En su viaje a Bruselas para defender los Presupuestos ante la Unión Europea, Pedro Sánchez se quedó sin terminar su explicación cuando Jean-Claude Juncker le apartó cogiéndole del hombro.

En el momento en el que ambos líderes se encontraban fotografiando protocolariamente ante la prensa, durante el saludo, el presidente del Gobierno no parece prestar mucha atención a las cuestiones que le plantean los periodistas. La primera pregunta a la que Sánchez se enfrentar fue directa: “Presidente, ¿ha autorizado a Iglesias a negociar los Presupuestos en la prisión?”.

Aunque el líder del Ejecutivo español sonríe y responde: “A Juncker, sobre todo, quiero mostrarle nuestra colaboración…” Y en ese momento, antes de que pudiera pronunciar la siguiente palabra, el presidente de la Comisión lo aparta firmemente avanzando con él hacia la salida.

La cara de Pedro Sánchez cambió en ese momento, y recordó lo ocurrido en la recepción del pasado 12 de octubre, cuando un trabajador de la Casa Real tuvo que apartar a Sánchez y su mujer del lado de los reyes mientras saludaban a los invitados en el besamanos. Un presunto error de protocolo que, según explicó Zarzuela después, no fue del presidente del Gobierno, sino de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, puesto que el plan era mostrar un apoyo institucional a la Monarquía tras la reprobación del Parlament catalán.