Ceuta y Melilla son territorio español”. Así de tajante se ha pronunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante el Congreso de los Diputados de este miércoles en la que ha dado cuenta tanto de lo tratado en el Consejo Europeo extraordinario de los días 30 y 31 de mayo como de la evolución de las relaciones con Marruecos tras el cambio de postura sobre el Sáhara Occidental y su visita a Rabat.

El líder del Ejecutivo ha explicado que en su viaje oficial a Marruecos con motivo de la invitación de Mohamed ha permitido sustanciar la “voluntad de un nuevo marco de entendimiento y estabilidad”.

Sánchez ha admitido que esta nueva etapa de reconciliación y armonía no hubiera sido posible si el Gobierno de España no se hubiera plegado al plan marroquí para el Sáhara Occidental: “Creemos que es la mejor fórmula para resolver el diálogo. La propuesta es una base seria, creíble y realista. Respetamos que otros puedan pensar de otra manera, pero nos estaríamos engañando. Hay que desencallar un conflicto de dura ya demasiado tiempo”. Además, el presidente ha justificado que no se ha desentendido de la lucha del pueblo saharaui, sino que ha apostado por una resolución asumible para todas las partes para encarrilar el conflicto y generar consensos.

Vía directa y cooperación

La visita de Sánchez a Marruecos sirvió para engrasar las relaciones entre ambos países y propició una declaración conjunta en la que ambos territorios se comprometían a cumplir a rajatabla ciertos preceptos. Sánchez y Mohamed VI acordaron mantener “siempre” un canal abierto para aclarar “cualquier malentendido y preservar la confianza”, ha explicado el presidente.

Se comprometieron también a respetar “la integridad de todos los acuerdos” habidos y por haber, tanto del pasado como del presente y del futuro, incluyendo, como no podía ser de otra manera, “los que fijan las fronteras”.

El líder del Ejecutivo ha garantizado que “hay un compromiso de respeto mutuo” y se evitará todo aquello que pueda molestar a la otra parte. En este sentido, ha aseverado que “Ceuta y Melilla son territorio español y europeo y la soberanía española está fuera de toda duda”, precisando que, de igual forma, “Marruecos merece la misma consideración”.

“Las dos ciudades autónomas no pueden vivir y desarrollarse en la excepcionalidad permanente”, ha razonado, por lo que se ha apostado por “normalizar el paso de personas y mercancías” y restablecer con carácter inmediato las conexiones marítimas, la apertura gradual de fronteras y la Operación Paso del Estrecho.

Por último, Sánchez ha apuntado que se reforzará la cooperación en el ámbito de la migración, advirtiendo que España no va a tolerar “la instrumentalización de la tragedia como arma de presión”.