El expresidente José María Aznar se ha mostrado este martes con ganas de hablar, al menos con ganas de “satisfacer las inquietudes” de todos tras el adiós de Mariano Rajoy y tras lo que ha definido como “unos días animados”.

Y lo ha hecho pues, durante la presentación del último libro de Javier Zarzalejo, ha tenido mensajes para Rajoy y su uso del “victimismo”, sobre la crisis que atraviesa España por el independentismo catalán, sobre la corrupción que señala y condena al Partido Popular y, quizás el más llamativo, en el que se ha ofrecido para la “reconstrucción del centro derecha nacional”.

Y es que Aznar considera imprescindible la reconstrucción del centroderecha en España, una posición política que está "desarticulada", y para ello ha ofrecido sus ideas y su persona. En otras palabras, Aznar dejaba caer que, si el partido, le busca, él allí estará para ayudar en el futuro del Partido Popular y en la búsqueda de un sucesor para Rajoy.

"El centro-derecha español ha sido desarticulado. Lo que estaba unido hoy está dividido y, desgraciadamente, parece enfrentado", ha insistido y ha recordado su advertencia de hace tres años de que el PP debía rectificar sus políticas si quería sobrevivir a crisis más graves.

Tras lamentar que sólo recibió por ello "descalificaciones e improperios", ha hecho su ofrecimiento de colaboración. "Si se estuviese dispuesto a ello, desde mi posición actual y no desde ninguna otra, contribuiría con mucho gusto para que los españoles pudiesen tener esa mayor garantía de estabilidad y de seguridad en el futuro"

Eso sí, sus palabras no suenan a vuelta, pues ha dejado claro en varias ocasiones que su ayuda llegará desde la posición que ocupa en estos momentos. Según ha resaltado lleva 15 años fuera de la política y se marchó por decisión propia, sin que nadie se lo pidiera, en un claro mensaje a Rajoy. “Lo dejé voluntariamente sin que nadie lo pidiera”, ha dicho.

"Mi compromiso es con mi país, con España y con los españoles. No tengo ningún compromiso partidario, ni me considero militante de nada ni me siento representado por nadie", ha recalcado Aznar. Porque “todo lo que diga esta tarde aquí lo digo a título estrictamente personal”.

Porque para el expresidente atravesamos “tres crisis que, en mi opinión, vive la sociedad española: una crisis de secesión motivada por un intento de golpe de Estado en Cataluña, una crisis del sistema de partidos y una crisis de liderazgos”.

El ataque a Rajoy y el "victimismo"

Anzar se sentía cómodo con un salón de actos a rebosar de prensa, pero también de caras cercanas. Entre los allí presentes, periodistas como Hermann Tertsch o compañeros de política como María San Gil.

En este ambiente, con las primeras filas de asientos reservados para miembros de FAES y bajo la atenta mirada de su mujer y exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, Aznar ha atacado al que un día fue su sucesor, el elegido, Mariano Rajoy.

“En mi opinión España vive hoy una situación políticamente muy delicada” por una crisis de liderazgo causada tanto por Pedro Sánchez como por Mariano Rajoy.

Aznar ha criticado que “los que tienen peores resultados, lejos de asumir responsabilidades, no solamente no las asumen, sino que son elevados a las responsabilidades más altas de un país” en alusión al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Es necesario reconstruir la izquierda nacional”, “no sé los proyectos actuales de los dirigentes del PSOE, si es que los tienen”, ha dicho.

Pero para el expresidente, no toda la culpa es del PSOE y de los que le apoyaron en la moción de censura. El “victimismo” de Rajoy también ha tenido su peso.

“Hay que saber también que el victimismo, cuando se ejercita como política, es exactamente lo contrario al liderazgo. Y que, al final, quien lo ejerce, no es sino víctima de sí mismo”, ha pronunciado Aznar con dureza para intentar desarticular el discurso de Rajoy de sus defensores que han llegado a definir la moción de censura perdida por Rajoy como un hecho antidemocrático.

Se aparta de la corrupción del PP

“No han sido los ciudadanos los que han dado la espalda a los partidos, han sido los partidos los que han dado la espalda a los ciudadanos”, sembrando “el desconcierto entre muchos electores”.

Y para cerrar lo que ha definido como una breve intervención, pero que ha durado más de 10 minutos, ha mandado un mensaje para limpiar su nombre, para que su mandato en el Ejecutivo quede fuera de las acusaciones de corrupción.

Tras la condena de la trama Gürtel que ha convertido al PP en el primer partido de la democracia condenado por corrupción, Aznar ha usado aquello de que cada palo aguante su vela. En su opinión, sus años de Gobierno están limpios y eso es lo que importa. O al menos a él, José María Aznar.