Oskar Matute, diputado de EH Bildu en el Congreso, es uno de los rostros más reconocibles de los socios del Gobierno de coalición. En las últimas semanas, su formación ha copado buena parte del foco con motivo de la reforma laboral. La izquierda abertzale, al igual que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el PNV, mantienen su rechazo, puesto que entienden que es una reforma descafeinada. Los contactos se han intensificado y seguirá habiendo conversaciones, pero hasta la fecha no se ha registrado avance alguno. Es también uno de los hombres más combativos con la ultraderecha en el hemiciclo y uno de los grandes defensores de la clase trabajadora. ElPlural.com ha conversado con él sobre la reforma laboral, su relación con el PSOE, Vox, los fantasmas de ETA, y la guerra fratricida entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, entre otros muchos asuntos.

Pregunta: Antes de nada, minuto y resultado de la reforma laboral. El Partido Socialista se niega a introducir modificaciones al acuerdo, tal y como pide la patronal, que amenazó con salirse del pacto. El Gobierno de coalición insiste en que quiere aprobarla a principios de febrero. Ustedes están en el ‘no’, Esquerra está en el ‘no’. Y el PNV, de momento, igual. ¿Esperan algunos movimientos?

Respuesta: Bueno, yo creo que quien tiene que propiciar los movimientos será en todo caso aquel que tiene la capacidad para hacerlo porque es el padre o tiene autoría de la ley y además es quien está necesitado sacarla hacia adelante. Nosotros ahí es donde estamos posicionados. Fuimos muy claros con las propuestas, que las trasladamos al Ministerio de Trabajo cuando nos hemos reunido con ellos. Nuestra posición es muy clara. Yo creo que ya a estas alturas es conocida por todo aquel que quiera conocer un poco la posición de cada cual en torno a la reforma laboral. Tendrán que ser ellos los que para con nosotros y nosotras y con el resto de partidos políticos definan exactamente dónde quieren llevar el texto de la reforma laboral. Porque es cierto que quizás la gente no tiene tan en cuenta como lo que es el propio debate de la reforma laboral, qué se hizo, que tendrá que ser el 3 de febrero para cumplir calendario y no pasar por encima de los días naturales que les habilita la Constitución. Tiene dos votaciones. Hay una primera votación, que es la convalidación o no del Real Decreto, y una segunda, que es si se tramita como proyecto de ley o no. Yo creo que ahí es donde se va a ver cuál es la voluntad de este Gobierno para intentar introducir cambios o para intentar por lo menos permitir la labor parlamentaria. A nosotros no se nos puede pedir que no hagamos nuestro trabajo y que no intentemos mejorar la ley. Otros, desde perspectivas antagónicas, pensarán que lo que van a hacer con sus enmiendas o con sus aportaciones será mejorarla o derribarla. Nosotros lo que queremos es que exista una reforma laboral que dé respuesta a las necesidades de la clase trabajadora y creemos que esta no lo es.

"Necesitamos una reforma laboral que dé respuesta a las necesidades de la clase trabajadora y creemos que esta no lo es"

P: Uno de los argumentos que se esgrimen es que el acuerdo no incluye cosas necesarias, que es una reforma descafeinada. ¿No crees que pueda ser positivo este punto de partida, y más adelante, cuando se hayan aprobado los mínimos, seguir avanzando?

