Izquierda Unida, Podemos y Más País cerraron anoche su acuerdo de coalición electoral para presentarse juntos a las elecciones andaluzas del 19 de junio. Inmaculada Nieto (Izquierda Unida) es quien concurrirá como candidata, según el acuerdo alcanzado. Se suponía que ese tenía que ser el hecho reseñable, pero el acuerdo se dio tan al límite que Podemos no llegó a tiempo de registrarse. La coalición presentada al filo de la medianoche no incluye a la formación morada, según confirman fuentes oficiales del Parlamento de Andalucía. Las fuerzas firmantes trabajan ahora en un arreglo "técnico" o "jurídico" para el problema. La decisión final será de la Junta Electoral Central, en caso de que se presente un recurso, afirma una fuente parlamentaria.

IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz presentaron una coalición sin el partido morado, en vista de que las firmas y los datos de Podemos para la inscripción no llegaban, señala uno de los participantes en el registro. Los papeles entraron a las 23.57, cuando el plazo acababa a las 24.00. Los datos de Podemos llegaron más tarde, pero ya no dio tiempo a presentarlos, asegura. Existe acuerdo político, pero formalmente no se ha conseguido plasmar. Así lo confirma el propio Parlamento: Podemos no está en la coalición, que solo tiene cuatro partidos. Un conocedor de la situación expone: "No va a ser fácil [de arreglar]. Esto no es un fallo técnico, no es una firma que no se ve. Esto es que Podemos no ha llegado a tiempo. Eso no se arregla con una subsanación". Las fuerzas firmantes tienen ahora la opción de presentar un recurso y que decida la Junta Electoral Central.

Los repartos de poder

La confluencia acordada, que debía ser el foco de la noticia, pero que queda eclipsada por el problema con la presentación, se correspondía con la idea de "frente amplio" que, al menos sobre el papel, aproximaba el pacto a la pretensión de Yolanda Díaz de superar el actual espacio político de Unidas Podemos con una mayor unidad de las fuerzas progresistas.

El acuerdo político se alcanzó al límite. Podemos, tras presionar al máximo para intentar poner a su candidato, el guardia civil Juan Antonio Delgado Ramos, y lograr una mejora de su posición en el reparto de poder, dio el sí cerca de la medianoche, poco antes de que se cerrara el plazo para registrar coaliciones. La coalición se iba a llamar Por Andalucía y la candidata sería Inmaculada Nieto (Algeciras, 1971), parlamentaria de Unidas Podemos, concretamente de IU. Y así será, pero Podemos, al menos formalmente, no estárá presente en dicha coalición.

En los términos finales del acuerdo político, Podemos logra cuatro cabezas de lista (Cádiz, Granada, Córdoba y Huelva), frente a tres de IU (Málaga, Jaén y Almería) y una de Más País (Sevilla). El acuerdo final, por escrito, consiste en dos folios. Los honores de portavoz del grupo parlamentario caen en manos de IU. El portavoz adjunto, en las de Podemos, que también tiene la secretaría del grupo y el 60% de los recursos parlamentarios. El acuerdo incluye el reparto de nombramientos para los órganos de extracción parlamentaria, como RTVA y el Consejo Audiovisual.

Negociaciones al límite

De un lado, estuvieron IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Del otro, Podemos y Alianza Verde. Los primeros cuatro partidos respaldaban a Nieto como candidata; Podemos, al guardia civil y diputado morado por Cádiz Delgado Ramos, que finalmente no lo será. Ese era el problema principal: el empeño de Podemos en no ceder esa pieza demoró el acuerdo, según explican fuentes de IU y Más País. Las mismas fuentes muestran su convencimiento de que el partido morado en Andalucía ha tenido escaso margen de autonomía y que se había impuesto el criterio de la dirección estatal, que habría visto las autonómicas como una oportunidad de marcar posición frente a Yolanda Díaz. Esa interpretación alimentaba la idea de que no había acuerdo.

Finalmente, Podemos sí entró en el pacto, aunque ya no como fuerza claramente dominante del espacio, como sí hizo en 2018 cuando la candidata fue Teresa Rodríguez. El acuerdo es en parte una expresión de la pérdida de fuerza del partido morado, que ha vivido una legislatura traumática tras el abandono del anterior núcleo dirigente y la pérdida de sus parlamentarios.

Un proceso lleno de sobresaltos

La jornada cierra un acuerdo político y un despropósito formal, el dificultoso proceso de recomposición de la izquierda en Andalucía. Podemos e IU se presentaron juntos en diciembre de 2018 bajo la marca de Adelante Andalucía, obteniendo 17 diputados. El grupo resultante se rompió y nueve de los 11 diputados afines a Rodríguez fueron expulsados de la formación por ser acusados de transfuguismo. Los afines a Rodríguez restantes lanzaron su propia coalición, Adelante Andalucía. Parecía que el panorama iba a quedar así: Unidas Podemos por un lado y Adelante Andalucía por otro, pero las cosas se han torcido.

Bajo los auspicios de un pequeño grupo de académicos, activistas y políticos alejados de la primera línea, Podemos, IU y Adelante Andalucía volvieron a sentarse en enero de este año para buscar una confluencia. La idea consistía en reunir a estas tres fuerzas políticas, Más País, Equo, Alianza Verde y pequeños partidos andalucistas como Iniciativa del Pueblo Andaluz y Andalucía x Sí. Adelante Andalucía, tras exigir como requisito una reparación por su expulsión, se bajó del barco en febrero. Rodríguez está convencida de que hay espacio en Andalucía para un partido soberanista. Sin embargo, el resto de fuerzas siguieron intentándolo y llegaron a encarrilar su unidad con una foto conjunta a finales de febrero.

Con ello, quedaba pendiente el nombre, el candidato y las listas, pero el deseo de presentarse en acuerdo estaba ahí. Lo más difícil parecía atraer a Más País, que insistía en un candidato independiente –idea a la que acabó renunciando, tras los noes de al menos cuatro hombres y una mujer– y una "marca blanca". Mientras Más País acababa entrando, Podemos ha celebrado su propio proceso de primarias, que concluyó el miércoles, a dos días para terminar el plazo de registro de coaliciones, con la elección de Delgado Ramos, que en su primer discurso afirmó que trabajaría por un "frente amplio" con Teresa Rodríguez y ni mencionó al partido de Íñigo Errejón. Saltaron todas las alarmas en IU, donde se empezó a temer que en Podemos hubiera falta de voluntad. Una ruptura hubiera impactado de lleno en Unidas Podemos y, por lo tanto, en el Gobierno de España. Finalmente, sí ha habido acuerdo y se suponía que, tras el mismo, tocaría celebrar, pero lo que reina es la inquietud tras la ausencia de Podemos.