Rusia ha admitido por primera vez que el corte de gas a través del gasoducto Nord Stream no ha sido casual o, al menos, que va a ser utilizado para cargar contra Europa. Y es que el Kremlim ha vinculado este cierre del suministro con las sanciones impuestas contra el país como castigo por la invasión de Ucrania y ha asegurado este lunes que no va a reanudar el flujo de energía hasta que estas no se retiren.

Rusia culpa a Europa

El pasado viernes, los envíos de gas a través de este grifo -que conecta directamente con Alemania por el mar Báltico- se quedaron paralizados presuntamente por un problema técnico en un compresor, sin embargo, la petrolera Gazprom anunció horas más tarde que estos seguirían suspendidos debido a una supuesta fuga de aceite. Un argumento que este lunes el propio Gobierno de Vladimir Putin ha negado al asociarlo con las penas aplicadas contra él.

"Los problemas de bombeo de este gasoducto se deben a las sanciones de los países occidentales contra nuestro país y varias empresas", ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, quien ha insistido en que "el colectivo occidental, en este caso la Unión Europea, Canadá y Reino Unido, tiene la culpa de que la situación haya llegado a este punto". Preguntado por si se podría reanudar el servicio si estas penas dejaran de estar vigentes, Peskov ha contestado con un contundente: "Sin duda".

Así lo ha asegurado en su rueda de prensa diaria con los medios de comunicación, ante los que ha afirmado que "el sistema tenía diferentes unidades de compresión, las cuales redundaban". "Debido a las sanciones, estas posibilidades han desaparecido y todo se apoya en esa única unidad que necesita un mantenimiento serio", ha dicho antes de exigir a Europa que retire las restricciones. "Dado que estas sanciones siguen aplicándose; dado que existe una absoluta confusión legal y práctica con todo lo que está relacionado con el mantenimiento de los componentes y ensamblajes, por ahora solo cabe esperar a que se logre poner orden de algún modo con esa única unidad", ha afirmado.

Problemas técnicos dudosos

Tanto Alemania como Europa han puesto en duda en varias ocasiones que los incidentes con el Nord Stream se hayan debido a problemas técnicos. "Conviene recordar que no hay un único gasoducto entre Rusia y Europa", ha dicho también este lunes el portavoz de Acción por el Clima y Energía de la Comisión Europea, Tim McPhie. "Si hubiera un problema técnico que impidiera el suministro por el Nord Stream 1, habría la posibilidad, si así se quisiera, de enviar gas a Europa por otros gasoductos, y no lo estamos viendo", ha defendido.

El Kremlin ha reconocido ahora este extremo y ha afirmado que "no hay otras razones que puedan llevar a estos problemas con el bombeo" más allá de los castigos impuestos por occidente. Se trata de una clara respuesta ante las medidas impulsadas por las autoridades europeas para azotar al Gobierno ruso por la invasión de Ucrania. Una guerra que también ha llegado al resto de países de su alrededor en forma de falta de energía, lo que ha provocado que la cotización del gas se haya disparado un 400% en Europa en el último año.

Esta ofensiva por parte de Rusia, que en las últimas semanas ha mostrado imágenes de la quema de combustible que no podía vender, ha llevado a los gobiernos europeos, entre ellos España, a buscar alternativas ante la dependencia del gas ruso y los problemas que se pueden derivar de este conflicto de cara a los próximos meses. Cabe señalar que nuestro país, dirigido por Pedro Sánchez, se ha posicionado como líder en la toma de medidas por la celeridad y anticipación y ha capitaneado una deriva hacia un plan de iniciativas que contemplen el ahorro energético que ahora ha imitado la Unión Europea.