El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha reaccionado a través de su cuenta de Twitter a las revelaciones sobre Juan Vicente Bonilla, actual alto cargo del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. “Una bomba lapa en los bajos o un sicario venezolano. Así fantasea el último gran fichaje del gobierno de Ayuso con atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”, ha escrito.
“Una bomba lapa en los bajos o un sicario venezolano”.
— Oscar López Agueda (@oscarlopeztwit) May 30, 2025
Así fantasea el último gran fichaje del gobierno de Ayuso con atentar contra el presidente del Gobierno @sanchezcastejon.
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Juan Vicente Bonilla, capitán de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y actual gerente de Seguridad del Servicio Madrileño de Salud, un cargo por el que cobra más de 84.000 euros al año, aparece en el centro de una nueva polémica. Según ha revelado en exclusiva ElPlural.com, Bonilla sostuvo durante años conversaciones privadas en las que no solo atacaba con insultos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sino que también justificaba el uso de la violencia política.
Las conversaciones, mantenidas por WhatsApp con un confidente, abarcan un total de 6.318 mensajes y contienen expresiones como “inútil”, “mentiroso”, “felón” o “mamón” para referirse a Sánchez. En uno de los intercambios más inquietantes, fechado en noviembre de 2016, Bonilla se refiere a su trabajo en la Guardia Civil como una "lucha", una visión que da pie a mensajes posteriores en los que se normaliza la violencia como herramienta política.
En mayo de 2019, tras las elecciones generales que revalidaron al PSOE en el poder, Bonilla y su interlocutor lamentan la presencia de “etarras e independentistas en el Congreso” y llegan a mencionar al exdirigente de ETA Josu Ternera: “Ya. Alto y plomo”, escribe Bonilla en referencia a su detención, recibiendo como respuesta: “Deberíais haberlo coronado de la misma manera”. A lo que el hoy alto cargo del Ejecutivo madrileño contesta: “Pues ya era hora de que probase su propia medicina”.
Los mensajes más graves datan de junio de 2021, cuando Bonilla, al comentar el caso Koldo, especula con métodos violentos contra el Gobierno de Sánchez: “O una bomba lapa en los bajos”, escribe, y añade después: “Algún sicario venezolano”. Su confidente asiente: “Podría ser”. La conversación, de contenido claramente delictivo, no deja dudas sobre el tipo de ideas que manejaba el exagente.
Estas revelaciones refuerzan la sospecha ya existente en el entorno del Gobierno de que una parte de la Guardia Civil podría estar operando como una “UCO patriótica”, presuntamente alineada con intereses judiciales y mediáticos de la derecha para desestabilizar al Ejecutivo. Informes con errores supuestamente involuntarios, filtraciones a medios conservadores, investigaciones de carácter prospectivo o informes ‘ad hoc’ señalados por los propios agentes forman parte de un patrón que ha sido denunciado internamente en la Benemérita.
Algunos agentes han señalado directamente con nombres y apellidos a los responsables de esta presunta trama, que incluso estaría adelantando a medios afines nuevos informes “demoledores” contra el PSOE. La promoción de perfiles como Bonilla dentro de estructuras institucionales autonómicas añade más inquietud en torno al uso partidista de ciertos sectores de las fuerzas de seguridad.