Apenas una semana después de que Hungría aceptara pagar el gas ruso en rublos, el Gobierno de Viktor Orbán ha criticado que Bruselas baraje el embargo total y gradual del petróleo de Rusia, alegando que no contempla las dudas que aún persisten en Budapest sobre la seguridad energética húngara.

Las reacciones a la propuesta de la Unión Europea, incluida en una nueva batería de sanciones a Rusia, no se han hecho esperar y Viktor Orbán ya ha mostrado su disconformidad. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunciaba que, de aprobarse, esta medida albergaría un periodo transitorio hasta final de año para evitar un duro golpe en los mercados y dar tiempo a los países para buscar una alternativa. 

 

Budapest no ha encajado bien el que sería el sexto paquete de sanciones. Zoltan Kovacks, portavoz del Gobierno húngaro, ha censurado la propuesta de Von der leyen, argumentando que no ven "planes" para gestionar un "periodo de transición" ni cómo se garantizaría la "seguridad energética de Hungría". 

El rechazo húngaro se produce una semana después de que el Gobierno de Viktor Orbán, desligándose de sus aliados polacos, cediera al chantaje del Kremlin y aceptara pagar el gas ruso en rublos. La Unión Europea se negó en un primer momento, extendiendo su apoyo al Ejecutivo de Polonia para hacer frente a la presión de Vladimir Putin

Tanto Hungría como Eslovaquia reclaman excepciones para retrasa la aplicación de las sanciones, si bien el objetivo de la Comisión Europea pasa por que los Estados miembros puedan llegar a un acuerdo final sobre este tema esta misma semana.

 

La propuesta de Bruselas

Los planes de Bruselas pasan por un embargo total al petróleo ruso, aunque deja la puerta abierta a un periodo transitorio hasta final de año para contener el golpe en los mercados y preparar vías alternativas de suministro.

"Seamos claros, no será fácil. Algunos estados miembro son fuertemente dependientes pero debemos simplemente trabajar en ello. Proponemos desde ahora una prohibición del petróleo ruso, una prohibición total de las importaciones de todo el petróleo ruso", ha proclamado la jefa del Ejecutivo comunitario en el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia).

Esta ruptura con el petróleo ruso se hará de manera "ordenada" para que los propios países de la UE y sus socios tengan tiempo de buscar vías alternativas de suministro y contener el impacto en los mercados.

La propuesta detallada sobre el sexto paquete de sanciones está siendo examinado por los Veintisiete en una reunión a nivel de embajadores en Bruselas al tiempo que Von der Leyen informa de su contenido a los eurodiputados.