Lo que sí parece evidente es la derogación de la ley que prohíbe fumar en espacios públicos. Visto con la tranquilidad que los militantes y dirigentes del PP han fumado en múltiples espacios del Palacio de Congresos, nadie duda que si Mariano Rajoy se convierte en el próximo presidente del Gobierno la ley antitabaco tiene los días contados. Y es que desde el PP se ha hecho tan poco caso a los carteles que prohíben fumar dentro del recinto que incluso los dirigentes del PP apuraban sus pitillos en los pasillos y despachos que comparten con los periodistas que cubren el acto.

 

 

 

Cartel de Prohibido fumar en el Palacio de Congresos de Málaga

 


Mesas cubiertas de azul
Frente a la falta de propuestas, la convención del PP sí que ha generado muchas anécdotas. Una de las más llamativas viene motivada por la curiosa decisión del Partido Popular de cubrir todas las mesas de los despachos habilitados para los dirigentes del PP con un tapiz azul, en consonancia con el color corporativo del partido.

 

 

 

 

La lona 'azul PP' con la que los conservadores han decorado su convención / TXEMA GARRIDO

 


Manifestaciones a las puertas
También han sido llamativos los dos conatos de manifestación que se han producido a las puertas de la convención del Partido Popular. El jueves seis miembros de Derecho a Vivir animaron con sus pancartas y camisetas “antiaborto” la entrada de los participantes de la convención del PP. El viernes fue el turno de una decena de personas que abogaban por la aplicación de la custodia compartida. Una de las manifestantes intentó colarse al escenario justo en el momento que intervenía Esperanza Aguirre, pero fue descubierta por los empleados de seguridad.

 

 

 

 

Manifestación de Hazte Oír frente a la sede de la Convención / TXEMA GARRIDO

 

 

 

 

 

 

 

 

Protesta por la custodia compartida ante el Palacio de Congresos de Málaga / TXEMA GARRIDO

 


Sólo El Mundo y La Razón
Por último, destacar que el Partido Popular ha distribuido de forma gratuita ejemplares de periódicos para todo aquel que quisiese informarse leyendo La Razón o El Mundo, únicas cabeceras que parecen haber contado con el visto bueno de Génova 13 para repartirse en el cónclave popular.