El balance de víctimas a causa del terremoto de magnitud 7,7 en la escala abierta de Richter registrado el viernes en el centro de Birmania ha aumentado a más de 2.000 muertos y cerca de 4.000 heridos, según ha confirmado este lunes la junta militar.
El director de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Zaw Min Tun, ha señalado que hasta ahora se han confirmado 2.056 muertos, más de 3.900 heridos y cerca de 270 desaparecidos, tal y como ha recogido el portal birmano de noticias Yanaekhit (Hoy). El representante de Naciones Unidas de Birmania, Marcoluigi Corsi, ha declarado en un comunicado que “Naciones Unidas y sus aliados se están movilizando de forma urgente para apoyar los esfuerzos de respuesta de emergencia y estar preparados para ayudar a todos los afectados, donde sea que estén”.
Las consecuencias humanitarias de este terremoto son una de las principales preocupaciones sobre el futuro del país. Se han derrumbado puentes, carreteras han quedado destruidas y se han dañado edificios importantes, como el aeropuerto de Mandalay. El país ya estaba en una situación humanitaria preocupante dado que ha estado sufriendo una crisis desde el golpe de estado hace cuatro años y este año, antes del terremoto, había más de un millón de personas que necesitaban ayuda humanitaria, según la ONU.
Es difícil acceder a información sobe las consecuencias del terremoto dado que se ha estado bloqueando el acceso de medios de comunicación en el país desde 2021. La junta militar ha prohibido el acceso a periodistas internacionales para informar sobre el terremoto, diciendo que no hay suficiente agua, electricidad o hoteles para ellos, según Reuters.
En Tailandia, país afectado por el desastre natural, al menos 18 personas han fallecido tras el derrumbe de un rascacielos y se siguen buscando a otras 78 personas desaparecidas. Sin embargo, la primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, ha afirmado este lunes que “la situación ha vuelto, en su mayoría, a la normalidad”. “Mis pensamientos y rezos también se dirigen a nuestro vecino cercano de Birmania, también afectado seriamente por el terremoto devastado”, lamentó.
El Ministerio de Exteriores francés ha confirmado durante la jornada que dos de los fallecidos por el seísmo, que también sacudió China, son ciudadanos del país europeo, antes de recalcar que "las embajadas de Francia en Yangón y Bangkok están totalmente movilizadas para seguir la situación, en contacto con el centro de crisis y apoyo" de la cartera.
Asimismo, el portavoz de la cartera diplomática de China, Guo Jiakun, ha confirmado la muerte en Birmania de un ciudadano del gigante asiático a causa del terremoto, si bien la Embajada china en el país asiático ha elevado a tres los fallecidos, según ha informado la agencia china de noticias Xinhua.
El epicentro del terremoto fue en la segunda ciudad más grande de Birmania con una población de 1,5 millones de personas. Este terremoto se considera el más fuerte desde hace un siglo y algunos expertos sugieren que las cifras de muertos proporcionadas por el gobierno birmano no son una representación fiel al número de víctimas del terremoto. El Servicio Geológico de Estados Unidos ha estimado que el número de víctimas se situará en más de 10.000 personas. La Federación Internacional de la Cruz Roja y Sociedades de medialuna Roja (IFRC) ha afirmado que las consecuencias del terremoto de Myanmar son “una devastación que no se ha visto en más de un siglo en Asia”.
Ayuda exterior
Varios países del mundo han ofrecido su asistencia al país asiático tras una solicitud inusual de su junta militar de ayuda internacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el envío urgente de suministros médicos a hospitales de las zonas afectadas y IFRC ha hecho un llamamiento para aumentar su apoyo en la zona recaudando 106 millones de euros.
China ha enviado material crítico junto con equipos de personas de rescate; la India ha mandado varios equipos de médicos; Rusia ha enviado materiales, un equipo de médicos y personal de rescate; Reino Unido ha mandado 12 millones de euros en ayuda humanitaria; la Unión Europea y Estados Unidos también han proporcionado ayuda humanitaria. En el caso de Estados Unidos, con la disolución de la agencia federal Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ha llamado la atención.
Varios medios estadounidenses han remarcado el efecto del bloqueo de USAID en la habilidad de dispensar ayuda humanitaria a Birmania. Estados Unidos anunció dos millones de dólares este domingo de forma ralentizada, debido, de acuerdo con el New York Times, al colapso en los canales tradicionales de asistencia humanitaria. El día del terremoto, la embajada estadounidense en la ciudad de Yangon de Birmania solicitó ayuda a USAID, lo que resultó en el acceso a asistencia. Sin embargo, un designado político de Washington en USAID, Tim Meisburger, confirmó que, a pesar de la respuesta estadounidense a la crisis birmana, nadie debe esperar que la agencia federal tenga las mismas funciones que antes de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump.