Todo ha ido según lo previsto. El candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha obtenido la mayoría parlamentaria suficiente para ser investido en primera votación y deberá esperar al próximo martes 7 de enero. La votación de este domingo ha sido ajustada: 166 votos a favor; 18 abstenciones y 165 en contra (ha faltado una diputada de En Comù Podem). El resultado era el previsible, pero durante las últimas 48 horas algún que otro personaje -en el sentido teatral de la palabra- ha introducido pequeños cambios de guión que mantienen en alerta a todo el PSOE ante un hipotético tamayazo que cambie la escena por completo.

Sánchez ha obtenido el sí de la bancada socialista, de sus socios de Gobierno Unidas Podemos, del PNV, Más País, Nueva Canarias, Compromís, BNG y Teruel Existe. Por contrapartida, los populares, Ciudadanos, Vox, JxCat, CUP, PRC, Navarra Suma y Coalición Canaria se han opuesto. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu se han abstenido.

De dibujarse este mismo tablero en la segunda votación que tendrá lugar el próximo martes, Sánchez regresaría a la Moncloa. Ahora bien, la sesión del sábado dejó una pequeña pero estruendosa sorpresa. Ana Oramas, la diputada de CC, desafió a su partido anunciando desde la tribuna que votaría ‘no’ a Sánchez a pesar de que el Consejo Político de su formación, tras tres horas y media de deliberación, acordó abstenerse.

Tras el desafío de Oramas a su partido cambiando la abstención por el 'no', un solo diputado podría tumbar la investidura de Sánchez

Oramas acusó a Sánchez de arrodillarse ante el secesionismo y “traicionar a toda la sociedad española”. La diputada canaria dice no querer ser “cómplice” de dicha maniobra y se enfrenta a una posible sanción disciplinaria, tal y como anunció en su cuenta oficial de Twitter CC, que no tardó en pedir explicaciones: “Se actuará con sus estatutos para las indisciplinas que se produzca por cualquier militante del partido”. Y añaden que “máxime cuando la decisión ha sido por unanimidad de nuestro máximo órgano”.

La diputada canaria ha ajustado tanto la aritmética parlamentaria que en caso de que un solo diputado tornara su ‘sí’ en ‘no’, Sánchez no sería presidente. No existe temor en el PSOE puesto que confían en sus parlamentarios, pero no se puede negar que existe cierta incertidumbre. La sombra de la duda ha sido agitada por Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, quien durante su intervención se ha dirigido directamente a la bancada socialista pidiendo a “algún valiente” para traicionar a Sánchez y evitar la formación de Gobierno.

Relacionado Vídeo: El ataque de risa de Pedro Sánchez cuando Arrimadas habla de resultados electorales

El binomio Sánchez-Iglesias

El líder socialista y el secretario general de Podemos han protagonizado algunos de los enfrentamientos retóricos más ásperos de la historia reciente, y de ahí que Pablo Casado, Santiago Abascal y Arrimadas utilizaran la hemeroteca como arma arrojadiza. Pero los tiempos cambian y el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos no solo ha limado asperezas, sino que ha convertido a la dupla Sánchez-Iglesias (futuro presidente y vicepresidente) en un binomio perfectamente coordinado.

Sánchez e Iglesias han funcionado como un binomio perfectamente coordinado. El primero expuso su programa y el segundo atizó a las derechas cual fiel escudero

Tras explicar que “no hemos sido nosotros, han sido los españoles los que han formado esta Cámara” y “no cabe otra mayoría parlamentaria”, justificando así su cambio de parecer, el presidente del Ejecutivo en funciones agradeció el apoyo a los morados y se dedicó a atizar a las derechas y explicar su programa de Gobierno que no es sino el programa pactado con Podemos.

Por su parte, Pablo Iglesias se atavió con los ropajes de la vicepresidencia e hizo las veces de escudero fiel de Sánchez. El líder de Podemos agradeció a los negociadores de su formación y del PSOE su mano izquierda y buen hacer para, acto seguido, pasar a la ofensiva contras las derechas y en defensa del presidente.

Relacionado Iglesias ejerce de aliado de Sánchez: "¡Sí se puede! ¡Adelante presidente!"

No metió a Casado y a Abascal en el mismo sacó, hablo de “ultraderecha y ultra-ultraderecha”, pero les dedicó las mismas lindezas. Al líder de Vox le reprochó la cantidad de insultos vertida y le advirtió que “estoy seguro de que sus votantes prefieren a un facha educado”. 

