El Gobierno de coalición cerró 2021 de dulce. El PSOE estaba eufórico por lograr una holgada mayoría para los Presupuestos Generales del Estado 2022 y Unidas Podemos no cabía de gozo por la reforma laboral pactada con sindicatos y patronal. Además, los socialistas engrasaron sus relaciones con las formaciones del bloque plurinacional gracias a un cambio estratégico en las conversaciones. Un gesto que agradecieron particularmente Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu. Sin embargo, los nubarrones vuelven a turbar la placidez de Moncloa. Pedro Sánchez aún no ha agendado fecha para la mesa de negociación, lo que no ha gustado en absoluto a Pere Aragonès. La situación se ha agravado, además, con motivo de la negativa de los socialistas a modificar la reforma laboral. El Grupo Plural no solo lamenta que es descafeinada, sino que además, afea al PSOE sus mentiras y su poca voluntad para dialogar y negociar. Todo ello ha contribuido a hacer de una relación que atravesaba su mejor momento a finales del año pasado un vínculo irrespirable y, por ende, inestable.

El tiempo apremia. Las jornadas se consumen y el Gobierno de coalición aún no tiene asegurada una mayoría parlamentaria que apruebe la reforma laboral que pretendían sacar adelante a principios de febrero. Fuentes del PSOE aseguran a ElPlural.com que se han intensificado los contactos en las últimas semanas y que esta habrá más movimientos. No obstante, sus socios lamentan que si bien es cierto que ha habido conversaciones, no se han revestido con oficialidad ni se ha dado lugar a la negociación. Así, los contactos se limitan a que los socialistas ponen en valor el acuerdo logrado y urgen al resto de partidos a prestar sus bancadas sin modificar ni una sola coma, tal y como solicita la CEOE. En este sentido, fuentes parlamentarias del Grupo Republicano han desmentido al PSOE.

"Es mentira. No nos han contactado. De hecho, no existe ningún proceso de negociación porque PSOE y Unidas Podemos no quieren”, aseguraron desde Esquerra Republicana a ElPlural.com. “Nosotros queremos negociar, pero no existe ningún espacio ni contenido que se acepte hablar”, profundizaron. Los independentistas censuran que desde que Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, comenzara a abordar el asunto hace nueves meses, “no hemos recibido ninguna invitación” ni “hemos hablado”. La única comunicación oficial que se ha producido fue el pasado 29 de diciembre del 2021, cuando “nos informaron de que el acuerdo ya estaba hecho”. Desde entonces, no ha habido reuniones para abordar el asunto pese a que “tenemos mano tendida”. Los contactos de los socialistas con Esquerra se han limitado a “tantear el entorno”. “Confunden hablar con presionar”, zanjan.

Este extremo ha sido confirmado por el PSOE. Fuentes consultadas por este periódico admitieron que “no ha habido encuentro oficial”. En su lugar, ha habido “conversaciones” entre los grupos en los pasillos del Congreso, en citas en las que se han abordado otras cuestiones… 

Las tensiones del calendario

Cuando mejor parecían estar las relaciones entre ambas formaciones, la cosa se ha torcido y atraviesan su peor momento. Y lo hacen en una época crítica. El Gobierno tiene previstas varias leyes de carácter social muy importantes y que no se abordaron con anterioridad por la irrupción de la pandemia de Covid-19. Además, la legislatura se encuentra en su ecuador y aún quedan fondos europeos por gestionar.

A las hostilidades de origen legislativo habría que sumarles las generadas en el marco de la mesa de diálogo. El president del Govern de la Generalitat espera Sánchez convoque en las próximas semanas la mesa de negociación, esgrimiendo que “al margen de la confianza que se tiene que dar en todo proceso de negociación, esta debe ir acompañada de concreciones en el calendario”. Según dijo el pasado 8 de enero, el Govern mantiene contacto continuo con el Ejecutivo nacional: "No hay tiempo que perder en la búsqueda de soluciones políticas al conflicto entre Cataluña y el Estado. No hay tiempo que perder para encontrar una solución democrática que permita a los catalanes decidir su futuro político con absoluta libertad”. Por su parte, el presidente del Gobierno ha evitado concretar cuándo convocará la mesa. En una entrevista en la Cadena SER, garantizó que habrá más sesiones, pero no ha fijado calendario alguno para “no atarse”. De hecho, ni siquiera se ha aventurado a comprometerse con citar a la Generalitat para este mes de enero, pues la prioridad del Gobierno es ahora la sexta ola.