El que hasta ahora fuera príncipe de Gales, Charles Phillip Arthur George, ha sido proclamado formalmente este sábado como rey de Inglaterra, tras la muerte de Isabel II a los 96 años este jueves. Carlos III de Reino Unido, como se le conoce a partir de ahora, ya lleva siendo monarca de manera oficiosa desde el mismo jueves al ser el primero en la línea de sucesión al trono, pero ha sido hoy sábado cuando se ha oficializado su proclamación mediante la ceremonia protocolaria.

La proclamación del nuevo monarca ha tenido lugar a las 10:00 horas ante el Consejo de Adhesión (el cuerpo ceremonial encargado de proclamar formalmente al sucesor al trono), en un acto celebrado en el Palacio de St. James, lugar de residencia de varios miembros de la familia real británica. El protocolo anunciado se ha seguido a rajatabla: en primer lugar, se ha anunciado la muerte de Isabel II y, acto seguido, se ha leído una proclamación tradicional. Más tarde, Carlos III ha participado en una segunda reunión en la que ha jurado preservar la Iglesia de Escocia, y una vez cumplidos ambos protocolos, ha sido finalmente proclamado rey.

Nuevo rey y nuevo Ejecutivo: la primera reunión

Con el fallecimiento de Isabel II tras 70 años de reinado y tras el cese de Boris Johnson, el país ha visto cómo la jefatura del Estado y la figura del primer ministro cambiaban de manera casi simultánea, dejando un mapa político completamente distinto al de hace apenas dos semanas. Este sábado, los miembros del recién estrenado Gobierno británico se reúnen por primera vez con el nuevo monarca, pocos días después de que la primera ministra del país, Liz Truss, haya formado su Ejecutivo.

Los ministros han asistido al Consejo de Adhesión en el Palacio de St James en Londres, donde Carlos III ha sido proclamado formalmente soberano de Reino Unido. Más tarde, el Ejecutivo se desplazará al Palacio de Buckingham para mantener una audiencia con el monarca y dar por arrancado el mandato de ambos poderes.

Por su parte, Liz Truss fue recibida por el nuevo rey en Buckingham este viernes, en lo que fue el primer encuentro entre ambos desde el fallecimiento de Isabel II y desde que esta última encargara a la exministra de Exteriores la formación de un nuevo Ejecutivo el pasado martes. Al ofrecerle sus condolencias, el rey le estrechó la mano y le dio las gracias, diciendo: "Es usted muy amable por venir, sé lo ocupada que está".

La figura de Carlos III, a caballo entre las excentricidades y la polémica

A sus 73 años, el rey Carlos III ostenta una vida cargada de curiosidades, anécdotas y, también, polémicas. Nació el 14 de noviembre de 1948 en el Palacio de Buckingham, antes de que su madre hubiera accedido al trono, ya que en aquel entonces reinaba su abuelo, Jorge VI. Fue poco más de tres años después de su nacimiento cuando Isabel II se proclamó reina, convirtiéndose él, así, en heredero directo al trono.

Antes de acceder a la corona, Carlos ha regentado otros títulos nobiliarios: Duque de Cornualles, Príncipe de Gales, Duque de Rothesay, Conde de Carrick, Barón de Renfrew y señor de las Islas y Conde de Chester. Todos ellos han pasado ahora a titularidad del príncipe Guillermo de Gales. A su vez, según los historiadores, el propio Carlos III y su familia descienden del rumano Vlad Tsepesh el Empalador, conde de Transilvania, conocido popularmente como ‘el conde Drácula’ que inspiró a Bram Stoker para escribir la novela homónima en 1897 y que la posteridad ha convertido en uno de los personajes más prolíficos de la literatura y el cine.

Por otra parte, el ámbito amoroso del nuevo monarca de Reino Unido tampoco ha estado exento de polémica. Durante su juventud, a Carlos de Inglaterra se le relacionó con varias jóvenes, entre ellas la hermana de su futura primera esposa, Sarah Spencer, y su actual mujer, Camila Shand. La prensa también llegó a comunicar un supuesto compromiso con la princesa María Astrid de Luxemburgo, información que fue rápidamente desmentida desde la Casa Real.

Su primera mujer fue Diana Spencer, con quien se casó en 1981 y tuvo dos hijos, William y Harry. De Lady Di se separó en 1992, aunque el divorcio no llegó hasta 1996, siendo un año después cuando ésta murió en París tras sufrir un accidente de coche con su pareja por aquel entonces, Dodi Al-Fayed. En 2005, Carlos III contrajo segundas nupcias con la que actualmente es su esposa y ha sido nombrada reina consorte, Camilla Parker Bowls, con quien ya le había sido infiel a Diana previamente, tal como confesó en una entrevista en 1994. Según reconoció, la historia de amor con Parker comenzó 35 años antes de casarse, en 1970, cuando coincidieron en un partido de polo.

Más allá de los problemas familiares, Carlos III de Reino Unido ha sido señalado en los últimos años por otras polémicas. En junio de este año, según recoge HuffPost UK, fue objeto de escrutinio en The Sunday Times por, supuestamente, aceptar 2,6 millones de libras en “bolsas de efectivo” para su propia organización benéfica. Dicho dinero fue aportado por el exprimer ministro de Qatar, Sheikh Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani. Aunque terminó por demostrarse que no hubo actividad delictiva alguna en dicha operación, desde entonces la realeza británica decidió no aceptar más donaciones en efectivo para evitar polémicas.

Otra de las muescas del legado de Carlos son los “memorandos de araña negra”, unas cartas que escribió a los ministros a lo largo de los años para presionarlos con distintos fines, saltándose la supuesta ‘neutralidad’ política de la monarquía británica (que, no obstante, ya está vulnerada por la existencia de mecanismos como el King’s Consent, que otorga al jefe de Estado la potestad para intervenir en la aprobación de leyes que afecten a la corona o sus prerrogativas).

El diario The Guardian entró en una batalla legal de diez años con el Gobierno para que se publicaran apenas 27 de estas cartas, escritas entre 2004 y 2005. La Oficina del Gabinete las hizo públicas en 2015, y revelaron peticiones a los ministros sobre la Guerra de Irak, temas relacionados con la matanza de tejones y la pesca ilegal de la merluza negra, entre otras cosas. Desde su portavocía se expresó que Carlos “sólo estaba planteando temas de interés público” y “tratando de encontrar formas prácticas de abordar los problemas”, sin tratar de posicionarse de manera partidista.

Así, la corona del Reino Unido cambia de manos por primera vez en 70 años tras el fallecimiento de Isabel II, poniendo fin al reinado de una monarca que ha vivido acontecimientos como la Guerra Fría, la crisis de los misiles y la caída del Muro de Berlín, las guerras de Irak, los Balcanes y Ucrania, la crisis del petróleo de 1973, la recesión económica de 2008 y la pandemia por el Covid-19, entre otros sucesos, y dando el pistoletazo de salida al mandato de Carlos III.