Si la palabra gloria no fuera demasiada palabra para definir los mejores momentos vividos en su accidentada historia, podría decirse que los días de gloria de la confluencia Adelante Andalucía son cosa del pasado y han quedado enterrados para siempre.

Tras su traumática ruptura, que derivó en la no menos dramática expulsión de 9 diputados liderados por la cofundadora de Adelante Teresa Rodríguez, los líderes regionales de Izquierda Unida y Podemos pronunciaban ayer su particular responso por una marca electoral y parlamentaria que ambos preferirían dar por muerta y que seguramente lo esté, como lo habría estado aquel bebé cuya maternidad se disputaban dos mujeres ante el rey Salomón si este hubiera entregado la mitad del recién nacido a cada una de ellas.

Izquierda Unida y Podemos, por una parte, y Teresa Rodríguez y la facción soberanista y confederal de Adelante, por otra, se disputan en los tribunales la propiedad de un bebé que o bien está muerto o bien está a punto de expirar. El infante entero tenía su valor; despedazado, no parece que valga mucho.

Somos un espacio, no una marca

Mientras los tribunales deciden si Rodríguez y los suyos podrán utilizar en las próximas elecciones la marca Adelante, hoy registrada a su nombre, el coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, y la secretaria general de Podemos Andalucía y diputada en el Congreso, Martina Velarde, presentaron ayer la marca Unidas Podemos por Andalucía, que sustituirá a la de Adelante como nombre de guerra y, previsiblemente, como nombre oficial de lo que ha quedado del grupo parlamentario inicialmente formado por 17 diputados.

El objetivo declarado de Valero y Velarde: que Unidas Podemos por Andalucía sea un “espacio de esperanza y de convocatoria a la ciudadanía progresista para ser una alternativa real al gobierno reaccionario de las tres derechas”. La razón para proceder a la sustitución: “haber sufrido un contratiempo inesperado como fue la usurpación y robo de la marca Adelante Andalucía, que fundaron Podemos e IU para concurrir a las elecciones autonómicas de 2018”.

“El fondo de Unidas Podemos por Andalucía es el mismo que teníamos Adelante: defender los intereses de nuestra tierra desde una óptica progresista y frente a los que quieren hacer negocio con nuestros derechos”, dijo Valero.

“No venimos a presentar una marca, sino la consolidación de un espacio que lleva trabajando conjuntamente desde 2016 porque es importante que nuestros votantes y simpatizantes entiendan que Unidas Podemos por Andalucía es una alternativa real al gobierno de las tres derechas”, dijo Velarde.

Horizontes complicados

Es bastante probable que, en las próximas autonómicas andaluzas, el descuartizamiento de Adelante acabe teniendo un precio significativo en votos, tanto para Unidas Podemos por Andalucía como para la marca con la que Rodríguez concurra a ellas. Puede que la dirigente gaditana apenas obtenga escaños, pero sí los votos suficientes para que UP pierda alguno de 17 logrados en diciembre de 2018, cuando hicieron juntos su primera travesía bajo la bandera de Adelante.

El entendimiento entre ambas facciones es, en todo caso, caso imposible. Siempre lo es al término de toda guerra civil. Aunque la masa crítica de ideología, de votos y de militantes que dieron peso y entidad a Adelante fueron Izquierda Unida y Podemos, los ‘padres fundadores’ fueron Antonio Maíllo, por la formación roja, y Teresa Rodríguez, por la morada.

La onda expansiva de la guerra civil alcanzó incluso a ambos cabezas de familia. El 'padre' Antonio se alineó con un bando y la 'madre' Teresa con el otro. Aunque quien lo hace con mayor énfasis es Rodríguez, ambos reclaman para sí el título de legítimos fundadores de Adelante y beneficiarios indiscutibles de su legado.

Como se dijo a este propósito en otra ocasión, la dirigente gaditana tiene buenos motivos para sentir que la confluencia Adelante es hija suya, pues ella la parió y sin su voluntad y determinación nunca habría nacido. No obstante, su maternidad tuvo mucho de gestación subrogada: desempeñó ejemplarmente su compromiso de ejercer de vientre de alquiler, pero de ahí a sostener que el bebé es suyo y solo suyo…