R: No. No, y me gustaría creerlo. Me gustaría creer que esto es un primer paso y que luego va a haber más, pero yo creo que la realidad nos empuja a pensar o a determinar que no es así. Por un lado está la presión de la Unión Europea. Estos días ha estado el canciller alemán de visita en el Estado español y ha loado la reforma laboral porque contaba con el aval de los empresarios. Sabemos, además, que esta reforma laboral ha costado tanto sacarla, aún siendo tan menguada con respecto a lo que quería ser. Como digo, ha costado tanto tiempo… Y nada indica que en esta legislatura se pueda desarrollar todo lo que queda. Y lo que nosotros decimos es que, más que una reforma laboral histórica, estamos ante una coyuntura histórica. Es decir, hay una mayoría de izquierdas o por lo menos que se dice de izquierdas en el Congreso de los diputados que podría llevar a efecto aquello que ha prometido y aquello por lo que se ha comprometido con la izquierda social, con la izquierda sindical, con la izquierda política, con las gentes de izquierda de este país. Nosotros no estamos planteando como Bildu una negociación elevando el listón para justificar nuestra posición. No. Hemos sido muy claros. Aquello que hizo salir a las gentes de Euskal Herria y también del Estado español en huelgas generales en 2012, aquello que ha sido un vector de continuidad en los partidos de izquierda, en los sindicatos de izquierda, en las en los momentos sociales, de izquierda en contra, la reforma laboral, queremos que se lleve a la práctica.

Y eso, además, ha venido avalado por las posiciones y declaraciones de todos los partidos de la izquierda parlamentaria y extraparlamentaria, diciendo que había que derogar la reforma laboral, que había que acabar con todos los aspectos lesivos de la reforma laboral. Lo que decimos es que si hay una mayoría de izquierdas en el Congreso seamos leales con la palabra o con el compromiso que adquirimos, porque si no, si nosotros demostramos a las gentes de izquierda que no somos capaces de cumplir nuestros compromisos, es muy probable que lo que hagamos sea que crezca el desencantamiento de toda esa gente para con la izquierda. Y entonces crecerá la abstención y nos tiraremos de los pelos porque veremos gobiernos de derecha y de extrema derecha que nadie quiere ni desea.

P: En este sentido, nadie tiene duda de dónde viene Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo presenta esta reforma como si fuera de izquierdas y en defensa de la clase trabajadora. ¿Es descafeinada la reforma o se ha descafeinado Yolanda Díaz en el Gobierno?

R: Yo creo que la reforma es descafeinada. Yo no quiero poner en tela de juicio ni el compromiso de Yolanda Díaz con los valores de la izquierda ni quiero dudar de los esfuerzos que haya podido realizar para que esa reforma fuera más profunda. Pero la constatación del hecho evidente es que esa reforma está muy lejos de lo que tanto ella como todos los actores de izquierda de este país han venido reclamando. Toda la parte que tiene que ver con la causalidad en las formas de contratación, es decir, aquello que determina que un empresario, por causas técnicas, organizativas o económicas, pueda despedir a gente, no se ha tocado. Aquello que determina que un empresario aún con beneficios, porque esos beneficios no han sido los que había previsto un consejo de administración del año anterior, pueda despedir a gente. No se ha tocado todo lo que tiene que ver con recuperar indemnizaciones por despido a los niveles anteriores a 2010 y 2012. No se ha tocado todo lo que tiene que ver con los salarios de tramitación, que puede ser un nombre poco accesible para entender lo que hay detrás, pero que significa que la gente que despiden con despido improcedente no se quede durante meses mirando al cielo pero sin ingresar ni un duro. No se ha tocado y nosotros creemos que todo eso se tiene que tocar junto con la desestatalización o con la autorización administrativa de los ERES.

Yo creo que hay muchas materias que, ya digo, no son un objeto de debate ahora porque sean nuevos o porque EH Bildu los haya puesto encima de la mesa ahora para sorpresa de nadie. Son los elementos que cualquier sindicato del Estado español y de Euskal Herria, de cualquier formación política de izquierdas, del Estado español o de Euskal Herria, que cualquier movimiento social crítico de izquierdas del Estado español o Euskal Herria ha venido poniendo encima de la mesa día tras día, mes tras mes y año tras año desde 2012, para significar lo que había que recuperar en derechos y en dignidad para la clase trabajadora. No hemos hecho otra cosa y esa es nuestra labor y ese es nuestro compromiso. Siempre decimos que nuestra palabra vale y que nuestro compromiso y nuestro contrato que nos obliga es el que adquirimos con nuestra base social y con nuestra base militante. Y a esa gente le hemos dicho por activa y por pasiva que nos íbamos a dejar las pestañas para derogar la reforma laboral y para devolver dignidad a sus vidas. Y vamos a seguir en ello.

