En total, 222 agentes de la Policía Municipal de Madrid pidieron la baja por enfermedad el pasado 7 de julio, justo el día en el que se celebraba en la capital la manifestación por el Orgullo.

Ahora, el Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena ha anunciado que investigará y denunciará "por vía penal" a los policías por haber puesto en riesgo la seguridad de los asistentes al orgullo por "razones sindicales o políticas".

Pese a ello, PP y Ciudadanos han apostado por cerrar filas entorno a la Policía Municipal. Ambos partidos han criticado la decisión del Ayuntamiento de denunciar a los agentes asegurando que el dispositivo de seguridad durante las fiestas del colectivo LGTBIQ+ fue un caos. Según han denunciado tanto PP como Cs, hubo policías municipales que tuvieron que estar hasta 12 horas “de pie” y sin poder comerse un bocadillo o agua.

Hay que recordar que los sindicatos policiales están en plena negociación del convenio colectivo con el Ayuntamiento de Madrid, cuya última oferta fue rechazada por el 80% de la plantilla.

Es más, el sindicato mayoritario en el cuerpo, CPPM, pidió a los agentes que no se inscribieran como voluntarios para cubrir las fiestas del Orgullo, en las que participaron dos millones de personas, y ante el anuncio de Javier Barbero de que suspendería los descansos semanales para garantizar la seguridad, el sindicato ya insinuó que muchos de los agentes podrían ponerse enfermos ese día.

Bajas imprevistas

El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, ha anunciado que investigará el elevado número de bajas registradas en la Policía Municipal durante el Orgullo. Una vez se sepa el origen, asegura que "será contundente" con quienes se quedaron en su casa sin estar enfermos, cargando de trabajo a sus compañeros con la "clara intencionalidad" de provocar inseguridad.

Y es que son muchas las dudas que circulan en el ambiente, que hacen pensar que los policías se habrían puesto de acuerdo para alegar una enfermedad inventada, cogerse la baja y no tener que trabajar el día grande del Orgullo.

"¿Me quieren decir que ha habido una epidemia sanitaria?", se ha preguntado Javier Barbero, que ha considerado "obvio" que "algunos" han "incentivado" este tipo de bajas que estuvieron en su mayoría injustificadas.