La Comunidad de Madrid aplaza de momento su salida a Bolsa para no "malvender" la empresa, según ha anunciado este miércoles el presidente del Canal de Isabel II y números dos del Gobierno regional, Ignacio González. Además, ha anunciado el nacimiento de una nueva sociedad, que se denominará Canal de Isabel II Gestión S.A., que deja el reparto de las cuotas de poder en la empresa pública en un 80% para la Comunidad y un 20% para los ayuntamientos de la región.

Manos libres: González se carga a los sindicatos de la nueva sociedad
El plan de privatización parcial sobre el 49% de la compañía estipulaba que del resto, el 32% sería para el Gobierno regional y el 19% para los ayuntamientos, y tras la paralización de la venta Aguirre ve así como aumenta su peso en el Canal sobre lo previsto. La participación de cada Consistorio en la nueva sociedad irá en función del número de habitantes de cada uno, de manera que a Madrid capital le corresponderá el 10,5% del capital social, por ser el municipio con mayor población. La nueva sociedad contará con su propio Consejo de Administración y su presidente no será otro que el propio González, que además se carga de un plumazo a los representantes del Estado -la mayor parte del patromonio del Canal se ha levantado con dinero nacional- y a los de los sindicatos.

La nueva sociedad se ocupará de la explotación, operación, mantenimiento y conservación de la red general de infraestructuras hidráulicas durante 50 años, y convivirá con el ente público Canal de Isabel II que será responsable de la depuración del agua y las posibles sanciones. Fuentes sindicales ya habían alertado contra posibles maniobras para trasvasar activos con los que facilitar el troceamiento del pastel.

Beneficios millonarios
González ha advertido que se aplaza la salida a Bolsa del 49% de la compañía operación financiera hasta que remita la crisis y las condiciones económicas de los mercados sean más favorables y asegurarse el máximo valor posible. Solo el año pasado la empresa obtuvo alrededor de 135 millones de euros de beneficios y este año la cifra podría ser parecida. Según el vicepresidente regional, "el agua no se vende porque es un bien del Estado ni la empresa se va a regalar a nuestros amigos, como han dicho algunos", apuntando que asesores económicos y financieros contratados por la empresa que han aconsejado "que ahora no se venda nada". Aunque se oponían a la salida a Bolsa y no solo por el momento puntual, desde los sindicatos que ahora excluye de la gestión ya habían advertido a González antes que sus asesores que era muy mal momento para vender. La plataforma que se opone a la privatización del Canal consiguió más de 160.000 firmas para oponerse a la venta, y uno de los promotores de la iniciativa sufrió la difamación de medios de la órbita de Aguirre. Pero no ha sido la oposición social la que ha frenado la privatización parcial del Canal, proyecto que se mantiene sobre la mesa, como ha recordado González.

Mazazo para Botella
Pero además, la paralización de la privatización parcial del Canal tiene como principal damnificado a Ana Botella. El endeudado Ayuntamiento de Madrid había previsto en los presupuestos de este año una partida de ingresos de hasta 245 millones de euros por la parte que le habría correspondido de consumarse la venta, por lo que ahora tendrá que cuadrar un nuevo agujero a unas cuentas ya de por sí cogidas con alfileres.