Isabel II ha tomado cartas en el asunto para abordar la polémica entrevista de los Duques de Sussex. El príncipe Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, han arrojado sobre la institución real una serie de acusaciones y reproches, el más polémico alrededor de la figura de su primogénito, quien habría recibido comentarios racistas por su color de piel.
A pesar de que Buckingham Palace le ha restado importancia en primera instancia, aunque lo ha tildado de "falta de respeto" por haberse emitido en el mismo momento en el que se debate la salud de Felipe de Edimburgo, la última hora que llega desde Reino Unido es más que contundente.
Por medio de un comunicado oficial, la familia real británica ha tildado de "preocupantes" las acusaciones de racismo que Markle ha alegado sobre su primer hijo y las presiones y dificultades emocionales por las que ella ha pasado.
"Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia", puede leerse al final del escrito.
