Cuando se cumplen más de dos meses de guerra, Rusia ha agravado sus advertencias a Occidente y al mundo al asegurar que existe un “riesgo real” de Tercera Guerra Mundial.

"El peligro es serio, es real. No se puede subestimar", alertó este lunes el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, según recogía la agencia de noticias Interfax. En este sentido, el dirigente ruso recordó la Crisis de los Misiles de 1962, aunque matizando que la situación actual es distinta: "Las normas de conducta estaban muy claras. Estaba claro en Moscú cómo se estaba comportando Washington y Washington tenía claro cómo se estaba comportando Moscú, (pero) ahora quedan pocas normas", argumentó.

Rememoró así que en aquellos años existía un “canal de comunicación” por el que los distintos dirigentes “confiaban”, el cual no existe en las circunstancias actuales y “nadie está intentando crearlo”. “Hay intentos tímidos que se han hecho en la primera fase, pero no han dado resultado”, lamentó.

A la par que Lavrov criticaba a Estados Unidos por el consecutivo envío de armas a Ucrania y de propagar “su esencia rusófoba”, justificó que Rusia ya ha hecho “mucho durante años” para evitar este escenario bélico de gran magnitud.

Transnistria, ¿nuevo frente en la guerra?

Durante las últimas horas se han vivido auténticos momentos de tensión, pero ninguno en territorio ucraniano ni ruso, sino moldavo. La región separatista del país, Transnistria, se mantiene leal a Rusia desde la década de los 90, en la decadencia de la Unión Soviética.

La región alberga en torno a 20.000 toneladas de armamento y, después de la anexión de Crimea en 2014 y el conflicto en el Donbás agravado por la guerra actual, creció el temor por que Transnistria se convirtiese en una extensión del corredor terrestre.

El Gobierno moldavo comandado por Maia Sandu alertó este lunes de varias explosiones en la capital de Transnistria, Tiraspol. Las autoridades de la zona han llamado a “preservar la paz” ante las recientes tensiones que entran de lleno en el conflicto ruso-ucraniano.

Por su parte, desde la Presidencia de Ucrania han señalado que hay dos escenarios posibles al respecto: “La mala noticia: si Ucrania no resiste, mañana el enemigo estará a las puertas de Chisinau (capital de Moldavia). La buena noticia es que Ucrania garantizará la seguridad estratégica de la región”, puntualizó Mijailo Podoliak.

La vía diplomática con Ucrania se enfría

Las negociaciones pacíficas entre Rusia y Ucrania se han endurecido durante los últimos días: “Ni Estados Unidos ni Reino Unido (…) aconsejan a Zelenski acelerar las negociaciones, sino que le aconsejan endurecer su oposición”, apuntaba el ministro ruso, defendiendo así que el Kremlin desea continuar con el contacto diplomático porque “la buena voluntad no es ilimitada”.

No obstante, el Gobierno de Volodímir Zelenski sigue en alerta constante con los posibles futuros movimientos de las tropas de Vladimir Putin. El último de ellos ha coincidido con el 36 aniversario del desastre de Chernóbil y, en la misma línea, el presidente ucraniano ha acusado a Rusia de “amenazar a la humanidad con una nueva catástrofe nuclear”, recordando así el control que tomaron los soldados rusos durante semanas de la antigua planta de Chernóbil y, después, la de Zaporiyia, la mayor del continente europeo.