Desde que el pasado 24 de febrero Rusia comenzara la invasión de Ucrania, Putin se ha convertido en el centro de atención de toda Europa. Además, la empresa gasista rusa Gazprom ha acompañado los ataques del líder ruso para debilitar a la Unión Europa y tener más poder a base de cortar el grifo y amenazar con un invierno sin gas, pero, ¿de dónde viene todo esto? ¿Cómo un hombre en el siglo XXI puede acumular tanto poder y hacer tanto daño?

Gazprom, la mejor arma de Rusia

Durante un discurso ante la junta directiva de Gazprom en 2008, el presidente ruso en aquel momento, Dmitry Medvedev, señaló la importancia de la compañía como ''una fuerza a tener en cuenta'' y ''una fuerza importante en el mundo''.

En las últimas tres décadas, la industria energética rusa ha experimentado algunas transformaciones notables. En 1975, la Unión Soviética se convirtió en el segundo mayor productor mundial de productos derivados del petróleo. 

Con este potencial como baza, antes de asumir la presidencia a finales de 1999, Vladimir Putin ya tenía planes para Gazprom. Putin defendió ''un mayor control estatal de la economía de materias primas" y esbozó "un plan para reestructurar la economía rusa''. De esta forma, Gazprom se convertiría en última instancia en la principal herramienta estratégica de Putin.

En 1998, el gobierno ruso afirmó tener unas 5.000 empresas de seguridad privada que empleaban a 155.000 personas. Sin embargo, estimaciones independientes sitúan la cifra entre 800.000 y 1,2 millones de personas, además de otras 200. 000 empleadas por pequeñas empresas de seguridad que carecían de licencias. Únicamente el servicio de seguridad de Gazprom empleaba a 20.000 hombres

Estas fuerzas de seguridad privadas proporcionaban una serie de servicios como guardaespaldas, inteligencia y contrainteligencia, protección de plantas y transporte de objetos de valor. Las fuerzas de seguridad privadas recibían normalmente de cuatro a seis veces el sueldo de un oficial de seguridad del Estado. Algunas de estas firmas eran operaciones tapadera de mafiosos rusos.

La llegada al poder de Putin

Putin trabajó como oficial de inteligencia exterior de la KGB durante dieciséis años, antes de renunciar en 1991 para comenzar una carrera política en San Petersburgo, y llegó a ascender hasta el rango de teniente coronel. Finalmente, en 1996 se mudó a Moscú para unirse a la administración del presidente Borís Yeltsin

Entre los años 1998 y 1999 Yeltsin pasó por una serie de primeros ministros hasta encontrar a un sucesor confiable que pudiera mantener el sistema político que él había creado. En agosto de 1999 nombró a Vladimir Putin como Primer Ministro, y poco después se convertiría en el director del Servicio Federal de Seguridad (SFS) y secretario del Consejo de Seguridad, tras el envío de fuerzas federales a Chechenia por unos atentados terroristas. 

Las elecciones a la Duma Estatal de diciembre de 1999 fueron vistas como una especie de ‘primarias’ presidenciales: se suponía que el líder del partido ganador estaría en buenas condiciones para presentarse a la presidencia. Los oligarcas financiaron partidos rivales que lucharon una campaña mediática amarga y sucia. El Kremlin reunió a un partido de la Unidad pro-Putin que logró ganar el segundo puesto después de los comunistas. Yeltsin se adelantó a la carrera por la sucesión presidencial, renunciando antes de lo previsto el 31 de diciembre de 1999, nombrando a Putin como presidente interino

Putin barrió las elecciones presidenciales de marzo de 2000. Además, alegó que su intención era continuar la reforma del mercado y no revisar el programa de privatización de Yeltsin. 

Demostró ser más independiente de lo que muchos habían supuesto, y actuó rápidamente para alejar a los oligarcas del centro del poder político. En el verano de 2000, Putin tomó el control de las dos estaciones de televisión nacionales, propiedad de Boris Berezovsky y Vladimir Gusinsky, llevándolos al exilio.

