El Partido Popular y José María Aznar han sacado la pipa de la paz y se dedican halagos cuando tienen ocasión, ahora que Mariano Rajoy es historia y ya no vuelan los cuchillos de Génova a FAES y viceversa. En la cuenta oficial del partido se dedican emojis en forma de besos al expresidente del Gobierno, mientras éste en su última entrevista, con El Mundo, dice que Pablo Casado "tiene unas condiciones extraordinarias de liderazgo".

"España tiene mucha suerte de que Pablo Casado esté al frente del Partido Popular", añade Aznar, antes de recalcar que el nuevo líder del PP es "la persona que puede recuperar el centro derecha, que puede recuperar el Partido Popular".

El PP ha agradecido el comentario del expresidente con un emoji de un corazón y el mensaje: "Gracias, José María".

Un tuit impensable en tiempos de Mariano Rajoy, cuando desde la dirección del partido se guardaba silencio tras los ataques del expresidente o se les repelía con discreción.  En junio pasado, Aznar llegó incluso a mostrar su satisfacción tras la caída de Rajoy al afirmar que se estaban viviendo "días animados". Llamó a la reconstrucción del centroderecha, que, a su juicio, fue "desarticulada" en la etapa de su sucesor. El expresidente, además, criticó a Rajoy que se mostrara como una víctima de la moción de censura. “Hay que saber también que el victimismo, cuando se ejercita como política, es exactamente lo contrario al liderazgo. Y que, al final, quien lo ejerce, no es sino víctima de sí mismo”, afirmó con dureza.

Mariano Rajoy, que durante años respondió casi siempre con su silencio a las críticas de Aznar, en esa ocasión rechazó que hubiera que reconstruir el centroderecha porque "el partido de centroderecha es el PP", afirmó.

El Congreso de Valencia en 2008

La desconexión entre Aznar y Rajoy viene de lejos, desde que José Luis Rodríguez Zapatero volvió a ganar al PP en 2008 y el gallego, herido de muerte, enfrentó un Congreso popular del que sorpresivamente salió ileso. Desde entonces el entorno del expresidente, en el que destacaba Esperanza Aguirre, afilaron sus cuchillos. Rajoy optó por una renovación que dejaba atrás el legado de su precedesor y para la que apostó por los rostros frescos de Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal.

La ruptura de FAES con el PP

Los desencuentros entre Rajoy y Aznar se sucedieron en el tiempo y en enero de 2015 el el presidente de FAES lanzó lo que fue más un dardo que una pregunta, nada más y nada menos, en la Convención Nacional del PP: "¿Dónde está el PP... Aspira a ganar las elecciones?".  El expresidente no dejó desde entonces de poner en cuestión al Gobierno popular en asuntos como la política económica o la crisis en Cataluña, pero la ruptura total se escenificó en diciembre de 2016 cuando Aznar anunció que renunciaba a la presidencia de honor del PP y que FAES se desmarcaba del partido para seguir su rumbo en solitario.