Otro año más, toca volver a enfundarse el mono de trabajo. El inicio del nuevo curso político en España, marcado por la reactivación de la actividad legislativa tras el parón veraniego, presenta una serie de retos significativos tanto para el Gobierno como para el resto de los partidos políticos. La situación se augura compleja y llena de desafíos que deberán ser gestionados con cautela en un escenario donde las tensiones internas y externas serán la norma. La política española se prepara para un año decisivo, donde la habilidad para gestionar conflictos y construir consensos será clave para todos los actores involucrados. Como partido en el Gobierno, el PSOE se enfrenta a la tarea monumental de aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2025.
En el plano legislativo, el Gobierno tiene en agenda una serie de reformas, como la derogación de la "ley mordaza", que ha generado divisiones dentro de la coalición, y la implementación de su plan de regeneración democrática. También enfrenta desafíos judiciales que podrían tener un impacto significativo en la estabilidad del Ejecutivo, como los procesos relacionados con Begoña Gómez y las tensiones internas evidenciadas por la ruptura con figuras clave como José Luis Ábalos. También resulta imprescindible continuar con el reto iniciado en la gira africana de combatir la inmigración ilegal y seguir buscando la integración de aquellos que huyen de la miseria y buscan en Europa un lugar en el que mejorar sus condiciones de vida.
En la oposición, el Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo, tiene la tarea de consolidar su liderazgo y coordinar una estrategia unificada en todo el territorio. La acogida de inmigrantes, un tema que está cobrando relevancia, será uno de los ejes de su campaña para debilitar al gobierno socialista. Además, el PP deberá gestionar sus relaciones con Vox, en un contexto donde la derecha se encuentra dividida sobre cómo abordar cuestiones clave como la migración y la política fiscal. Además, Feijóo tiene ante sí buscar la diferenciación respecto a la ultraderecha ya que es muchos aspectos, ambos partidos se desdibujan.
Vox, por su parte, continuará su estrategia de oposición radical, intentando capitalizar el descontento social y reforzar su postura en temas como la inmigración y la unidad de España. No obstante, enfrenta un desafío interno de cohesión y debe abordar la posible competencia de formaciones emergentes como Se Acabó La Fiesta, que podría fragmentar aún más el voto de derecha.
En cuanto a Sumar, el partido liderado por Yolanda Díaz enfrenta un reto interno crucial: redefinir su identidad y consolidar su espacio político dentro de la coalición de gobierno. Tras un ciclo electoral adverso, Sumar deberá clarificar su estrategia y su papel dentro del Ejecutivo, todo ello mientras mantiene la cohesión entre sus distintas facciones. La necesidad de renovar su proyecto y de diferenciarse del PSOE, que ha dominado la agenda ideológica, será clave para su supervivencia política.
Ante tal reto, es importante estudiar la clave electoral de toda esta situación. ¿Cómo llegan los partidos a un nuevo curso político? ¿Qué sucedería en el caso de que hubiera un adelanto electoral? En pos de informar a sus lectores sobre qué dicen las encuestas más importantes de nuestro país sobre las opciones electorales de los diferentes partidos políticos de nuestro país, ElPlural.com vuelve a publicar una nueva edición de La madre de todas las encuestas. Para la primera publicación de este nuevo curso político, hemos realizado un promedio de las encuestas publicadas por Simple Lógica, NC Report y Electomanía.
Intención de voto
En un nuevo sondeo de intención de voto, el Partido Popular (PP) se consolida como la fuerza política más votada con un 34,2% de los apoyos, superando al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que obtiene un 30%. Esta ventaja del PP de 4,2 puntos porcentuales refleja una creciente preferencia por la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo, en un contexto político marcado por la incertidumbre y los desafíos de la vuelta al curso político.
Por su parte, Vox se mantiene como la tercera fuerza con un 10.1% de intención de voto, mientras que Sumar, registra un 6,6%. A su vez, Unidas Podemos (UP), una de las formaciones que compiten por el electorado de la izquierda, se queda con un 3,4%, mostrando una caída significativa en comparación con periodos anteriores.
Finalmente, la nueva formación Se Acabó La Fiesta (S.A.L.F.), liderada por Alvise Pérez, sorprende al alcanzar un 4% de los apoyos, situándose por delante de UP y consolidándose como una opción emergente en el espectro político español.
Estos resultados reflejan un panorama electoral fragmentado, donde el PP y el PSOE continúan siendo los principales actores, pero con una creciente dispersión del voto en las opciones a su derecha y a su izquierda.