La ONU ha dictado sentencia. El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, órgano del 'oficialismo' que dio como reelecto al presidente Nicolás Maduro, no cumplió con las "medidas básicas de transparencia e integridad" en las elecciones del pasado 28 de julio. Así lo ha afirmado la organización en un comunicado este martes, en el que se han sumado a la presión internacional que existe sobre Maduro para que publique el desglose del CNE que respalde su reelección. El Ministerio de Relaciones Exteriores sigue tensando la cuerda, y anuncia que "rechaza categóricamente" este informe de la ONU.

En concreto, el panel de la ONU concluyó así sobre los resultados electorales publicados por el Gobierno venezolano: "El proceso de gestión de resultados del CNE no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para la celebración de elecciones creíbles". El Ejecutivo de Maduro sigue sin publicar las actas de los centros de votación, por lo que los resultados de los comicios y la reelección del presidente siguen sin ser respaldados por la comunidad internacional.

España, junto a otros seis países miembros de la Unión Europea, se sumó a la petición internacional de que se hagan públicas las actas que demuestren los resultados que el 'oficialismo' da por buenos. Tras los comicios, el CNE anunció que Nicolás Maduro había resultado electo por un 52% de los votos, por lo que se mantendría en el Palacio de Miraflores durante otros seis años.

El partido del principal candidato de la oposición -según las encuestas, principal favorito a la elección presidencial-, Edmundo González Urrutia, denunció los resultados del CNE, al no haberse hecho públicas las actas de cada mesa electoral, esenciales como medida de transparencia en los procesos electorales. Según su propio recuento de las urnas, el candidato de la Mesa de Unidad Democrática habría obtenido más del 70% de los votos y sería el legítimo sucesor de Maduro en la presidencia de Venezuela.

Venezuela "rechaza categoricamente" el informe de la ONU

Antes de que se abriesen los colegios electorales, el CNE estaba dispuesto a cooperar, e invitó a cuatro observadores de Naciones Unidas a supervisar las votaciones y verificar que se cumpliera con la transparencia, para posteriormente dar cuenta de ello a Antonio Guterres, secretario general de la ONU. Sin embargo, desde el organismo internacional denuncian que, una vez cerradas las urnas, no pudieron reunirse con los funcionarios del CNE.

La ONU lamenta que el ocultismo del régimen de Maduro con respecto a las actas de votación "no tiene precedentes en las elecciones democráticas contemporáneas", y que ha resultado en un "impacto negativo en la confianza en el resultado". Esto dice el informe final del panel encargado de supervisar las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, que recuerda que la comitiva no iba en una misión de observación electoral.

El mismo martes, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela respondieron a las afirmaciones de Naciones Unidas. El área que dirige el almirante en jefe Remigio Ceballos, anunció que el Gobierno "rechaza categóricamente" el informe de la ONU. Asímismo, añadió que cuestionar los resultados oficiales "representa un acto absolutamente temerario que socava la confianza en los mecanismos diseñados para la cooperación y la asistencia técnica".

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