La Audiencia Nacional obvió documentos clave que implicaban a la ex secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, en la operación Kitchen. Este caso, separado de la operación Tándem, se centraba en las actuaciones del Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz y del excomisario José Villarejo para extraerle documentación al tesorero Luis Bárcenas, en prisión y señalado por la Gürtel y la contabilidad fraudulenta del PP, que pudiera perjudicar al número uno, Mariano Rajoy (M. Rajoy), y a la propia formación.

El Tribunal decidió ignorar audios entre el comisario José Villarejo y la ex ministra de Defensa, pese a que estos implicaban directamente a la entonces número tres del partido y a que la propia Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, policía judicial de aquella causa, había entregado las grabaciones completas al juzgado, según denuncia el PSOE. Un actuación a conciencia que se produjo contrariamente a los criterios de Anticorrupción, la Abogacía del Estado y las acusaciones populares.

El organismo jurídico dejó pasar los, en aquel momento, nuevos audios sobre la presunta actuación en la trama de la ex presidenta de Castilla-La Mancha -conversando con el excomisario Villarejo-, así como un informe policial que iba en la misma dirección. Proceder que no puede entenderse sin mencionar quién era el magistrado a cargo de la causa, que no podría ser otro que Manuel García-Castellón. Musa de los cachorros de la derecha judicial, admirados por medios de comunicación y alabado por el PP, derrochó en aquel caso una nueva dosis de independencia judicial a la española.

Audios incriminatorios

En total fueron obviadas tres grabaciones en las que, entre otras cosas, Cospedal hace referencia a “lo de la libretita”, refiriéndose a la contabilidad con pagos opacos de Bárcenas, que “seria mejor poderlo parar”. Algo que García-Castellón ignoró, igual que otro audio en el que excomisario y ex secretaria general del PP abordan el nombramiento de Francisco Martínez, uno de los principales acusado de la Kitchen, como secretario de Estado de Seguridad. “Un tipo listo y echado para adelante” con el que “poner orden”, agradece Villarejo a Cospedal su nombramiento.

El orden del que ambos hablan no podía ser otro, como revela más adelante el agente, lo referido a Bárcenas y su afectación al PP. “He quedado mañana con él (Francisco Martínez) y con el amigo que un día fue conmigo, que son los que saben de todas estas cosas, para organizar y ordenar el tema y establecer el asunto lo más eficazmente posible. Y ahora, no sé, lo que vosotros digáis. Yo sería partidario de, a este tío, el cabrón del cabrón (en referencia al abogado de Bárcenas) hay que laminarlo”, expone Villarejo a Cospedal. “Yo lo tengo más claro que el agua”, responde ella.

La exministra no toma un papel único de escucha y apuntes esporádicos. En las grabaciones puede escucharse como le expresa a su interlocutor el malestar que alberga porque el caso Bárcenas se está cargando otra línea estratégica. “Este tío, Bárcenas, cuando le echamos del partido fue con esa cosita (las anotaciones de la contabilidad irregular) a todos los periódicos y nadie se lo compró. Que lo hayan sacado ahora me parece una mezquindad de mil demonio porque, entre otras cosas dejan sin efecto lo de los catalanes (investigación a la familia Pujol)", traslada Cospedal a su confidente.

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