Desde la cita electoral del 9 de junio, las consecuencias del batacazo registrado por Sumar se han ido dando de manera progresiva. La primera de ellas, y tan solo unas horas después de conocerse los resultados: la dimisión de Yolanda Díaz como líder de la formación. Con poco más de 808.000 votos y superando a Se Acabó la Fiesta solo por 9.000 votos, el liderazgo del partido quedó desierto tras anunciar Díaz que rechazaba su continuidad: “La ciudadanía ha hablado y yo voy a hacerme cargo. He decidido dejar mi cargo como coordinadora de Sumar”.
Lo siguiente: la reestructuración del órgano interno del partido que compromete a Izquierda Unida, Más Madrid, Catalunya en Comú, Compromís y Chunta Aragonesista. De cara a esta semana o, a mucho tardar, la siguiente, Sumar deberá reunirse con estas formaciones en una mesa de partidos no solo para llevar a cabo dicha reorganización sino también para analizar los resultados que le dieron tan solo tres escaños en la Eurocámara.
Pese a la voluntad de Sumar de juntarse con sus socios, en el tablero quedan todavía muchas cuestiones por cerrar. La primera de ellas, la fecha de esta reunión. Aunque fuentes del partido que hasta ahora lideraba la ministra de Trabajo han adelantado que se podría dar antes de este domingo, otras fuentes ven posible que se de ya entrado el mes de julio. La segunda: los temas a tratar en dicha reunión. Por el momento, lo primero será fijar la hoja de ruta que se desea para llevar a cabo los cambios necesarios motivados por la debacle electoral, algo que en agosto ya podría mostrar sus primeros resultados.
Reparto de poder
Sea cuando sea, uno de los aspectos que resultó más que evidente tan pronto se convocó esta mesa de partidos, es la reestructuración del poder que se va a dar dentro de la coalición integrada por los partidos que hasta ahora se había aglutinado bajo la dirección de Sumar. Hasta este momento, el partido de Díaz tenía el control del 70% de los órganos internos y sus aliados el 30%. Sin embargo, se prevé que este peso en el poder de la formación se equilibre con el resto de los partidos de manera que todos trabajarán de igual a igual, de forma horizontal. Para ello, Sumar ha adelantado que en octubre se celebrará una asamblea fundacional en la que se modificará este sistema a través de un modelo de elección de listas.
El “no” de Compromís
Desde el momento que se anunció esta reunión, se conocían los pesos pesados que estarán presentes en ella. Por parte de Más Madrid, asistirá Mónica García; por parte de los Comuns, la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau; y por la parte que le corresponde a Izquierda Unida, su coordinador Antonio Maíllo. Sin embargo, desde Compromís, partido liderado por Amparo Piquer, ya han adelantado que no estarán presentes en esa reunión. La razón de la negativa de la coalición valencianista está en que lo único que le llevaría a formar coalición, sería un contexto electoral. El otro partido que queda pendiente sería Chunta Aragonesista, que todavía no ha anunciado si asistirá a la mesa de partidos.
Por lo que hace a los que sí que acudirán, ninguno de ellos ha querido adelantar sus respectivas hipótesis sobre aquello que habría llevado a Sumar a la estrepitosa caída electoral. Todos ellos insisten en que son cuestiones que deberán discutirse en la mesa señalando así que estas se debatirán únicamente de puertas para adentro.
Pese a esta cautela de los socios, el partido que aglutinaba hasta ahora el 70% del poder, sí que ha adelantado lo que podría ser una previa de la reunión en forma de autocrítica. Uno de los dirigentes de Sumar ha señalado: “Sí, podemos decir, por ejemplo, que deberíamos haber hecho una campaña más centrada en reivindicar los logros del Gobierno, pero claramente ese no es el asunto: lo que explica un resultado mediocre es mucho más el momento histórico y la división dentro del espacio”. En una línea similar, otras fuentes de Sumar añaden: “En la Europa de los últimos tres años habíamos visto como, tras la pandemia, se estaba imponiendo un modelo keynesiano, de vuelta al protagonismo del sector público, y de repente esa recuperación de un papel cada vez mayor del Estado ha tomado en los dos últimos años un giro belicista: se está reforzando el Estado, pero no para proporcionar más cuidados o más protección, sino para reforzar la industria militar. Es imposible que esto no nos haya pillado con el pie cambiado”.
Coalición para los PGE
En líneas paralelas, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, adelantó en rueda de prensa la que sería una de las principales rutas de trabajo de la renovada coalición. En el marco de los Presupuestos Generales del Estado 2025, señaló que una de las prioridades será solicitar al PSOE mantener los impuestos especiales a la banca y las energéticas. Al margen de ello, también mencionaron la creación de una prestación universal por crianza.