"Hemos dicho por activa y por pasiva que nos íbamos a dejar las pestañas para derogar la reforma laboral"

P: ¿Cómo crees que va a afectar a la legislatura que el Partido Socialista pueda estar mirando a Ciudadanos para sacar delante la reforma laboral?

R: Bueno, pero al final eso es una aritmética de corto vuelo. Puede mirar a Ciudadanos ahora para lo que queda de legislatura, pero es que los ciudadanos hablarán dentro de dos años o cuando quiera que se convoquen las elecciones generales y se volverán a determinar unas determinadas alianzas. Nosotros no tenemos ningún indicador que nos diga o que le diga al Partido Socialista, no sé si para alegría o para disgusto, que la izquierda soberanista vasca vaya a pesar menos de lo que pasa ahora. Muy al contrario. Nosotros creemos que tenemos una cierta pujanza, si se quiere un viento de cola, por lo que estamos haciendo y porque al final estamos diciendo lo que hacemos y hacemos lo que decimos, que hace que vayamos a ser otra vez un actor importante en el Congreso de los Diputados. Y probablemente ahora puede haber quien quiera buscar un atajo de comodidad o de placidez para este año y medio o año y nueve meses que le queda de legislatura; pero como digo, las urnas volverán a llamar y junto con las urnas nos volveremos a contar con una realidad social y económica bastante complicada, donde habrá que elegir. O elegimos caminos que probablemente ilusionen a las tecnocracia y a las élites europeas pero disgustará a los de las trabajadoras o abordamos un verdadero camino de transformación. ¿Si apuestan por el camino de transformación? Se encontrarán con EH Bildu. Si apuestan por otro como el que puedan querer estar tentados de iniciar ahora, tendrán que buscar otros socios. Pero la realidad es un martillo pilón. Y la realidad, y no lo digo yo, ni lo dice Euskal Herria Bildu, lo dice Cáritas y Foessa, está diciendo que esta crisis, aún con todo lo que se ha hecho y sin desmerecer lo que se ha hecho también desde el poder público, ha supuesto un shock y nunca imaginado para la sociedad. Que los ricos, o que el 1%, ha duplicado sus beneficios y el 99% se ha empobrecido. Que la gente que está en riesgo, en riesgo severo de pobreza o exclusión, se ha aumentado a niveles preocupantes en Euskal Herria y en el Estado español todavía más. Y esa es la realidad que nos interpela, por lo menos a nosotros y a nosotras. Y para acabar con eso, no puedes seguir con lecturas neoliberales y con lecturas de flexibilidad y de nula presión fiscal o de leve presión fiscal para los más poderosos, sino que tienes que redistribuir la riqueza. Y redistribuir la riqueza supone hincarle el diente por otro lado diferente al que se venía haciendo.

P: Hablando de encontrarse con el PSOE, otro obstáculo para el denominado bloque plurinacional: la ley de memoria histórica. ¿Cómo está el asunto y en qué punto se encuentra EH Bildu?

R: Creo que es una ley que está teniendo sus sus vaivenes. Yo creo que le sobran borradores, le sobran filtraciones y lo que falta son concreciones. Y nosotros y nosotras, lo que hemos señalado una y otra vez es que la Ley de Memoria Histórica tiene que servir para abordar de una vez por todas, porque han pasado ya 40 y pico años desde que se gestó la famosa Transición, para abordar ese capítulo que durante el tiempo no se ha podido, no se ha querido o alguien ha impedido que se abordará. Y es el de la reparación, la justicia y la verdad para todas las víctimas. Y ahí lo que dicen las asociaciones memorialistas pesa mucho en la posición de Euskal Herria Bildu, porque creemos que lo que pasó en el Estado español durante 40 años y lo que sufrimos tanto en Euskal Herria como el Estado español, o sufrieron cientos de miles de personas por culpa de una dictadura franquista -o casi de corte fascista, no puede quedar sin respuesta.