Ni el hombre más rico de Rusia pudo contra él

En la primavera de 2003, Mikhail Jodorkovsky, fundador de la compañía petrolera Yukos y el hombre más rico de Rusia, comenzó a manifestar su interés por una carrera política. Khodorkovsky trató de reforzar su posición adoptando normas internacionales de contabilidad y añadiendo occidentales a la junta directiva de Yukos.

En el verano de 2003, Putin dio luz verde al arresto de Khodorovsky, así como a media docena de otros ejecutivos y al desmembramiento de Yukos. Esto sentó las bases para una victoria aplastante para la Rusia Unida pro-Putin en las elecciones a la Duma Estatal de diciembre de 2003. Rusia Unida ganó el 37,6% de los votos populares, dándoles 120 escaños, además de otros 126 escaños en las elecciones de un solo mandato. Después de las elecciones, 60 independientes que ganaron en carreras de un solo escaño se unieron a Rusia Unida, elevándose por encima de la mayoría de dos tercios requerida para cambiar la constitución.

Medvédev, el mejor aliado de Putin

Dado que Putin no podía seguir siendo presidente porque entonces estaba constitucionalmente limitado a dos mandatos consecutivos, Putin se desempeñó nuevamente como primer ministro de 2008 a 2012 bajo la presidencia de Dmitri Medvédev. 

En 1999 Medvédev se mudó a Moscú cuando Vladímir Putin fue nombrado primer ministro por Borís Yeltsin. Medvédev fue jefe adjunto del gabinete. En enero de 2000, con la presidencia de Vladímir Putin, se cambió a la administración presidencial, de la que fue director adjunto y en las elecciones a inicios de 2000 dirigió la campaña electoral de Putin.

Putin le asigna en 2001 la responsabilidad para la ejecución de la reforma del servicio público. Finalmente, en 2002 fue el presidente del directorio de Gazprom, en 2003 fue nombrado jefe de gabinete y en 2005 fue viceprimer ministro a cargo de los programas sociales. 

Además, en noviembre de 2005 fue nombrado por Putin jefe de gabinete adjunto del primer ministro. En diciembre de 2007 fue propuesto como candidato a presidente de Rusia por los partidos Rusia Unida, Rusia Justa, Fuerza Cívica y el Partido Agrario Ruso. Obviamente, esta propuesta contaba con el apoyo de Vladímir Putin.

El control de Putin sobre Rusia

Alexander Vasilyevich Bortnikov, una de las figuras más importantes en la Rusia de Vladímir Putin, es director del FSB, el Servicio Federal de Seguridad, la agencia de inteligencia que sucedió a la KGB soviética.

Asimismo, Serguei Narishkin, a partir de 2016 estuvo al mando del Servicio de Inteligencia Extranjera, (SVR, por su sigla en ruso), es uno de los más antiguos aliados de Putin y se conocen desde sus años de servicio en la KGB y en la oficina del alcalde de San Petersburgo.

La permanencia en el cargo de Alexéi Borisovich Miller, actual presidente de Gazprom, demuestra su sólida posición en la cúpula del poder en la Rusia de Putin. La relación entre Putin y Miller también surgió en su época en San Petersburgo.

Igor Sechin es el máximo responsable de Rosneft, la petrolera estatal, clave en el suministro de energía a Europa y uno de los mayores productores mundiales de crudo. También comenzó su relación con Putin en los años de San Petersburgo.

Yuri Valentinovich Kovalchuk, responsable del Banco de Rusia, es uno de los más destacados banqueros de Rusia. En informaciones publicadas por los medios rusos, se le ha descrito como "el cajero de Putin". Según la agencia Reuters, Kovalchuk fue el anfitrión en 2013 de la boda de la hija de Putin, celebrada en un complejo de esquí de su propiedad.