Donald Trump, ha alardeado este martes de torcer el brazo de su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, en un acuerdo con Rusia. El magnate dijo, en el marco del discurso más largo que ha protagonizado un presidente estadounidense en el Congreso, que recibió una carta del responsable de Ucrania en la que éste mostraba su disposición “a trabajar” bajo su “fuerte liderazgo” para alcanzar la paz con Moscú.

“Ucrania está dispuesta a sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera. Nadie quiere la paz más que los ucranianos”, señaló el primer representante estadounidense leyendo la misiva ante el Congreso en el que ha sido su discurso inicial ante las dos cámaras: la de Representantes y el Senado.

Sobre un posible acuerdo, Trump señaló que había estado en “conversaciones serias con Rusia” y que había “recibido fuertes señales de que están listos para la paz”. “¿No sería hermoso?”, preguntó. “Es hora de detener la matanza. Es hora de poner fin a esta guerra sin sentido. Si quieres poner fin a las guerras, tienes que hablar con ambos bandos”.

Y hasta aquí, porque el presidente del país de las estrellas y barras no anunció finalmente la firma del acuerdo de minerales con Ucrania, pero que su homólogo ucraniano está dispuesto a la firma “en cualquier momento”. “Aprecio que haya enviado esta carta, la recibí hace poco”, apostilló.

En cuanto a Rusia, Trump señaló haber tenido “conversaciones serias” con Moscú en las que ha recibido “fuertes señales de que están listos para la paz”. En esta línea, ha dicho estar trabajando “incansable” para poner fin “a esta matanza sin sentido”, si bien ha criticado las ayudas económicas al país del Gobierno de Biden.

Asimismo, el estadounidense ha aprovechado el conflicto para criticar a Europa, asegurando que el continente “ha gastado más dinero comprando petróleo y gas ruso que en defender a Ucrania”. “Nosotros hemos gastado 350.000 millones de dólares, ellos 100.000 millones, y hay un océano que nos separa (…) Es como darle caramelos a un niño”, dictó.

Aranceles, la “mayor deportación de EEUU” o la expulsión de un demócrata

Entre el resto de temas que ocupó el discurso de Trump, el más largo de un presidente estadounidense de estas características (1 hora y 42 minutos), destacaron la imposición de aranceles recíprocos en cualquier tipo de barreras, previstos para el 2 de abril y que se suman a los ya establecidos contra las importaciones mexicanas, canadienses y chinas (25%).

El presidente ha defendido que “otros países han usado los aranceles” contra ellos “durante décadas” y que ahora es “turno de comenzar a usarlos contra otros países”. “El sistema no es justo para EEUU”, insistió.

El magnate también se refirió a sus medidas para detener la “invasión de inmigrantes ilegales”, punta de lanza de su política. Según él, los cruces ilegales cayeron el mes pasado “al nivel más bajo de la historia” del país, quedando con ello atrás la “incompetencia” de Biden, al que calificó como “el peor presidente de la historia”

“No hay nada que pueda decirles a los demócratas para que estén contentos, puedo encontrar una cura a la enfermedad más devastadora, consiguiendo tener el nivel de delitos más bajo de la historia, pero esta gente no va a aplaudir por estos logros astronómicos, es muy triste”, indicó entre el aplauso unánime de los republicanos y los carteles de los republicanos, con los que éstos pedían salvar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).

Manteniendo esa línea, Trump pidió al legislativo fondos federales para completar “la mayor operación de deportación en la historia del país”: “He enviado al Congreso una solicitud de financiación detallada que explica exactamente cómo eliminaremos estas amenazas, protegeremos nuestra patria y completaremos la mayor operación de deportación, más grande incluso que la del actual poseedor récord, Dwight D. Eisenhower”.

En su estrategia de atacar a cualquiera que nole compre el discurso, uno de los hombres más poderosos del planeta (sino el que más) acusó a los “medios de comunicación” y al “Partido Demócrata” de decir que se necesita una nueva legislación para controlar las fronteras cuando, a su juicio, “lo único que realmente necesitábamos era un nuevo presidente”.

En otro orden de cosas, la jornada dejó la expulsión de un miembro de la bancada demócrata, Al Green, por interrumpir con abucheos junto al resto de sus compañeros el discurso de Trump. En concreto, el político, de 78 años, se levantó y movió su bastón para replicar al presidente. Después publicó el siguiente mensaje en X, antiguo Twitter: “Aceptaré el castigo. Vale la pena que la gente sepa que algunos de nosotros vamos a oponernos al deseo de este presidente de recortar Medicare, Medicaid y la Seguridad Social".

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