La crisis de Ceuta que propició un enfrentamiento diplomático notables proporciones entre España y Marruecos ha llegado a la prensa internacional. El conflicto ha adquirido tal cariz que, en su edición de este jueves 3 de junio, The New York Times abre a cuatro columnas con el tema.

Bajo el titular Come on in, boys, el prestigioso periódico ha abordado con un extenso reportaje lo ocurrido en Ceuta, la respuesta del Gobierno español y las presiones de Marruecos.

Según el citado medio, varios migrantes recibieron eufóricos el okey de guardias fronterizos marroquíes, que sorprendentemente comenzaron a invitar a migrantes a cruzar la frontera.

Uno de los inmigrantes se llamaba Daouda Faye, tenía 25 años y nació en Senegal. “Adelante, muchachos”, asegura que le dijeron los guardias cuando llegó a la frontera con varios compañeros.

The New York Times apunta que “normalmente, Marruecos controla estrictamente las fronteras cercadas alrededor de Ceuta”, pero “ahora su Ejército ha permitido a los inmigrantes entrar”. “Hasta 12.000 personas cruzaron la frontera hacia Ceuta con la esperanza de llegar a la España continental”, subrayan.

A juicio del diario estadounidense, la crisis ha evidenciado que Marruecos ha recurrido al único punto de presión sobre España: la migración. En este sentido, recogen la opinión de una serie de expertos que apuntan a que el país africano está utilizando a los migrantes “como moneda de cambio” para obtener beneficios económicos y políticos.

De hecho, el Gobierno español aprobó una partida de 30 millones de euros para ayudar a Marruecos en la vigilancia de sus fronteras, una transacción que The New York Times equipara con "el acuerdo de Turquía con la Unión Europea en virtud del cual se le pagó para detener la avalancha de migrantes a las costas europeas después de la Primavera Árabe y décadas de agitación en Afganistán”.

También destaca la respuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien advirtió que “no es aceptable que un gobierno permita ataques en sus fronteras”.

El periódico concluye, además, que subyace intereses políticos relacionados con Brahim Ghali, “un líder rebelde en guerra con Marruecos” que fue hospitalizado en España por Covid-19. La organización de Ghali, el Frente Polisario, lleva décadas luchando contra el reino del norte de África por el control de la región del Sahara Occidental, colonia española actualmente ocupada por Marruecos.

The New York Times en su edición internacional