No hay batalla sin contraofensiva. Ante el terromoto que ha causado en el seno socialista la presunta implicación del ya exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo en el caso Mediador y los continuos embistes por parte de la derecha, el PSOE ha decidido dar un paso hacia delante y contraatacar con una de las mayores tramas de corrupción de España: la Kitchen. La trama -que se encuentra todavía en plena investigación y por la que piden 15 años de cárcel para Jorge Fernández Díaz, el que fuera ministro del Interior en el Gobierno de Mariano Rajoy- ha vuelto a los debates del Congreso a la luz de las nuevas informaciones, que apuntan a la involucración del presidente de la Audiencia Nacional y una vigilancia a la exconsejera navarra María José Beaumont, y en plena batalla entre el Partido Popular y el socio mayoritario de la coalición. Mientras los primeros intentan situarse como adalides de la lucha contra la corrupción, los segundos piden reactivar la comisión de investigación sobre Kitchen, una confabulación en la que se utilizaban los aparatos del Estado como herramienta de espionaje y de la que se extrae también la operación Cataluña.

Las investigaciones de la operación Cataluña siguen avanzando. Esta misma semana se han producido las primeras querellas contra el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, por las conversaciones de whatsapps que mantuvo durante casi un año y en plena investigación de la causa con quien fuera número 2 de Interior del Gobierno del Partido Popular, Francisco Martínez. Según las pesquisas, este es uno de los principales responsables de la actuación de espionaje del Ministerio contra el extesorero del PP Luis Bárcenas y quien fuera pagado con fondos reservados. Este paso hacia delante ha sido anunciado por el abogado del chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, y también por parte de Unidas Podemos, que acusa al jefe del órgano jurisdiccional de un delito de revelación de secretos. Sin embargo, no son las únicas partes que han decidido tomar partido en este asunto, al menos a nivel político. Y es que el PSOE ha aprovechado esta percha de actualidad para combatir las arremetidas de los populares a cuenta del Tito Berni.

El PSOE ataca con Kitchen

"Vamos a activar la comisión de investigación de Kitchen a la vista de las informaciones que implican al anterior Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy como quien utilizó de manera ilicita los aparatos del Estado para tapar su corrupción". Así ha anunciado este martes el portavoz del PSOE, Patxi López, la iniciativa de su grupo parlamentario en la Cámara Baja con el objetivo de esclarecer lo sucedido en aquella época. A su juicio, los socialistas no pueden "permanecer ni callados ni al margen" en lo que ha calificado de un "asunto gravísimo para nuestro sistema democrático". Tal y como han matizado fuentes del partido, en concreto han modificado la comisión a través de una enmienda "para cambiar el objeto y recoger toda la acción" del ministerio de Fernández Díaz en lo que han renombrado como Kitchen 3 con la intención de "incluir toda la información sensible, que recoge incluso seguimiento a periodistas, que ha salido a la luz en las últimas semanas".

Tan solo minutos antes de este anuncio en rueda de prensa tras la junta de portavoces, el mismo dirigente ha salido al paso de las críticas de inacción ante la sacudida provocada por el Tito Berni. Según ha explicado, "el único pecado del PSOE es que cinco diputados, ni 15 ni 20 ni 30, fueron a cenar en mesas separadas y respetando el toque de queda" en plena pandemia, por lo que no van a apoyar una comisión de investigación de otras formaciones ni van a liderar una por su parte. "No hay caso, está cerrado en el grupo parlamentario", ha sostenido López con una frase que ha sido centro de reproches por parte de la oposición. Sin embargo, el portavoz ha sostenido que algunos políticos y medios "han señalado y apuntado de manera injusta e intencionada" a algunos socialistas "a sabiendas de que no estaban en cenas ni tenían ninguna relación con el mediador" y ha denunciado el "enorme daño personal y colectivo" que ha supuesto tanto a los diputados como a la formación. "¿Alguien va a pedir disculpas o asumir responsabilidades?", se ha preguntado para cerrar el asunto.

El PP pide más transparencia

Estas explicaciones no son suficientes para el Partido Popular, que lejos de la introspectiva insisten en pedir más contundencia y transparencia a los socialistas por mediador, un caso del que dicen "hay mucho que se tiene que conocer". "Claro que hay caso. No se están dirimiendo responsabilidades, ni hay transparencia ni son contundentes", ha afirmado también este martes su portavoz Cuca Gamarra, quien ha acusado al PSOE y a Patxi López de "poner excusas para tapar" la corrupción que dice hay en el seno del grupo parlamentario. "Es un clan de los Fuentes Curbelo, muy conocidos en Fuerteventura, y representan al PSOE", ha dicho. Así, la secretaria general de los populares ha apelado a su intento de denunciar las corruptelas con una comisión de investigación que ni los socios de coalición ni parte de la oposición quieren apoyar por venir desde Génova. "No habría problema en apoyar una comisión de investigación. Les insisto en que lo hagan ellos y el PP la apoyará", ha afirmado para añadir que "hay distintas posiciones".

