La mili, o más conocida como el servicio militar obligatorio, es algo que suena a tiempos pasados, al menos en España pero, que a efectos prácticos, lo cierto es que está siendo una formación que está regresando en los países del entorno. Marruecos, por su parte, ya la ha impuesto; Alemania, en su caso, está estudiando implementarla.

En primer lugar, fijando la mirada en el vecino norteafricano, ha sido en este mes de marzo cuando se ha dado inicio al plazo de inscripción de los jóvenes que formarán parte del servicio militar obligatorio y que está previsto que concluya el próximo 29 de abril. La iniciativa se recuperó allá por 2021, llegando a alcanzar las 178.000 personas registradas, aunque en 2023 la cifra descendió hasta las 149.595.

El Gobierno marroquí señala, a través de su página web, que “los reclutas se benefician de un salario mensual, compensación, tratamiento en instituciones hospitalarias militares, cobertura médica, seguro de muerte e invalidez, asistencia médica y social y una pensión temporal en caso de enfermedad durante el servicio”, reza la descripción sobre este servicio. En concreto, los salarios oscilan entre los 1.050 dírhams (96 euros) y los 2.100 (193), dependiendo del rango militar.

La mili, una contemplación en Alemania

En paralelo, y dentro del plano europeo, se encuentra el ejemplo de Alemania. El Ministerio de Defensa, dirigido por Boris Pistorius, está estudiando volver a implementar el servicio obligatorio militar fijando la vista en los modelos escandinavos. En el caso de Alemania, la mili dejó de ser obligatoria en 2011. Cabe recordar que durante el mandato de Angela Merkel, en 2016, se barajó volver a implementarlo debido a la amenaza terrorista, pero fue una cuestión que, finalmente, no se llevó a término.

Según refleja una encuesta realizada en 2023 por el Instituto de Investigación Ipsos, el 61% de la ciudadanía alemana ve con buenos ojos que vuelva la mili en estos tiempos. Desgranando aún más estos resultados, se valoró con el 43% que esta obligación debe estar enfocada tanto para hombres como para mujeres. A la contra de que se vuelva a instaurar la mili en Alemania, se opuso el 29% de la población.

Cabe remarcar que el Bundeswehr -el ejército alemán- ha contado en los últimos años con una cifra de soldados de entorno a 183.000, pese a que hace dos décadas atrás era de 317.000. Un balance en números negativos teniendo en cuenta que la población global de la potencia europea es de 83 millones de habitantes.

La propuesta que se posiciona en estos momentos en el centro de la mesa se debe tomar en cuenta con que las próximas elecciones al Parlamento están fijadas para septiembre de 2025, por lo que la aceptación y su aún teórica puesta en práctica se tomará en cuenta de cara a las urnas.

¿Podría volver la mili a España?

El hecho de que en algunos países del entorno esté regresando por parte de los gobiernos, y de cara a las generaciones jóvenes, la imposición del servicio militar, a España ha vuelto este debate.

Fue el 9 de marzo de 2001, con el Gobierno de José María Aznar, cuando en nuestro país se puso fin definitivo a la mili pero, teniendo en cuenta el escenario de tensión actual en Europa, más por la guerra entre Ucrania y Rusia que en este punto apunta a maneras a recrudecerse, esta cuestión ha vuelto a tratarse. “Puede que la amenaza de guerra no sea inminente, pero no es imposible. No hay que exagerar los riesgos de la guerra, pero hay que prepararse para ellos”, expresó recientemente en estos términos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

En vistas del conjunto europeo, el servicio militar obligatorio está vigente en once países: Suecia, Noruega, Lituania, Letonia, Dinamarca, Grecia, Francia, Turquía, Estonia, Austria y Finlandia. Hasta la fecha, el Gobierno español no se ha pronunciado al respecto ni parece que pueda llegar a hacerlo en un futuro próximo, aunque habrá que estar a la espera de cómo se desarrollan los acontecimientos bélicos del entorno cercano.

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