Hubo un tiempo en el que Gabriel Rufián, diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), coincidía en buena medida con los dirigentes de Podemos. De hecho, en más de una ocasión, ha tildado de “compañeros” a notables morados tales como Pablo Iglesias y Xavier Domènech (éste último ya retirado de la política). Además, los republicanos y los morados son los partidos que en más ocasiones han votado conjuntamente en el Congreso de los Diputados (según los datos de 2017, votaron en el mismo sentido en el 65,5% de los casos). Pero algo ha cambiado. El idilio ha concluido y parece que la dinamita que no solo ha roto las relaciones, sino que las ha tensado ha sido la negociación por los Presupuestos acordados entre PSOE y Podemos.

En las últimas semanas, Rufián ha interpelado en varias ocasiones a los morados. Durante una de las últimas sesiones de control al Gobierno, el diputado de ERC denunció que “no solo tenemos que aguantar la represión de este Estado sino también los chantajes del Gobierno y de alguna formación política que de facto son sus socios”, haciendo referencia a Podemos. Y es que, los morados han centrado sus esfuerzos y situar el foco sobre ERC. Pablo Iglesias visitó en prisión a Oriol Junqueras y, tras la negativa del partido a votar los PGE si el Gobierno no hacía un gesto relacionado con el juicio del procés, los morados iniciaron una ofensiva que incluyó arremetidas tales como culpar a ERC de oponerse a la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros. Por su parte, el partido independentista se defendió argumentando que esta medida podría ponerse en marcha inmediatamente mediante un real decreto (iniciativa que, finalmente, se aprobó durante el Consejo de Ministros celebrado en Barcelona).

Si bien es cierto que Rufián ha admitido recientemente discrepancias internas sobre el sentido del voto a los Presupuestos, siempre ha abogado por el ‘no’ porque “qué harían ellos [Sánchez e Iglesias] si tuvieran a sus compañeros en la cárcel o en el exilio. No hay partidas presupuestarias suficientes para pagar la dignidad de nuestros compañeros, cuatro de ellos en huelga de hambre".

Pero la tirantez entre Rufián y Podemos no se ha limitado al ámbito de los Presupuestos. El pasado noviembre, durante una sesión de la comisión de investigación sobre el accidente del Alvia, Rufián protagonizó un encontronazo con diputados de En Marea (Unidos Podemos) porque ninguno protestó ante la negativa de la comisión a autorizar la entrada a la eurodiputada del BNG Ana Miranda. Concretamente, el diputado republicano se enfrentó con Antón Gómez Reino, ahora secretario general de Podemos Galicia, a quien acusó de haberle llamado payaso fuera de cámara.

El último capítulo de esta serie de discrepancias subidas de tono ha tenido lugar este miércoles. En una entrevista en eldiario.es, Gabriel Rufián ha asegurado que “no voy a decir quién, pero Podemos nos propuso durante un tiempo la cabeza de Borrell a cambio de nuestro apoyo a los Presupuestos”. Este extremo ha sido negado por el diputado y secretario de Comunicación de Podemos, Juanma del Olmo, quien le ha acusado de “llamar la atención” con “ciencia ficción”.

Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha dicho que "no le consta" dicha oferta pero "si lo dice Rufián me lo creo".

“Dijeron que ellos presionarían para que Sánchez hiciera ese gesto. Les dijimos que ojalá el problema fuera Borrell. Yo no pido la cabeza de ningún ministro ni de ningún representante electo en el Congreso. Ahora bien, que Borrell no esté ocupando un ministerio del Estado siempre es una buena noticia porque es un mentiroso”, insistía Rufián en la mencionada entrevista.

Borrell es uno de los miembros del Gobierno que mayor reticencia despierta en ERC. El propio Rufián le situó como “el ministro más indigno”. De hecho, dicha acusación cristalizó en una escena que ya forma parte de la historia del parlamentarismo español. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, expulsó a Rufián del hemiciclo y, junto a él, todo el grupo parlamentario abandonó la sala. En este punto, el ministro de Exteriores acusó a uno de los diputados de haberle escupido.

Concretamente, el acusado fue Jordi Salvador, quien negó categóricamente haberle escupido. “Es absolutamente mentira. Te juro por mi vida que yo no he escupido a nadie. Puedes mirar las imágenes a cámara lenta. Puedes poner la mano en el fuego. No se me pasa por la cabeza…”, explicó a ElPlural.com. Y en efecto, las imágenes posteriores, así como los testimonios de miembros de la bancada socialista evidencian que el esputo no se produjo.

Para Rufián, Podemos se ha “domesticado”

En una entrevista en ElPlural.com, llegó a afirmar que Podemos “poco a poco se ha domesticado”.

“La cúpula, yo lo que he visto, y lo digo conocimiento de causa, es gente que llegó con muchas ganas, que cada día querían montar un… ¿No? Para que la gente supiera cómo funcionaba esto. Y poco a poco, se han domesticado. Y yo lo percibo porque yo lucho contra eso porque esto está montado [el Congreso] para que te portes bien de forma constante. Porque si te portas bien el periodista de turno te trata bien, el ministro de turno te trata bien... Todo el mundo te trata mejor. Cuando le dices gánster a un gánster ya sabes lo que va a venir. O si te llaman golpista y tú le dices fascista, ya sabes lo que va a venir, pero es que lo tienes que hacer, bajo mi punto de vista. 

Aquí, según qué líderes de Podemos que están todo el día dándonos lecciones desde el atril, pues bueno... El reflejo es el otro día, se me ocurre, en la comisión de investigación del tren de Galicia cuando ERC, en una comisión de Galicia con una eurodiputada de Galicia, interpelamos a diputados de Podemos gallegos que están todo el día diciendo que qué pasa, les dijimos que qué opinan de que esa señora la estén vetando. Y la respuesta era, pues un poco lo que hay...”, aseguró.

Eso sí, matizó que “yo siempre hago una distinción muy bestia entre la cúpula y la militancia de Podemos Yo este sábado estuve en una mani aquí en Madrid extraordinaria. Había para según quién poca gente, pero me parecía que tenías que tener mucho valor para estar en el centro de Madrid frente a la Audiencia Nacional, siendo de Madrid, defendiendo los derechos civiles de todos porque no hace falta ser indepe para estar allí. Y es que no había nadie de los líderes de Podemos. Estaban aquí dándonos lecciones todavía. En cambio, sí que había simpatizantes de Podemos”.