Italia sigue envuelta en el caos que ha traído la victoria de la ultraderechista Giorgia Meloni en los recientes comicios del país. Un embrollo que, lejos de solucionarse, cada vez se complica más debido a las grandes diferencias de los partidos de derechas, obligadas a entenderse para conformar gobierno.

Un pulso, el de la derecha italiana para terminar de conformar un pacto de Gobierno, que se ha agudizado en las últimas horas después de la publicación de una nota en la que el exprimer ministro Silvio Berlusconi califa a la líder Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, de "prepotente, arrogante y ofensiva".

Tal y como apunta el diario 'La Repubblica', Berlusconi tenía estos calificativos anotados en un papel durante la sesión inaugural del Senado, junto a una descripción en la que se refiere a Meloni como una persona que "no está dispuesta a cambiar" y "con la que uno no se lleva bien".

"A esa lista le faltaba un punto, que no se me puede chantajear", ha respondido Meloni, visiblemente molesta, en declaraciones a los medios de comunicación. En los últimos días, han trascendido demandas del líder de Forza Italia para que su partido obtenga ministerios concretos, incluido el de Justicia.

Salvini confía en que las aguas vuelvan a su cauce

Entretanto, el otro protagonista de esta alianza a tres bandas, el líder de la Liga, Matteo Salvini, confía en que las aguas vuelvan a su cauce y, a preguntas de si habrá unidad, ha respondido que "por supuesto", según la agencia AdnKronos. Así, ha descartado que puedan influir "contratiempos" como los vividos esta semana con el reparto de las presidencias de la Cámara de Diputados y del Senado.

Meloni ha defendido la necesidad de avanzar rápido en este diálogo, con vistas a cerrar cuanto antes un Gobierno que tendría a la dirigente ultraderechista como primera ministra. El presidente de Italia, Sergio Mattarella, aún debe iniciar la ronda de contactos con los distintos partidos.

Lorenzo Fontana, un ultra al frente de la Cámara de Diputados

Por otra parte, este viernes los legisladores italianos elegían a Lorenzo Fontana, miembro de la Liga de Matteo Salvini, como nuevo presidente de la Cámara de Diputados, lo que permite a las dos principales formaciones de derechas repartirse el control del Parlamento tras la victoria del candidato de Hermanos de Italia en el Senado.

Han sido necesarias cuatro votaciones y la reducción de los requisitos de aprobación --bastaba ya la mayoría absoluta este viernes-- para que la alianza de derechas lograse aprobar, con 222 votos a favor, la candidatura de Lorenzo Fontana, propuesto en la primera jornada por la Liga y con experiencia de Gobierno.

La izquierda ha movido en vano su propia candidatura, a sabiendas de que no tenía opciones frente a Fontana. Durante la sesión, varios diputados del Partido Democrático (PD) han exhibido una pancarta contra él: "No a un presidente homófobo pro Putin".