El margen se estrecha para el Gobierno de coalición. Sus socios habituales de la izquierda del arco parlamentario, a saber Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu, se enrocan en el ‘no’ alegando que es una reforma laboral descafeinada y el Ejecutivo se niega en redondo a introducir modificaciones al acuerdo rubricado con patronal y sindicatos. En consecuencia, el PSOE mira hacia la derecha, Ciudadanos. Los naranjas se han abierto a apoyarla toda vez que los socialistas se comprometan a no negociar cambios con el bloque plurinacional. Sin embargo, para que el apoyo de los de Inés Arrimadas no caiga en saco roto es necesaria, al menos, la abstención del PNV, que ya ha avisado de que es condición sine qua non la prevalencia del convenio autonómico.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha retirado en una entrevista en Radio Euskadi que no habrá apoyo, ni abstención "táctica" a la reforma laboral, ni "un dejar pasar" si el texto que se presenta al trámite parlamentario no recoge la prevalencia del convenio autonómico, una demanda de los jeltzales "sencilla y fácil" de cumplir. Ese es su requisito y precisan que “no es difícil de cumplir porque lo que pedimos que suceda ahora ya estuvo en vigor un tiempo y no se cayó el mundo”.

"Cuando haya controversia en los convenios de empresa, que siempre hay que tener una referencia a un marco de protección mínimo para los trabajadores, que ese marco de referencia sea el convenio autonómico, en nuestro caso el acuerdo interprofesional vasco que, además, esta firmado con el aval del 100% de los sindicatos y la patronal”, ha argumentado.

Ortuzar ha afeado la estrategia negociadora del PSOE pues carece precisamente de eso, de ser negociadora: "Nos enteramos de las cosas que nos van a proponer por los medios de comunicación, nadie nos ha propuesto nada”. Cabe recordar, en este sentido, que el diputado y portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, ha lamentado lo mismo, que los socialistas no han llamado para negociar, ni existe ningún espacio habilitado para ello. De hecho, EH Bildu con quien únicamente conversa es con el Ministerio de Trabajo.

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Sobre descargar la responsabilidad -una vez más, sobre los hombros de los jeltzales, Ortuzar ha expuesto que "nuestra responsabilidad es para con Euskadi”, motivo por el cual defienden la prevalencia de los convenios autonómicos y, "en este caso el marco vasco de relaciones laborales frente al estatal". "Si esto no se nos garantiza, el voto del PNV va a ser no, y no va a haber ni abstenciones tácticas ni un dejar pasar, va a ser no", ha afirmado.

Asimismo, ha asegurado que tanto el Ejecutivo como los sindicatos han entendido este extremo, siendo la patronal la que se resiste: “Al Gobierno no le pareció mal, lo entendía, los sindicatos también, e, incluso, CCOO retrasó la firma. Las eticencias vienen por parte de la patronal”.