La Casa Blanca ha confirmado este viernes el despegue de los primeros vuelos con migrantes deportados desde la llegada al poder del magnate Donald Trump, que ha prometido endurecer las políticas migratorias para poner fin a lo que ha descrito como una "invasión de alienígenas". La secretaria de prensa de la Casa Blanca Karoline Leavitt afirmó en Fox News que “está mandando un claro mensaje al resto del mundo: si piensas por un solo segundo en entrar ilegalmente en este país y romper las leyes de los Estados Unidos de América, te enfrentarás a las consecuencias”
“Trump está utilizando cada palanca de su poder ejecutivo para hacer que las fronteras de nuestra nación sean seguras”, añadió la portavoz. Las autoridades habían notificado previamente la detención de más de medio millar de migrantes en situación irregular. Leavitt ha avanzado que está en marcha "la operación de deportación más masiva de la historia" de Estados Unidos, que afecta a "cientos" de personas. Solo este miércoles, se registró el arresto de 538 individuos.
A pesar de que Trump acusa rutinariamente a Biden de haber llevado a cabo una política inmigrante ineficiente y defectuoso, las cifras reflejan otra realidad. La administración Biden registró 270.000 deportaciones en 2024, un récord en los últimos 10 años, de acuerdo con France24. La media de arrestos era de 310 personas diarias.
La Administración Trump no ha especificado el destino de estos vuelos. Una de sus primeras órdenes ejecutivas implicó la declaración de la emergencia en la frontera con México que llevó consigo el despliegue de 1.500 tropas a la zona.
Trump busca eliminar el derecho a la naturalización
Similarmente a la retórica empleada en su primer mandato, la inmigración siempre ha sido una pieza central en la política y los discursos de Trump. Con el objetivo de aislar a la población inmigrante en Estados Unidos, el presidente americano ha reclutado a varios personajes políticos que comparten su aversión a los 11 millones de inmigrantes ilegales en el país.
Sin embargo, a diferencia de los 2-3 millones de deportaciones que había prometido en 2016, esta vez asegura que va a hacer “el mayor programa de deportación en la historia de América”. Parte de este paquete de propuestas incluye una ley ejecutiva que elimina el derecho de los nacidos en Estados Unidos a la nacionalidad si sus padres son visitantes extranjeros o inmigrantes sin documentación.
El Juez John C. Coughenour ha bloqueado la legislación con la emisión de una orden de alejamiento para la administración de Trump durante 14 días. Esto viene a raíz de una denuncia por parte de Arizona (estado Republicano), Illinois (estado Demócrata) y Oregón (estado Demócrata) porque la legislación viola la 14ª enmienda de la constitución estadounidense, de acuerdo con el Washington Post. El fiscal general comentó en X que el juez “no había visto una orden tan eminentemente inconstitucional en los 40 años de su judicatura”.
Trump ha afirmado que apelaría la decisión, pero la orden de alejamiento es temporal. La fiscalía de los estados involucrados ha advertido sobre las consecuencias de la legislación y lo que significa para los futuros y existentes hijos de inmigrantes sin papeles. “Los individuos despojados de su nacionalidad estadounidense se convertirán en personas sin documentación, sujetos al traslado o detención y serán personas sin Estado –es decir, serán ciudadanos que no pertenecen a ningún país”, de acuerdo con el Washington Post.
El perfil de la inmigración en Estados Unidos
La mayoría de inmigración en Estados Unidos procede de países latinoamericanos. En un estudio de la inmigración del Pew Research Centre, el 14,3% de la población estadounidense es inmigrante y la mayoría de su distribución se concentra en cuatro estados: California con un 23%, Texas con un 11%, Florida con el 10% y Nueva York con otro 10%.
La mayoría, por un margen amplio, son de nacionalidad mexicana (23%), seguido por indio (6%). Generalmente, la población inmigrante tiene menos educación que la americana, pero, a nivel universitario, tienen la misma probabilidad de haber conseguido un grado que una persona nacida en estados unidos (el 35% de probabilidad).
En cuanto al mundo laboral, la población inmigrante tiene un rol muy importante en el país. Forman el 18,6% de la fuerza laboral de Estados Unidos y ocupan, en su mayoría, los puestos de trabajo de servicios como la construcción, el transporte y los trabajos que consisten en el traslado de materiales. Un estudio del Centro de Estudios Migratorios destaca que el trabajo inmigrante ha sido necesario para el crecimiento de la economía estadounidense tras la pandemia del covid-19 y serán esenciales en el futuro. A largo plazo, la Oficina de Estadística Laboral predice que alrededor de 135.000 puestos de enfermería quedarán sin ocupar dado que más del 15% de enfermeros y el 28% de personas que proporcionan servicios sanitarios son inmigrantes. El sector agrícola se enfrenta al mismo problema, junto con el sector de la construcción.