El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, han intervenido este sábado en el Congreso del Partido Socialista Europeo (PES) en Berlín, en el que también han participado otros líderes socialistas, como los de Portugal, Suecia y Malta, y han advertido de la necesidad de mantener unidad frente a Vladimir Putin y la guerra que ha iniciado en Ucrania.

“Nuestro mensaje debe ser que no tenemos nada contra los ciudadanos rusos, sino contra Putin”, ha insistido Sánchez, mientras Borrell ha remarcado que no se puede caer en el “cansancio” en lo que respecta al apoyo financiero, diplomático y militar a Ucrania, ya que es “un interés de todos” que Putin no gane la guerra. “Debemos preguntarnos dónde estaríamos ahora de no haber dado desde el principio el apoyo decidido a Ucrania”, ha dicho el jefe de la diplomacia europea, advirtiendo también que, a escala de la Unión Europea, es “imprescindible” mantener esa cohesión y unidad.

Estas palabras las pronuncia días después de haber alertado sobre una posible ruptura de la unidad de la Unión Europea ante la consulta nacional de Hungría sobre las sanciones a Rusia. “Putin se ha equivocado al creer que nosotros íbamos a romper nuestra unidad y, cuidado, todavía no está claro cuánto tiempo puede durar porque hay un líder europeo que llama a un referéndum a su país para proponer a sus ciudadanos que en diciembre no se renueven las sanciones a Rusia”, aseguraba Borrell durante su discurso en la Fundación Carlos de Amberes, en Madrid, el pasado martes.

Además, reiteraba que la hermandad entre los Estados miembros hay que seguir manteniéndola para hacer frente “a la crisis energética” que ha venido encima de Europa provocada por la invasión de Ucrania. Por ello, Borrell hacía un llamamiento a Europa para que se “preocupe” por los países del sur y con el resto del mundo: “Hemos de hacer un esfuerzo gigantesco para integrar en nuestra visión las preocupaciones de los demás, y los europeos no lo hacemos lo suficientemente”.

“Sed conscientes de que Putin espera provocar una estampida migratoria en África. Cuando provoca hambruna en África es porque sabe que la consecuencia del hambre es la migración y que los que van a emigrar lo van a hacer aquí”, explicaba.

Consulta nacional en Hungría

Hungría se ha postulado como el único escollo en el discurso unánime de la Unión Europea contra la invasión rusa de Ucrania. Y es que su primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, socio europeo de Vox, anunciaba en el Parlamento del país una “consulta nacional” sobre las sanciones europeas contra Rusia que se ha llevado a cabo este sábado al considerar estas medidas punitivas “fracasadas”.

“Las sanciones no se impusieron de manera democrática, lo decidieron los burócratas y las élites de Bruselas, pero el pueblo europeo es el que paga el precio”, decía Orbán, añadiendo que “este arma ha fracasado” y que “con las sanciones Europa se ha pegado un tiro en el pie”.

En el Parlamento de Budapest, Orbán defendía un alto al fuego entre Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra, remarcando que las sanciones contra Moscú eran “contraproducentes” y estaban llevando a la economía europea a la recesión. Por eso, afirmaba que Hungría sería el primer país de Europa en “pedir la opinión de la gente en el marco de una consulta popular”.

No obstante, las consultas populares de Hungría son mecanismos un tanto cuestionables. Tal como han criticado analistas y opositores húngaros, este tipo de consultas que el Gobierno presenta como un instrumento de supuesta democracia directa no son vinculantes y sirven, sobre todo, para movilizar a los simpatizantes de Orbán y dominar así el discurso político.

Sánchez pide unidad frente a Putin

La intervención de este sábado del presidente del Gobierno español ha ido en el mismo sentido, ya que también ha pedido unidad para combatir a Putin y ayudar a Ucrania en la tarea proporcionando “ayuda económica, humanitaria y militar”. “Hay que distinguir entre de dónde partió la agresión y quién la sufre”, ha subrayado Sánchez en su intervención junto a la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, el primer ministro portugués, António Costa, y el de Malta, Robert Abela.

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En este contexto, Sánchez ha apostado por reforzar los lazos con el resto de continentes y evitar que las sanciones económicas contra Rusia “perjudiquen” el desarrollo de la comunidad internacional: “África, Asia y Latinoamérica también están sufriendo las consecuencias de la guerra de Putin. Nuestro deber también es protegerlos y salvaguardar su desarrollo”.