El canciller en funciones de Alemania, Olaf Scholz, ha confirmado este lunes que se limitará a llevar "hasta el final" su actual mandato, pero ha descartado cualquier papel en el futuro del Gobierno de coalición, lo que le dejará como diputado raso del Bundestag, la Cámara Baja en el Parlamento, en la legislatura próxima.

Scholz ha descartado una salida prematura de la cancillería, por lo que seguirá de manera interina mientras duren las negociaciones, que pueden demorarse hasta meses. Debido al contexto geopolítico tenso, la Unión Europea ha pedido este lunes que se haga una rápida formación del gobierno. El ataque del presidente estadounidense, Donald Trump, a través de aranceles y políticas hostiles hacia Europa, junto con la guerra en Ucrania, están dificultando la estabilidad del continente.

La Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, ha urgido a la formación de gobierno, insistiendo en que hay que dar pasos a nivel de la UE. "El pueblo alemán ha tomado su decisión. Ahora tienen que formar gobierno, y espero que lo hagan lo más rápidamente posible", ha asegurado. La ministra de exteriores finlandesa, Elina Valtonen, ha recalcado a las puertas de la cumbre internacional para la paz en Ucrania: "Necesitamos una Alemania fuerte. Estamos en una situación en la que el mundo no está esperando".

Tras la derrota electoral del Partido Socialdemócrata (SPD), relegado como tercera fuerza, el actual líder ha anunciado que se alejará de la primera línea. Tomará posesión de su escaño por la circunscripción de la ciudad de Potsdam y se mantendrá como diputado, tal como hizo en su día el excanciller Helmut Kohl, tras perder las elecciones de 1998. La predecesora de Scholz, Angela Merkel, no se había presentado a las elecciones, mientras que Gerhard Schroeder, del SPD, renunció también al escaño al transferir el poder.

Tras una reunión de la ejecutiva socialdemócrata, Scholz ha manifestado su decepción por el "amargo resultado" del SPD, que con un 16,4% cayó a mínimos históricos. Sin embargo, el canciller saliente ha recalcado que el partido sigue siendo necesario para defender la democracia y el Estado de derecho y para dar voz a quienes no la tienen.

El diálogo para formar Gobierno no ha arrancado aún, pero la alternativa más plausible es una coalición del SPD con el bloque conservador que encabeza la Unión Demócrata Cristiana (CDU), con el líder de este último partido, Friedrich Merz, como canciller. Dado que en estas elecciones cinco partidos superaron el umbral del 5% de votos, el gobierno se puede formar con una coalición de dos partidos en lugar de tres como sucedió en el anterior mandato.

El derrumbe de Scholz

 El mes de agosto de 2023 fue un punto de inflexión para el liderazgo de Scholz dado la caída drástica en la opinión pública alemana respecto a su rol como canciller. Pasó de tener una percepción mayoritariamente buena a negativa, con una sucesiva caída hasta enero de este año. Empezó su mandato con solo un 17% de la población alemana que consideraba que estaba haciendo un trabajo pobre como canciller. Ahora, ese porcentaje ha alcanzado el 64%, de acuerdo con datos de Statista.

A esto, se suma a la disolución del gobierno alemán a finales del año pasado, la tensión interna entre la coalición y las consecuencias económicas de la pandemia del COVID 19. Esta combinación desenbocó en la disolución del tripartidismo entre CDU, SPD y los Verdes. Para poder adelantar las elecciones, el canciller propuso una moción de confianza con la intención de perderla dado que le permitiría conseguir ese objetivo.

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