"A la ley de memoria histórica le sobran borradores, le sobran filtraciones y lo que falta son concreciones"

En Alemania tuvieron su Núremberg, en el Estado español no hubo uno. En España los franquistas se despertaron demócratas de la noche a la mañana con una especie de amnistía o amnesia colectiva que dijo que era mejor no tocar nada de eso. Nosotros creemos que todo el mundo tiene derecho a la verdad, la justicia, la reparación. Estas víctimas y todas, lo decimos con toda claridad.

Oskar Matute en ElPlural.com

P: Decías de aprovechar los vientos de cola de una mayoría de izquierdas, pero lo cierto es que si se mira la fotografía a nivel global, ha habido una derechización de la política nacional con la entrada de Vox en el Congreso. ¿Cómo es convivir con ellos en el hemiciclo? ¿Cómo es el día a día? ¿Cómo lleva Bildu, sobre todo, la presión mediática que se está ejerciendo desde lo que se tiende a calificar como burbujas mediáticas de la ultraderecha que parecen empeñadas en rescatar viejos fantasmas?

R: Yo creo que la palabra convivir, seguramente, en formas terminológicas conlleva más que lo que hacemos nosotros con Vox. Nosotros, creo, que si acaso coincidimos en un determinado espacio físico durante un tiempo, pero no convivimos con Vox. Es decir, su propuesta política y la nuestra son antagónicas. No tenemos ningún reparo en señalar que para nosotros las propuestas políticas que defiende Vox son la negación de la libertad, la democracia, los derechos de nuestro pueblo, la dignidad de las personas que habitan nuestro pueblo y cualquier otro pueblo, porque entroncan con las corrientes políticas que durante el siglo XX se llevaron por delante libertades, se instalaron regímenes autoritarios… Y por tanto, no tenemos ninguna intención de ir más allá de esa mera coincidencia temporal en un espacio físico concreto. Siquiera, para rebatir sus sus mentiras y para rebatir sus discursos de odio y de xenofobia, homofobia, etc..

Pero sí que creemos que la presencia de Vox tiene responsables. Evidentemente les ha votado gente y no son pocos. Y eso es un elemento también que tiene que inducir a la preocupación a cualquiera que que apueste por una democracia cada vez más amplia, cada vez más ensanchada en libertades y derechos. Pero más allá de esa responsabilidad individual de cada cual que le haya votado, hay también una lectura que hacer. Y es que mucho o mucha parte del poder mediático y de las élites económicas han querido que existiera Vox. Y estas polémicas artificiales o esta era de las fake news, tiene mucho que ver con que hay muchos medios de comunicación y muchas élites económicas detrás de sus medios de comunicación que no son cooperativas, prácticamente ninguno de ellos, que necesitan que se genere el marco propicio para la extrema derecha, para que ésta pueda tapar sus carencias, que son muchísimas, y para que pueda articular respuestas muy simples a problemas aparentemente muy concretos que puedan seguir alimentando su expectativa. Eso lo ha hecho Steve Bannon con Trump en su momento y se ha hecho en otros lugares del mundo, se tapa toda la vacuidad de un discurso que no está articulado, que no tiene una lectura que pase por mayor bienestar, mayor progreso; sino que pasa un sálvese quien pueda y pasa, en todo caso, por el penúltimo contra el último. Siempre preservando el poder de las élites. Claro, ellos son de alguna manera la la guardia de Corps, la fuerza de choque de las élites económicas, de esas élites económicas que dominan todavía todos los resortes de la vida pública, la mediática, la económica y a veces la política.

"Siento vergüenza ajena cuando escucho que 'ETA gobierna en España'

P: Con respecto a la derecha y a la ultraderecha, ¿qué sientes personalmente cuando escuchas frases como la de Casado de que “ETA gobierna en España o la de Abascal sobre ilegalizaros?