"El PSOE dice que no. Los socios dicen que hay que investigar pero rechazan la del PP pero ellos no proponen otra. Ninguno de ellos está dispuesto a impulsar una iniciativa", ha criticado una Gamarra que ha vuelto a insistir en la "transparencia" dentro de la formación socialista. Mientras el PP y Ciudadanos se encuentran a la gresca por apuntarse el tanto de la comisión por mediador, los populares han puesto encima de la mesa del Congreso llevar a cabo una investigación interna que -dice- "no ha tenido buena acogida". "Me llama la atención. El Parlamento europeo ha impulsado una comisión por corrupción al grupo socialista europeo, ha habido una investigación y una declaración censurando la conductas. Aquí todo queda reducido a cinco diputados en una cena pero no hay más explicaciones", ha criticado. Con todo, la secretaria general pone el foco, no solo en los socialistas, sino también en sus apoyos de la legislatura, donde hay disparidad de posiciones al respecto de esta iniciativa en pos de la limpieza democrática. Por su parte, la Cámara Baja ha autorizado la entrega del móvil y el ordenador de Fuentes Curbelo a la jueza.

Tibia defensa de Podemos

Por su parte, desde Unidas Podemos defienden de forma tibia a su socio de Ejecutivo ante este caso y apuntan también a los de Alberto Núñez Feijóo. "Si tenemos que crear una comisión por cada caso de corrupción afecte al PP o al PSOE estaríamos todo el día encerrados", ha manifestado en la rueda de prensa Jaume Asens, portavoz de los comunes, que ha recordado que "el PP ha tenido 300 imputados". "Todas las semanas tenemos un caso. No podemos estar todo el día haciendo comisiones. Creemos que hay una que debería hacerse, que es la de la operación Cataluña, porque es un caso de unas dimensiones descomunales, que afectan a las reglas democráticas. No se puede comparar un caso cutre con otros", ha sostenido Asens en línea con López sobre lo que ha calificado de "una guerra sucia de las cloacas". De forma más templada se posiciones directamente los morados, que aseguran que deben ser los socialistas "los primeros interesados" en investigar. "Debe ser quien presente una comisión en el Congreso y nosotros la apoyaremos", ha anunciado el diputado Javier Sánchez.

La postura de la oposición

Entre los partidos del bloque de investidura las posiciones son más diversas. Desde el BNG califican la actitud del PP de "muy hipócrita y oportunista" aunque tildan el caso mediador de "escandaloso, vomitivo y rechazable". "El PP no tienen ninguna legitimidad combatir la corrupción cuando lleva años tapando la de su partido. Queremos que el PSOE actúe con contundencia. No vale solo con echar al diputado, sino que debe actuar para identificar todas las ramificaciones", ha sostenido Néstor Rego, quien también ha pedido dejar actuar a la justicia y se reservan la posibilidad de apoyar o impulsar una investigación. "No es el momento y menos de la mano hipócrita y demagógica del Partido Popular", ha defendido.

En la misma línea se ha pronunciado Íñigo Errejón, portavoz de Más País, quien ha califica de "graves y preocupantes" las informaciones al tiempo que ha considerado que "el PSOE ha actuado con rapidez apartando al diputado" aunque faltan clarificar "las ramificaciones". Con todo, sí confirman que no se van a oponer a una comisión. "Siempre hemos estado a favor de las comisiones que garanticen la transparencia. Lo hicimos con el PP e incluso con las presuntas corruptelas de la monarquía y en este caso, cuando llegue a junta de portavoces, lo haremos. Nunca nos hemos opuesto", ha anunciado en la sala de prensa del Congreso. En cuanto a EH Bildu, han solicitado añadir en la comisión de investigación de Kitchen el espionaje político que afecta presuntamente a la consejera navarra María José Beaumont.

Entre tanto, ERC pone en duda la intención de los populares. Este jueves el portavoz Gabriel Rufián ha asegurado que su formación va a analizar "el grado de oportunismo" de los de Feijóo para pedir una comisión por Mediador al tiempo que ha reconocido que es "necesario". "Tenemos que leerla al detalle y analizar el grado de oportunismo que tiene el PP en todo esto", ha sostenido en los pasillos del congreso sobre la iniciativa de un partido que -dice- es "experto en corrupción".