En la guerra de Ucrania, como en todo conflicto armado, se trasgreden líneas rojas. Y Rusia, una vez más, lo ha hecho. Según Ucrania, el Ejército ruso está torturando a rehenes. En concreto, el ministro de Energía de Ucrania, Herman Galushchenko, ha denunciado que los empleados de la central nuclear de Zaporiyia capturados por los invasores están “física y mentalmente agotados" debido a que "han sido retenidos como rehenes durante cuatro días”.

Según informó el Centro de Comunicaciones Estratégicas del Ministerio de Energía ucraniano en su perfil oficial de Facebook, el personal de la planta nuclear de Zaporiyia "sufrió torturas". Galushchenko indicó que "dentro de la central hay unos 500 soldados rusos y 50 unidades de equipo pesado".

Además, los rusos, según añadió, habrían obligado al personal de la planta a grabar un llamamiento, que pretenden utilizar con fines propagandísticos, tal y como recogen también las agencias ucranianas Ukrinform y Unian. "La máquina de propaganda de Rusia creará otra falsificación, que demostrará a sus ciudadanos y a la comunidad internacional que justifiquen sus propios crímenes", remarcó en su perfil de Facebook del Centro de Comunicaciones Estratégicas. "Instamos a nuestros socios internacionales a tomar todas las medidas para prohibir los combates alrededor de las centrales nucleares, retirar las tropas de ocupación de los objetos nucleares incautados y cerrar el cielo sobre Ucrania", agregó.

Bajo control ruso

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmó la toma del control por parte de Rusia de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. En concreto, el OIEA recogió informaciones de la autoridad nuclear ucraniana en la que ésta da cuenta de "problemas de comunicación con el personal" de la central. Sin embargo, este personal continúa trabajando en la central "aunque la gestión de la central está ahora bajo las órdenes del comandante de las fuerzas rusas que controlan el lugar".

El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, ha explicado por su parte que Rusia ha dejado sin servicio algunas redes de telefonía móvil y ha bloqueado el acceso a Internet en Zaporiyia, por lo que "no se puede obtener información fiable por los canales de comunicación normales".

Además el OIEA ha constatado problemas en el suministro de alimentos a la central. "Estoy extremadamente preocupado por estos sucesos de los que he tenido hoy noticia. Hace apenas unos días presenté los siete elementos principales de la seguridad nuclear a la Junta de Gobernadores del OIEA y varios de ellos están ya en riesgo", ha argumentado Grossi.