R: Bueno, con las frases así más gruesas de que ETA gobierna en España o de las vacas y demás cosas y los agricultores… Siento vergüenza ajena. La primera reflexión como ciudadano es que siento vergüenza ajena. Ningún país, ningún Estado, yo diría que casi ninguna corriente de pensamiento político o ideología o partido se merece tener que soportar esas bondades. A partir de ahí, que la derecha y la extrema derecha alienten de manera consecutiva discursos que intentan señalar la ilegalización de la izquierda abertzale nos dice algo que nosotros ya les hemos dicho desde la tribuna a ellos. No les molesta lo que decimos, no les molesta lo que planteamos. No es que les guste tampoco, claro, pero no les molesta. Lo que les molesta es nuestra propia existencia. Ellos creían que una vez acabada ETA se iba a acabar todo lo que tenía que ver con un conflicto no resuelto en términos de búsqueda de la soberanía por parte de un sector significativo del pueblo vasco. Porque esa búsqueda, ese ansia de soberanía, de independencia, existía antes de que naciera ETA, seguirá existiendo después de ETA y sigue existiendo después de ETA, como se demuestra y se constata elección tras elección. Eso es lo que realmente les molesta. Y contra eso, claro, pues tienen la misma posición -y esto no es nada novedoso, sería casi un remake- que tuvo la Santa Inquisición para con las brujas y los famosos juicios de la Santa Inquisición. Es decir, la persigo, la elimino, la criminalizo y a partir de ahí, intento que desaparezca. Siempre les decimos lo mismo. Nosotros no hacemos grandes esfuerzos para que la gente nos vote. La gente nos vota porque representamos un sentir. Y ese sentir, en nuestro caso muy vinculado a construir una nación, una república vasca libre y soberana, con pilares o basamentos de izquierda, cala y muy fuerte en mucha gente de nuestro país. Yo no desmerezca a nadie por lugar en el que vive ni donde ha nacido, por supuesto, y seguramente hay gente de izquierdas en todos los lugares del mundo, pero sí les diría a toda esa gente que entiendan que en Euskal Herria la sociedad apuesta por valores inclusivos. La sociedad apuesta por crear una sociedad vasca que no va contra nadie, sino que va a favor de sí misma y dispuesta a colaborar con otras. Y ese es nuestro anhelo y eso es lo que le molesta a Vox y al PP, porque en el fondo nosotros estamos haciendo una propuesta que cualquiera de esas personas que no viviendo en Euskal Herria la escucha, si viviera en Euskal Herria, la querría para sí si tiene una lógica de pensamiento progresista.

P: Hemos escuchado a Oskar Matute en no pocas ocasiones condenar la violencia de ETA y abogar y defender la reparación de todas las víctimas. En 2021 vimos un mensaje que a mi juicio es uno de los más importantes no ya de todo el curso pasado, sino de los últimos años Vamos a ver, si te parece, a Arnaldo Otegi [vídeo]. ¿Cómo recibiste este comunicado?

R: Con alegría. Soy miembro de la acción política Euskal Herria Bildu y estaba al tanto de cuáles iban a ser las coordenadas de esa intervención. Tampoco es ninguna novedad para ningún militante de Bildu, porque Bildu desde el año 2011 cuando surge, señala ante la sociedad vasca que, como he dicho antes, es para nosotros el mayor fedatario de todo lo que hacemos y sabemos; que no íbamos a parar de dar pasos aunque fuera de forma unilateral para intentar generar un nuevo escenario donde lo que muchos y muchas habíamos vivido no fuera una realidad endosado a generaciones venideras. Y yo me siento muy orgulloso de que sigamos dando pasos. Y creo también que tendremos que dar más pasos. Y creo además, que seguramente, y esto lo digo con más pesar, lo tendremos que hacer de forma unilateral, porque nos seguiremos encontrando con discursos que dirán que de no sé qué cosas, no hay nada que hablar, que eso ya está olvidado… Mientras a nosotros se nos seguirá exigiendo todo lo imaginable y lo inimaginable. Pero yo creo que por lo menos en la sociedad vasca, otras conozco menos y puedo hablar menos, creo que se premia la coherencia en nuestra sociedad y se premia el compromiso y la sinceridad. Nosotros estamos muy lejos de la perfección, pero somos bastante, bastante transparentes. Y como somos muy transparentes, la gente sabe lo que espera o lo que puede esperar de nosotros y de nosotras. Y la sociedad vasca, de hecho, lo recibió como un paso importante, como un paso significativo. Hubo testimonios de víctimas de ETA que así lo señalaron y hubo testimonios de la sociedad en su conjunto que lo señalaron. Para nosotros eso es lo importante, sin desprecio ni demérito de lo que puedan opinar en otros lugares. Pero realmente lo importante es eso, porque es ahí de donde nacemos y es ahí donde volcamos todos nuestros esfuerzos y todo lo que intentamos conseguir, a lo mejor precisamente de esfuerzos.

