Los guardias civiles que abrieron fuego en la playa del Tarajal el 6 de febrero de 2014, donde murieron 15 inmigrantes, no contaban con un protocolo de actuación ni con formación adecuada para repeler un intento de entrada por vía marítima, según se desprende de las declaraciones, ante el juzgado de instrucción número 6 de Ceuta, de dos guardias imputados en este caso por homicidio imprudente.

El capitán disparó primero
El teniente y el sargento de los GRS( grupo rural de seguridad de la Guardia Civil) declararon, además, que ellos dispararon hacia el agua porque vieron que el capital al mando del operativo, también imputado, coger varias pelotas de goma y un fusil abrir fuego.

No respetaron la distancia reglamentaria
El Teniente ha negado, no obstante que el uso de material antidisturbios usado tenga relación directa con la causa de la muerte de los 15 inmigrantes.

Ambos oficiales han reconocido, según fuentes jurídicas citadas por la SER, que no respetaron los 25 metros de distancia reglamentarios en los disparos porque hicieron tiros directos a corta distancia, siempre hacia aguas españolas, y no directamente contra los inmigrantes. El capitán había declarado el lunes pasado que sí se había respetado la distancia reglamentaria.