Pedro Sánchez y la izquierda se la juegan este martes. El candidato socialista se presenta a la sesión de investidura con los deberes hechos; si obtiene los mismos apoyos que obtuvo en la votación del domingo -166 síes (Aina Vidal, diputada de En Comú Podem se ausentó debido a su enfermedad, pero ha confirmado que el martes no fallará), 165 noes y 18 abstenciones- se materializará el primer Gobierno de coalición en la historia de España.

Sin embargo, no hay margen para el error. Las fugas de Miguel Ángel Revilla (Partido Regionalista Cántabro) y Ana Oramas (Coalición Canaria) han dejado al secretario general del PSOE en una situación muy delicada: cualquier cambio en la intención de voto de alguno de sus 167 apoyos (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Nueva Canarias, Compromís, BNG y Teruel Existe) significaría una nueva investidura fallida.

Por ello, y para hacer bueno el refrán de que a la tercera va la vencida, Sánchez y el PSOE han optado por ejercer un férreo control sobre sus diputados para que la votación discurra sin problemas. En este sentido, los 120 diputados socialistas han recibido el siguiente mensaje en el chat del grupo parlamentario: “Teniendo en cuenta las dificultades del tráfico madrileño en un día laborable, es preciso que todos y todas pasemos en Madrid la noche del día 6 al 7”.

Asimismo, respecto a los apoyos externos, todos los ojos se han centrado en las últimas horas en Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe. Pese a la campaña de acoso y derribo contra su persona​ orquestada por la derecha y la extrema derecha, este ha confirmado que votará de nuevo a favor.

Por su parte, Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu en la Cámara Baja, anunciaba este lunes en una entrevista concedida a Catalunya Radio que su formación maneja un "plan anti-Tamayazo", para "evitar el sabotaje" de PP, Ciudadanos y Vox. Según ha señalado el representante abertzale, si alguno de los 167 apoyos de Sánchez falla en la votación, se pondrían en contacto con ERC para sacar adelante la investidura. Una acción que sería un golpe mortal a la ofensiva de la derecha y la extrema derecha, puesto que pasarían de necesitar un solo tránsfuga, a necesitar seis, ya que EH Bildu tiene actualmente, tras las recientes elecciones generales del 10 de noviembre, cinco escaños.

No obstante, y pese a que la aritmética parece estar de su lado, fuentes socialistas reconocen a ElPlural.com que no las tienen todas consigo mismo, y que la sombra del ‘tamayazo’ es muy alargada. Por ello, señalan que solamente respirarán tranquilos una vez que la votación, que se espera que empiece a las 12.45 horas, haya finalizado y Pedro Sánchez haya logrado ser investido presidente del Gobierno.