P: El mensaje, efectivamente fue muy importante. Es muy difícil encontrar a Bildu en una votación en contra de la clase trabajadora y los que estamos allí [Congreso] sabemos cómo trabaja Bildu. Ahora bien, también es cierto que existen eclipses, digamos. Como por ejemplo, cuando hace poco se hace un ongi etorri en Navarra a Mortadelo, que asesinó a un niño. ¿No crees que este tipo de cosas acaba empañando la labor que hay detrás y que subyace a todo el trabajo parlamentario, tanto aquí como en el País Vasco? ¿No crees que estos gestos hacen que, pese a los esfuerzos por sin desvincularse de esos sectores como Sortu -que ahora nombran para la dirección al último jefe de ETA, David Pla- se eclipse el resto?

R: El homenaje al que has hecho alusión en Nafarroa es un homenaje que no cuenta con ningún aval de Euskal Herria Bildu y de Sortu. Yo creo que Sortu sale al día siguiente o el mismo día precisamente a  desautorizar que haya medios de comunicación que intentan imputar a Bildu lo que algunos sectores de la sociedad vasca, que existen, que son críticos con la evolución que ha podido realizar Euskal Herria Bildu, siguen manteniendo. Y es en todo caso a ellos a los que habría que señalarles si les parece correcto o no hacer este tipo de cosas, pero no Euskal Herria Bildu, que ya ha dicho que iba a trabajar y lo ha hecho, y Sortu salió señalándolo. Y el colectivo de presos y presas políticas vascas, el de EPPK, que tiene una cierta autoridad sobre todos los presos de ETA, ya señaló que se acabó el tiempo los ongi etorris y que desde luego con eso no pretendían ni querían añadir en modo alguno añadir dolor añadido a nadie. Aún cuando la Audiencia Nacional haya determinado que son legales. Y aún cuando, también lo digo para que la gente lo conozca, que pese a esta polémica desde el punto de vista interesada, solo podamos datar dos ongi ettoris en el año 2021. Que parece que hubiera sido todas las semanas y a todas horas.

Eso con respecto a luego a este primer elemento que señalabas. Con respecto a la otra sucesión de elementos, pues yo creo que siempre lo decimos con mucha claridad. Nosotros estamos dispuestos a dar todos los pasos que la sociedad vasca nos reclame. Los vamos a dar. Lo que nadie puede pedirnos es que compremos un marco que no compartimos o que utilicemos palabras que otros quieren utilizar como dagas contra nosotros y nosotras, con nuestro lenguaje, con nuestras formas de expresarnos, diremos lo que creemos que tenemos que decir en todo momento. Y yo creo que ahí la posición es clara, porque a mí me sorprende mucho todavía la cantidad de veces que en todos los medios de comunicación del Estado español, en todos los diarios de provincias, y lo digo esto sin ningún carácter peyorativo hacia hacia esos medios, hay algún tertuliano, algún columnista que decide meter a Bildu por medio y a los filoetarras y demás. Yo creo que están alimentando una retórica del pasado de manera interesada. Pero se les va a desmontar con el tiempo porque no existe esa realidad que ellos plantean. Quizás a alguien en Zamora o en Murcia, desde la distancia y la lógica desconexión que da la distancia, pueda parecerle creíble lo que le plantean. Pero la realidad es que eso no, no es tal cual. Es que no existe. Es que las calles de Euskal Herria, probablemente y por fortuna, no son el hervidero y el caos que a algunos le gustaría que fueran.