Las derechas convirtieron el hemiciclo en una bancada de hooligans con gritos de "asesinos" y "terroristas" a los diputados de EH Bildu

Con respecto a las acusaciones de “traidores” vertidas por las derechas tras el acuerdo entre el PSOE y ERC, Iglesias ha argumentado que “España está aquí y es muy diversa. Los diputados de Bildu, de ERC o del BNG son igual de dignos que los suyos. Al despreciar el Parlamento desprecian a España. Es un discurso político de la Anti-España” propio “de la dictadura”. “Traición a España es vender vivienda pública a fondos buitre, privatizar los servicios públicos, traición es robar a manos llenas y financiarse ilegalmente en las campañas electorales”, ha añadido. En este sentido, el futuro vicepresidente ha explicado que la principal “tarea” del próximo Gobierno “será reparar sus traiciones”.

Rehenes de ERC

El candidato a presidente del Gobierno, a diferencia del discurso pronunciado durante su última investidura, hizo de Cataluña el eje central de su intervención. Comenzó la sesión con un tajante “buenos días. No se va a romper España. No se va a romper la Constitución. Lo que se va a romper es el bloqueo al Gobierno progresista de España”.

El PSOE es un partido español, formado por compatriotas. Lo repito, un partido español formado por compatriotas. Se equivocan gravemente quienes desde la bancada de la derecha ponen en duda el compromiso de la izquierda con España. El respeto a la pluralidad es el mecanismo esencial de la democracia”, espetó Sánchez.

ERC facilitará la investidura, pero vigilará el cumplimiento del acuedo y deja en el aire tumbar la legislatura

Una vez aclarado esto y adelantándose a las cargas de las derechas, Sánchez expuso que su propuesta para resolver el conflicto soberanista en Cataluña pasa por “dejar atrás la judicialización” y abrir una vía de diálogo que parta “desde el punto en que comenzaron a acumulase los agravios”: “Lo que propongo a esta Cámara es recomenzar. Necesitamos recomenzar. Retomar el diálogo en el punto en el que los agravios comenzaron a acumularse. Retomar, en definitiva, la senda de la política dejando atrás la judicialización del conflicto”. Eso sí, matizando que ”la ley es la condición, y el diálogo es el camino”.

El diputado y portavoz de ERC, Gabriel Rufián, recogió el guante de Sánchez y, a pesar de tener firmado un acuerdo y ser clave para facilitar la investidura, fue uno de los más duros. El republicano advirtió que “sin mesa no hay legislatura”. Los independentistas vigilarán que se cumpla punto por punto y coma por coma lo pactado y, en caso contrario, tumbarán la legislatura: “ERC ya lo ha hecho antes. Solo hay que tener memoria [dice haciendo referencia a su negativa a aprobar los Presupuestos pactados por Sánchez e Iglesias en la anterior legislatura]. Puede volver a hacerlo. Si esta mesa no se cumple, no se estará estafando a un partido, no se estará estafando a ERC, se estará estando a un pueblo. Otra vez”.

El fango de la “derecha asilvestrada”

Durante el discurso de Rufián las derechas entraron en cólera. El propio portavoz republicano acusó haber recibido insultos más graves de los proferidos por él en anteriores ocasiones: “Por mucho menos me echaron a mí”. Pero si la bancada de Vox, PP y Ciudadanos se convirtió en una suerte de tribuna de hooligans fue durante el discurso de Mertxe Aizpurúa, de EH Bildu.

La dirigente de la izquierda abertzale ha sido interrumpida en varias ocasiones por gritos de “terroristas”, “asesinos” y “viva el Rey” emitidos por diputados de las derechas. Pablo Casado ha pedido el turno de palabra para denunciar que ha sido el “discurso más nauseabundo” que ha escuchado en en el hemiciclo. Edmundo al ha hecho lo propio para pedir a Batet que solicite a Aizpurúa que se retracte por calificar a España como “Estado autoritarista”. Ambos, además, han cargado contra Sánchez por “no defender al rey”.

¿Qué hay de lo mío?

Varios partidos nacionalistas y regionalistas han firmado sendos pactos con el PSOE para facilitar su investidura. Todos ellos, PNV, Compromís Teruel Existe y Nueva Canarias han reclamado desde la tribuna de oradores el cumplimiento íntegro de los acuerdos.

El portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, aseguró que el Gobierno podría contar con su cooperación “leal” y considera que se ha abierto una ventana de oportunidades. Sin embargo, también advirtió de los peligros de cometer errores al caminar esta senda inexplorada de la coalición.

Por su parte, Tomás Guitarte, fue la diana de Vox. Abascal le señaló como traidor a la patria por prestar su voto  a Sánchez; ante lo que éste se defendió acusando al líder ultra de utilizar su región solo con fines partidistas.

El próximo martes 7 de enero a las 12:00 horas se retomará la sesión para proceder a la segunda votación. A Sánchez le basta con tener más síes que noes. El resultado es de lo más ajustado y pende de un hilo. ¿Le traerán los Reyes una nueva legislatura en Moncloa?