El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha asegurado que Donald Trump "no bromea" cuando habla de la posibilidad de que su país tome el control de Groenlandia. Según Rubio, esta idea está alineada con el "interés nacional" y responde a la necesidad de aumentar la presencia y vigilancia de Washington en el océano Ártico.

"No se trata de controlar territorios solo por controlarlos. Se trata de una estrategia vinculada a nuestra seguridad y a nuestros intereses", declaró Rubio en una entrevista radiofónica, donde insistió en que Trump considera seriamente la posibilidad de expandir la presencia de Estados Unidos en regiones estratégicas.

El Ártico: un punto de interés para China y Rusia

Según Rubio, el interés estadounidense en Groenlandia responde también a la creciente influencia de potencias como China y Rusia en el Ártico. Para el jefe de la diplomacia, es "realista" pensar que China intenta aumentar su presencia en la región a través de inversiones empresariales, las cuales podrían servir como bases logísticas en caso de un conflicto internacional.

Por su parte, Trump ha justificado su interés en Groenlandia mencionando posibles amenazas extranjeras y recordando que China tiene una influencia clave sobre el canal de Panamá. Según el presidente, este enclave estratégico debería volver a estar bajo soberanía estadounidense para evitar cualquier desbalance de poder en la región.

El rechazo de Dinamarca y Panamá

A pesar de las declaraciones de Trump y Rubio, las autoridades de Dinamarca y Groenlandia han sido categóricas en su rechazo a cualquier intento de cesión o compra de territorio.

Dinamarca, que ejerce soberanía sobre Groenlandia, ha reiterado en diversas ocasiones que no contempla la posibilidad de negociar con Estados Unidos sobre este asunto. En el mismo sentido, Panamá ha asegurado que su canal sigue siendo un territorio soberano y que no aceptará ninguna injerencia extranjera en su gestión.

La estrategia de Trump y su impacto en la diplomacia internacional

Las aspiraciones de Trump sobre Groenlandia no son nuevas. En 2019, cuando ocupaba la presidencia, ya generó controversia al sugerir la posibilidad de comprar la isla a Dinamarca. La propuesta fue recibida con escepticismo y rechazo por parte del gobierno danés, que calificó la idea como "absurda". Aun así, Rubio ha defendido la postura de Trump, argumentando que la expansión de la presencia estadounidense en el Ártico es clave para la seguridad nacional y que los desafíos geopolíticos requieren un enfoque estratégico.

Con un panorama político global en constante cambio y con China y Rusia consolidando su influencia en diversas regiones, la postura de la Administración de Trump podría seguir generando tensión en el ámbito diplomático.