La Asociación Alemana de Periodistas (DJV) ha tomado la decisión de boicotear al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) de cara a las elecciones regionales que se celebrarán en septiembre en varios estados federados del este del país, donde se espera que la formación obtenga buenos resultados. Esta decisión marca un significativo posicionamiento en el panorama político y mediático de Alemania.
En concreto, la junta directiva de la DJV ha emitido un documento en el que afirma que "no mantendrá discusiones políticas con representantes de partidos o grupos anticonstitucionales", sin importar si estos ostentan cargos electos o no. Además, el organismo ha decidido no enviar representantes a actos promovidos o dirigidos por estos partidos y organizaciones adscritas a los mismos. Aunque esta nueva disposición no es vinculante para los miembros de la asociación, refleja claramente la postura de su directiva y subraya la gravedad con la que perciben las actividades de AfD.
Con esta decisión, los periodistas realizan un esfuerzo significativo por mantener la integridad democrática y constitucional de Alemania al haber decidido no colaborar con partidos que consideran una amenaza para la democracia, estableciendo un precedente en el ámbito del periodismo y la política alemana.
Elecciones en septiembre y el ascenso de AfD
En septiembre, se celebrarán elecciones parlamentarias en los estados federados de Brandeburgo, Sajonia y Turingia. En estas regiones, se espera que AfD obtenga buenos resultados, e incluso compita por la victoria. En Sajonia y Turingia, las delegaciones regionales de AfD han sido clasificadas como grupos de extrema derecha por los servicios de inteligencia, lo cual permite una vigilancia más estricta de sus actividades. A nivel nacional, AfD también está bajo escrutinio por parte de los servicios de inteligencia como un grupo extremista sospechoso.
Las encuestas pronostican que AfD podría obtener más del 30% de los votos en Sajonia, Turingia y Brandeburgo, lo que les convertiría en la primera fuerza política en estas regiones. Tino Chrupalla, copresidente de AfD, ha declarado que el partido finalmente podría “ver salir el sol en la responsabilidad de Gobierno”. AfD aspira a gobernar primero en el este, luego en el oeste y finalmente a nivel federal. Esta declaración refleja la ambición del partido ultra de expandir su influencia política a lo largo de Alemania.
La postura de DJV y el cordón Sanitario
La DJV, que funciona como asociación profesional y sindicato, es una de las mayores organizaciones de medios de comunicación de Alemania, contando con unos 27.000 miembros. La DJV ha decidido mantener un cordón sanitario en contra de AfD, rechazando cualquier tipo de colaboración con el partido. Alemania es uno de los pocos países donde esta estrategia de aislamiento contra la ultraderecha todavía se mantiene firme.
Por ello, Alice Weidel, una de las líderes de AfD, ha descrito como una de las tareas centrales de su mandato “derribar esos cortafuegos inconstitucionales” que los otros partidos utilizan para distanciarse de AfD. Sin embargo, esta postura ha encontrado una fuerte resistencia tanto a nivel nacional como internacional.
A nivel europeo, AfD también se enfrenta al aislamiento. En mayo, el grupo Identidad y Democracia (ID), liderado por la francesa Marine Le Pen, expulsó al partido después de que su cabeza de lista a las elecciones europeas, Maximilian Krah, blanqueara a las SS nazis en una entrevista. Esta expulsión reflejó el rechazo que incluso otras formaciones de extrema derecha sienten hacia AfD debido a sus posiciones extremistas.