El pasado 18 de abril una noticia sacudió los cimientos de España: todo un presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tendrá que declarar como testigo y en calidad presidente del Partido Popular ante el tribunal del Caso Gürtel. Desde entonces, el PP ha enfocado todos sus esfuerzos en evitar la excursión y consecuente paseíllo de Rajoy a las puertas de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares. Como parte de esta cruzada, la formación popular ha remitido un escrito a la sala segunda de la AN pidiendo que Rajoy realice su declaración mediante videoconferencia. La pelota está ahora en el tejado del tribunal, por lo que aún está por ver la fecha y la modalidad: ¿Cómo y cuándo declarará Rajoy?

Rajoy podría agendar un viaje internacional para evitar acudir al tribunal presencialmente

Por imposición, el presidente del Gobierno tendrá que declarar de manera presencial, no escrita. Existen tres posibilidades: o bien de la forma ordinaria, que Rajoy acuda al tribunal -imagen que quiere evitar a toda costa-, por videoconferencia -como ya hiciera Luis Bárcenas en la demanda interpuesta por María Dolores de Cospedal- o bien en el propio despacho de Rajoy. El escrito remitido a la AN argumenta que “procede la declaración del testigo a través del sistema de videoconferencia” por “razones de utilidad, seguridad o de orden público” y porque es “el medio menos perturbador para el desempeño de las funciones del cargo del presidente del Gobierno”, es decir, por motivos de agenda.

¿Cuándo declarará?

Según el calendario estipulado por la Audiencia Nacional, siempre y cuando se siguiera el procedimiento ordinario, la declaración de Rajoy debería producirse entre el 24 de mayo -día que concluye el testifical policial- y el 7 de junio -día en que finaliza el testifical de las acusaciones-. En este sentido, desde ELPLURAL.COM hemos comprobado la disponibilidad del presidente del Gobierno entre esos días y si realmente puede ser “perturbador” para sus labores.

Una agenda libre, pero que pueden apretar

Los compromisos de Rajoy para esta semana se reducen al Consejo de Ministros el viernes a las 10:00, y a las 14:10 acude a un acto en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, y concluye el día subiéndose a un avión con destino China, donde estará hasta el próximo lunes con motivo del Foro Internacional One belt, One road.

Según su propia agenda, las siguientes semanas las tiene libres, ya que solo tiene previsto -en principio- la sesión de Control al Gobierno del miércoles 17 y el 31 de mayo (con los correspondientes plenos, convocados para los días 16, 17,18,19, 29, 30, 31 y 1), la Comisión Delegada de Asuntos Económicos -que se reúne todos los jueves-, y el Consejo de Ministros de los viernes. En otras palabras, no tiene ningún acto fijado entre el 16 de mayo y el día 7 de junio que no se ajuste a su agenda ordinaria. De hecho, no sería la primera vez que se ausenta de la sesión de control, tal y como ocurrió este mismo miércoles, o de la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos.

La baza de Rajoy: los viajes internacionales

Desde ELPLURAL.COM nos hemos puesto en contacto con la Secretaría de Comunicación de La Moncloa, donde aseguran que no tienen agendado ningún otro evento porque no hay fecha fija, y únicamente lo trasladan a la agenda cuando se confirma. En este sentido, señalan que “gran parte de la agenda es internacional” pero que de momento no lo tienen fechado porque “eso no se da” y podría haber cambios. Y esta es precisamente la baza que puede salvar a Rajoy: su gabinete puede jugar con los viajes internacionales y nadie podría decirle que una visita al país de la piruleta no sería un motivo para no acudir de manera presencial. Es decir, que Rajoy podría agendar un viaje internacional de manera imprevisible y le serviría como excusa para declarar mediante videoconferencia.

El presidente del Gobierno conversa con los periodistas durante un viaje a Brasil - Flickr Moncloa

Sin embargo, tendrá que justificarlo. Y es que, Rajoy suele seguir una dinámica de viajes internacionales que se rompería en caso de agendar uno en las próximas semanas. Salvando las citas fijas, como el Consejo Europeo -en este caso no le serviría porque está fechado para el 22 y 23 de junio- suele estar un tiempo sin viajar y concentrar varias visitas en pocos días. Así, en enero no viajó, en febrero estuvo en Malta (2 de febrero), el 6 de marzo estuvo en París, y el 9 y 10 del mismo mes tuvo Consejo Europeo. Los días 24 y 25 de marzo estuvo en El Vaticano y Roma respectivamente, el 29 regresó a Malta y a finales de abril, un mes después, visitó Brasil y Uruguay.

Con el viaje que realiza este fin de semana a la República Popular de China, y según su dinámica, no volvería a embarcar hasta pasadas por lo menos dos o tres semanas, justo el lapso de tiempo en el que estaría previsto su declaración.

No tiene excusa

Pero si hay una arista que tumba todos los argumentos del PP en defensa de la videoconferencia –seguridad, orden público y agenda-, es la situación de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. En primer lugar, porque está a 30 minutos en coche de La Moncloa, incluso menos ya que se trata de un vehículo escoltado. Además, en caso de usar la baza del viaje internacional, la Audiencia está a 10 minutos en coche de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, lugar de salida y aterrizaje de los viajes oficiales.

Por último, cabe destacar que, si hay un lugar en el que, dispositivo policial mediante, no hay razón para prever desorden público o una excesiva “exposición pública” (tal y como alegó el presidente del tribunal Gürtel, Ángel Hurtado) ese es la AN. Emplazada en la esquina de la calle Mar Cantábrico, se sitúa en pleno polígono industrial, prácticamente pegada a la A-2, lo que facilita enormemente las labores policiales: calles largas y de dibujo cuadriculado.

En conclusión, si se sigue el procedimiento ordinario Rajoy debería declarar entre el 24 de mayo y el 7 de junio y no hay razón para que lo haga por videoconferencia a no ser que utilice algún viaje internacional como excusa, lo cual rompería con su dinámica de viajes y evidenciaría la fuga del presidente del Gobierno para evitar la fiesta de la castaña.