Con la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, territorios ucranianos, a Rusia, Vladimir Putin ha reforzado su amenaza a Occidente sobre sus aspiraciones imperialistas. Es más, el mandatario ruso ha dado un paso más allá en aras de dar a conocer al mundo su fortaleza militar. ‘K-329 Belgorod’, un submarino de dimensiones gigantescas y portador del ‘Arma del Apocalipsis’, ya ha puesto rumbo a aguas del Ártico y podría haber estado implicado en el último sabotaje al gasoducto Nord Stream, según informó la OTAN este domingo.

La Alianza Atlántica emitió una nota de inteligencia advirtiendo a sus países miembro de los movimientos de la nave. La organización mundial teme que su misión sea realizar prácticas para probar la potencia del torpedo Poseidón, un proyectil que puede recorrer hasta 10.000 kilómetros bajo el agua, provocando así un tsunami radiactivo cerca de la costa. Por este motivo, Estados Unidos ya se ha puesto en alerta activando la red de satélites para hacer un seguimiento de este.

El 'Belgorod' tiene 184 metros de longitud y 15 metros de anchura, pudiendo así desplazarse a 60 kilómetros por hora bajo el mar, pudiendo estar hasta 120 días sumergido. El torpedo Poseidón consta de 24 metros de capacidad para contener una cabeza nuclear de aproximadamente dos megatones. Este fue presentado en 2018 por Rusia como una muestra al exterior para garantizar la supremacía militar rusa. “Es un nuevo tipo de arma completamente nueva que obligará a las marinas occidentales a cambiar su planificación y a desarrollar nuevas contramedidas”, apuntó el experto HI Sutton en conversaciones con el medio italiano La Repubblica.

La estrategia de Putin “no es un farol”

El pasado 21 de septiembre, en su discurso ante la nación rusa por primera vez desde el comienzo de la guerra en Ucrania el 24 de febrero, Putin advirtió de que la movilización parcial de su población para alistarse en el Ejército, así como sus medidas futuras respecto a la guerrra, “no son un farol”. Un alegato que volvió a poner de relieve la amenaza nuclear de la que Occidente ya está siendo testigo con los primeros movimientos rusos. “Usaremos todos los medios para defendernos (…) No sólo estamos luchando contra neonazis, sino contra todo el despliegue militar occidental”, aseguró. Un discurso que fue el preludio de los hechos por los que ahora la OTAN ha activado todas sus alarmas.

Cabe recordar que, según reveló un estudio de la revista científica Nature Food el pasado mes de agosto, la posibilidad de que se produzca una catástrofe nuclear entre Estados Unidos y Rusia provocaría la muerte de más de 5.000 millones de personas, dejando a su paso una hambruna global sin precedentes.

Rusia recuerda que los lazos entre Ucrania y la OTAN fueron el comienzo del conflicto

Con el escenario actual más candente que nunca, Rusia ha recordado cuál fue la razón que motivo la movilización militar contra Ucrania: “Fue la orientación de Ucrania hacia la OTAN y la confirmación de la futura membresía de Ucrania en la OTAN, lo que se convirtió en una de las razones de la operación militar especial”, ha señalado este lunes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, según recoge la agencia de noticias rusa TASS.

Desde el comienzo de la guerra, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no ha cesado en llamar a la comunidad internacional en una señal de auxilio por su pueblo y, con ello, aumentar su espíritu europeísta y occidental en aras de alejarse de los dictámenes rusos. Este verano, Ucrania consiguió el estatus de candidato a entrar en la Unión Europea, junto con Moldavia y, el viernes pasado, solicitó formalmente y con carácter “urgente” la adhesión a la OTAN. De facto, ya hemos llegado a la Alianza Atlántica. De hecho, ya hemos aprobado la compatibilidad con sus estándares”, señaló en su anuncio.