Ni los más leales e incondicionales del PP pueden negar que dentro de este partido se ha desatado un fuego amigo muy peligroso. Este lunes El Español publicaba íntegramente el texto de un largo whatsapp en el que Ignacio Cosidó, portavoz de los populares en el Senado, se jactaba de que con el acuerdo alcanzado con el Gobierno para el nombramiento de jueces en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo su partido controlaría “por la puerta de atrás” salas judiciales estratégicas. Ese mensaje lo recibieron 146 senadores, todos del PP. Y alguien lo filtró a El Español. Ese mensaje provocó que este martes 20 de noviembre el juez Marchena renunciara a presidir el Supremo y el CGPJ. Marchena era candidato del PP, siempre ha sido afín a este partido, pero la obscenidad del whatsapp de Cosidó le colocaba en una posición de absoluto desprestigio, como un mero esbirro del Partido Popular y no como un juez que únicamente ha de aplicar la Ley. El whatsapp sólo lo pudo filtrar alguien del PP.

Papelón para Casado

Cosidó es portavoz del PP en el Senado porque así lo ha querido Pablo Casado, presidente de los populares desde el pasado mes de julio. Y su portavoz se ha cargado el acuerdo para la renovación democrática de la cúpula judicial tejido por el ex ministro de Justicia, Rafael Catalá, y quien por cierto coló a Manuel Altava, juez-senador del PP, como candidato al CGPJ, un personaje cuyo enorme patrimonio no se corresponde con lo que gana un juez, un senador, que no declaró totalmente en su declaración de bienes y que entre otras cosas se quedó con una finca del Estado por menos de 700 euros (676). Sí, no se han  equivocado, menos de mil euros en una subasta a la que sólo se presentó él y que firmó Juan Costa como delegado Hacienda en la Comunidad valenciana durante el Gobierno de Aznar.

Cosidó se ha negado -de momento- a dimitir. Y eso que a su intolerable whatsapp hay que sumar que como director general de la policía con Rajoy es sospechoso de haber autorizado el uso de fondos reservados para pagar un soborno al chófer de Barcenas a través  de comisario Villarejo para hacerse con documentos comprometedores para dirigentes del PP y destruirlos. Corrupción del PP, Bárcenas, Villarejo, soborno, fondos reservados y destrucción de pruebas todo en uno.

¿Quién disparó?

Con la acusación de usar fondos reservados para pagar un soborno a través de un comisario actualmente en la cárcel para destruir pruebas contra la corrupción del PP encima, Cosidó estaba en una posición muy débil que la filtración de su mensaje a El Español ha hecho insostenible por mucho que diga que no dimite porque se siente respaldado por Pablo Casado. Con esa frase lo que hace es convertir al presidente de los populares en el responsable de todo y, especialmente de no actuar con contundencia cuando salta un escándalo en las filas del Partido Popular.

Hay otra consecuencia perniciosa para el PP en esta historia: las sospechas sobre el filtrador/ filtradora. Obviamente es un compañero de partido, si no de escaño, del propio Cosidó y las especulaciones circulan por todo el partido sobre si habrá sido alguien de Arenas o alguien de Cospedal o de Sáenz de Santamaría. Veneno para un partido porque eso demuestra que las ganas de venganza dentro de las filas populares están más vivas que nunca.

Pablo Casado tiene un grave problema con el pasado corrupto de su partido, o corta definitiva con él o ese pasado se lo puede lleva a él por delante.