Este martes, Irán ha irrumpido en el conflicto candente en Oriente Próximo con un ataque con misiles sobre varias ciudades de Israel, en concreto, sobre Tel Aviv y Jerusalén. Asimismo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado el inicio de un ataque iraní contra territorio israelí y ha emplazado a los civiles a acudir a los refugios; aproximadamente dos horas más tarde, se ha dado por concluido.
Este ataque se produce después de los masivos y continuados bombardeos del Ejército de Benjamín Netanyahu contra Hezbolá, respaldado por Teherán, en Líbano, durante los últimos días.
Ha sido de parte de Estados Unidos desde donde se ha escuchado la voz de alarma ante un ataque inminente de estas características que, a través de un alto cargo, ha señalado a la prensa iraní que se estaba preparando este lanzamiento de misiles balísticos sobre Israel.
Por su parte, las fuerzas militares israelíes ya han reconocido este martes por la mañana de que este ataque, que se ha empezado a producir a mitad de la tarde de esta misma jornada (hora local), podrá ser de “amplio alcance”, haciendo así un llamamiento a la población civil a que cumplan las órdenes de seguridad.
Alrededor de dos horas más tarde después de que hayan sonado las sirenas de alarma, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han actualizado sus recomendaciones de seguridad para autorizar a la población a salir de los refugios, dando así por superada, al menos por ahora, la amenaza derivada del lanzamiento de misiles desde Irán. El portavoz militar, Daniel Hagari, ha asegurado que no se han detectado otras posibles amenazas, y que "no hay constancia de víctimas", aunque sí se han reportado decenas de heridos por los impactos.
Estados Unidos dispone ayuda a Israel
Por parte de Estados Unidos, el presidente Joe Biden ha dado la orden a su ejército de ayudar a Israel a derribar los misiles lanzados por Irán en señal de respuesta a las muertes del líder político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, y del secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá.
De esta manera, la Casa Blanca ha informado de que Biden y la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se encuentran supervisando la situación del ataque iraní contra Israel. "Reciben actualizaciones periódicas de su equipo de Seguridad Nacional".
La guerra de Israel, contra "el eje del mal de Irán"
Cabe recordar que este martes Netanyahu ha defendido que la represión militar de su país sobre la Franja de Gaza o Líbano son contra "el eje del mal de Irán", aludiendo a la influencia de Teherán en las milicias islamistas de la región. El primer ministro israelí ha lanzado un discurso con estas claves celebrando los "logros" de las últimas semanas, incluida la ofensiva contra el partido-milicia chií Hezbolá y la muerte de su cúpula, incluido su líder, Hasán Nasralá; aunque también ha vaticinado "grandes desafíos".
"Estamos decididos a devolver a nuestros residentes del norte a sus hogares de manera segura. Pero también hay grandes desafíos", ha manifestado un Netanyahu. "Debemos permanecer unidos. Juntos nos mantendremos firmes en los días difíciles que tenemos por delante. Juntos nos mantendremso firmes. Juntos lucharemos y juntos venceremos", ha remachado el mandatario israelí.
Origen de la enemistad entre Irán e Israel
Con la escalada del conflicto en el que ahora ha entrado de lleno Irán por los consecutivos bombardeos israelíes sobre Líbano, cabe recordar de dónde viene el origen de esta enemistad entre ambas naciones de Oriente Medio y que está agravando las consecuencias bélicas en la comunidad internacional.
Con la Revolución Islámica de 1979 se marcó en las relaciones de ambos países un antes y un después. Con la llegada al poder del gobierno teocrático en Irán, cambiaron drásticamente las relaciones con el exterior y, concretamente a Israel, se le declaró un enemigo fundamental. Esta postura ha ido alimentando con el paso de los años la hostilidad, llevando a Irán a apoyar a Hezbolá en Líbano y a Hamás en la Franja de Gaza.
Por su parte, Israel percibe a Irán como una amenaza existencial por sus amenazas antiisraelíes y, con el aumento de la presencia iraní en países colindantes, la presencia militar iraní se ha convertido en una amenaza directa para la seguridad nacional de los israelíes.
En este conflicto que tiene como epicentro Oriente Próximo, el papel que también juega Estados Unidos es clave, ya que ha contribuido durante las últimas décadas a la desestabilización de otros países como Siria o Irak.