El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a verse frente a frente con el líder de la oposición y dirigente principal del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control al Ejecutivo en el Senado, siendo éste el séptimo cara a cara que ambos mantienen en el trascurso de la legislatura.

Al tomar la palabra en la Cámara Alta, el principal cargo de Génova ha instado al jefe del Ejecutivo a hacer una introspección del estado de su equipo gubernamental lamentando, a la par, el ‘hartazgo’, a su parecer, de la sociedad española: “España está cansada de su gobierno y España está cansada de usted, generar problemas todas las semanas. Ya no respetan ni las formas”.

Posicionando como orden del día las discrepancias de su grupo parlamentario en cuando a los efectos de la Ley del ‘solo sí es sí’ y el fondo de la Ley Trans, Feijóo puntualiza el poder de Sánchez dentro de la coalición: “Llega a esta sesión de control acreditando su debilidad de que no puede destituir a ningún cargo de Podemos. ¿Deberían dimitir los autores de la chapuza de la Ley del 'solo sí es sí'? ¿Es posible que siga encargando leyes a las mismas ministras que han legislado y aprobado la ley del solo sí es sí? ¿Verdad que sería una temeridad?”, se ha preguntado.

Sánchez: “Protegemos a la mayoría”

Es así como, en su respuesta, Sánchez ha vuelto a poner sobre la mesa las claves de su legislatura: la aprobación de tres Presupuestos Generales del Estado (PGE) y más de 200 leyes, muchas de ellas de corte social con un evidente reflejo en la economía, tales como la reforma laboral, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o el incremento de las pensiones conforme al IPC, entre otras cuestiones. "Nosotros lo que hacemos es proteger a la mayoría", ha insistido.

No quedándose en el resumen del presidente, el líder de los ‘populares’ ha criticado que la última medida del Gobierno -la aprobación de una partida “histórica” de becas- se “dejará a deber” en un futuro. “Es el presidente que va a dejar a España con la mayor deuda pública del país”.

“¿Va a seguir presumiendo de subir el SMI? No, lo suben las empresas. Usted se queda con un tercio del Salario Mínimo en el Ministerio de Hacienda”, ha proseguido Feijóo en su réplica, insistiendo de esta manera en su discurso del desgasta del Ejecutivo central.

El “crédito feminista”

En otro orden de ideas, cuando la Ley Trans y la Ley del ‘solo sí es sí’ han entrado en el breve aunque arduo debate de entre ambos líderes, el exdirigente gallego ha defendido que Sánchez “rompe” la tradición feminista española: “Pregúntese si el error de la Ley Trans es peor que el del ‘solo sí es sí’”.

Sánchez, en este sentido, recuerda al PP que hay que tener “crédito feminista” para hablar de estas cuestiones: "Votaron que no a la Ley del aborto hace 13 años por un presidente socialista, recurrieron esa ley ante el tribunal. Ahora, reconocen que las mujeres tienen ese derecho, porque se aprobó por un gobierno socialista", ha sostenido.

Y es que ha tirado de hemeroteca para rememorar cómo los ‘populares’ bautizaron al presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero de “carnicero”. “Para hablar de feminismo, un poco de credibilidad feminista”, ha vuelto a enfatizar.

Sánchez advierte a Feijóo en el aniversario de la marcha de Casado

No todos los temas que se han tocado en la sesión de control han sido de corte gubernamental, ya que la política, dentro de cada partido, ha salido a la luz. Durante los últimos minutos de su réplica de cierre, Sánchez ha instado a su contrario a echar la vista atrás dentro de sus propias filas, justo cuando se cumple un año de la marcha del antiguo dirigente de Génova 13, Pablo Casado.

“Quiere gobiernos bien avenidos, de concordia y confianza, entiendo que pida calor a los suyos”, señalando así al senador Javier Maroto. “Mire si al levantarse le molesta algo en la espalda”, le ha advertido, en alusión así a los mensajes hechos públicos recientemente de numerosos cargos ‘populares’ en torno a la traición política a Casado y que derivó en su caída.

Y es que cabe recordar que el ex presidente del PP criticó abiertamente la comisión de 300.000 euros que se llevó Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, por el Contrato Mascarillas. Una posición que le costó su eclipe político y el apoyo del resto de miembros del comité de dirección del partido, tales como Cuca Gamarra, Javier Maroto o Dolors Montserrat.