Oskar Matute en los estudios de ElPlural.com

P: El comunicado que hemos visto del señor Otegi es en la víspera de las negociaciones por los Presupuestos Generales del Estado con el PSOE. ¿Cómo ha cambiado la relación con el Grupo Socialista en los últimos meses? Lo digo porque hace apenas un año parecía teneros poco menor que alergia. Se cuidaban mucho de no fotografiarse juntos.

R: Yo creo que sufren de manera directa la presión de ese relato, del relato de traición a las víctimas, de pactar con una fuerza que no es democrática, la fuerza que dice que hay que romper España, una fuerza que ha generado tanto dolor en el conjunto de sociedad española… Yo creo que ese relato lo sigue sufriendo el Partido Socialista y eso es verdad. Y les cuesta bastante entender que una aparición pública junto con nosotros y nosotras les pueda dañar.

Todo esto de Euskal Herria para abajo. Porque en Euskal Herria habría que recordar que en Nafarroa, María Chivite [PSOE] es la presidenta de Navarra gracias a nuestros votos. Javier Maroto también negoció con Bildu, dijo que estaba dispuesto a negociar y que se toma potes con no sé quién, con una hondura intelectual propia de la persona. Pero como digo, yo creo que tendría que darse cuenta el Partido Socialista que esa presión no va a arreciar. Esto sirve también para lo de la reforma laboral que hablábamos al comienzo. Contentar las exigencias de la derecha y la extrema derecha es imposible porque siempre van a elevar los umbrales de exigencia y lo único que hacen es llevarte a un terreno en el que, digamos, en un marco de plano, a blancos y negros, siempre te acaban ganando porque nunca eres lo suficientemente blanco como para ser aceptado por ellos. Y yo creo que haría muy bien en escuchar, por ejemplo, a sus compañeros del Partido Socialista de Euskadi o del Partido Socialista de Navarra, con quienes mantenemos una actitud normal. Colaborativa cuando se puede y, desde luego, de discrepancia cuando cuando toca. En el Congreso intenta hacer lo mismo porque al partido le daría urticaria, pero estos no son los primeros Presupuestos que aprobó Euskal Herria Bildu. Los anteriores también los aprobamos. Bildu votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez. Esto arranca con su legislatura y nosotros siempre nos hemos comportado del mismo modo. Y yo creo que nadie podrá decir que Euskal Herria Bildu ha traicionado en algún momento la palabra que ha podido dar en cualquiera de esos sitios que he señalado o en otro tipo de iniciativas o leyes, cuando hemos dado esta palabra.

P: Para concluir. ¿Qué le parece Isabel Díaz Ayuso? ¿La espera pronto por el Congreso de los Diputados en la bancada popular?

R: [Risas]

Yo creo que Pablo Casado se cree o le hacen creer que va a ser el próximo presidente de Gobierno. Pero yo tendría bastante cuidado, quizás más cuidado que de mis adversarios políticos, de mis supuestos aliados o en este caso, aliadas políticas. Porque no parece que las relaciones entre uno y otro sean sean idílicas. En ese pulso puede existir la posibilidad o la probabilidad de que le reemplace. Sinceramente, yo sé que ha ganado las elecciones y que ha obtenido un resultado muy importante en Madrid -y lo digo moviéndome desde el respeto, tampoco quiero yo caricaturizar ni a la sociedad madrileña, ni siquiera sus votantes-, pero en lo personal, a mí me cuesta entenderla. Entiendo bastante bien el castellano, ceo que tengo ciertas nociones para entender claves políticas y me cuesta muchísimo entender lo que plantea porque muchas veces son una colección de frases inconexas y deshiladas. Dará juego con esas intervenciones parlamentarias. No os aburriréis los periodistas que tengáis que cubrirlo. Ahora bien, será hilarante el día que alguien la compare con Churchill, o con Adenauer, o con gente así.