las europeas son cortos", ha advertido la portavoz de los nacionalistas valencianos en la Cámara Baja en la rueda de prensa de este martes. Los fucsias tienen hasta este jueves 11 de abril a las 17 horas, por lo que los de Joan Baldoví han dado 48 horas más de margen a la comisión negociadora para tratar de acercar sus posturas, sin visos de que esto se pueda producir.

Ernest Urtasun, portavoz nacional, ha insistido en que "las negociaciones están en marcha" y ha confiado en que "va a terminar bien". "Estamos convencidos de que tendremos una candidatura fuerte, en la que va a caber todo el mundo", ha sostenido en la rueda de prensa de la formación a nivel nacional de este lunes, preguntado por la posible ruptura con los valencianistas. Allí ha considerado que las conversaciones entre partidos son "complejas" pero van a trabajar para "tener la mejor candidatura".

"No contemplamos otro escenario", ha afirmado, rebajando el órdago de los nacionalistas valencianos. "No voy a entrar en valorar los puestos. La constitución de la lista es complejo. Es lógico que quieran tener a sus candidatos lo mejor colocados, pero no voy a negociar en directo", ha sentenciado. Cabe destacar que, con todo, las perspectiva de los fucsias son muy limitadas. Las encuestas apuntan a que podrían lograr en torno a 7% de los votos y hasta 5 diputados, según GAD 3 a principios de marzo.

En medio de estas dos citas hay otra fecha marcada en rojo en el calendario, y son los comicios a la Generalitat de Cataluña. Sin embargo, para los fucsias no va a ser muy determinante dado que han decidido no concurrir con nombre propio para no romper el arraigo que -ahí sí- tienen los comunes. En Comú Podem no tiene un camino de rosas, y según los últimos estudios, podría retroceder en sus resultados.

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