El debate monográfico sobre la financiación singular de Cataluña evidencia la fractura en el otrora granítico bloque catalán. Junts y Esquerra Republicana (ERC) han trasladado a la Carrera de San Jerónimo el campo de batalla catalán. Los portavoces de sendos grupos han cruzado reproches en el Hemiciclo a costa de sus aproximaciones al Gobierno central. Mientras los neoconvergentes cuestionaban las bondades del futuro mecanismo fiscal autonómico, los republicanos contrarrestaban las críticas al recordar que es una reivindicación histórica de los de Carles Puigdemont.

El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, abría fuego en primer término aludiendo a la oposición de Junts a la singularidad catalana. Tiñendo su intervención de cierto asombro, echaba en cara a los postconvergentes que ahora desdeñen lo que siempre ha sido una de sus reivindicaciones históricas. Por su parte, la formación de Carles Puigdemont defendía su rechazo al considerarlo un mecanismo poco equiparable al concierto fiscal que rige en el País Vasco.

Rufián entiende que lo no le gusta a Junts de la controvertida financiación singular es que es fruto de la “negociación” de su partido. ERC lo puso como línea roja para investir a Salvador Illa como president de la Generalitat, mientras los neoconvergentes se enredaban en el camino de Puigdemont hacia su restitución como única salida. El portavoz republicano en Madrid ha deslizado que, si a sus antiguos socios de Gobierno en Cataluña les interesara “tanto” la financiación de su región, no pondrían objeciones al acuerdo firmado con el PSC.

La totalidad de su discurso se ha orientado a blindar a ERC de los ataques perennes de la derecha catalana. En concreto de la acusación que vierten los neoconvergentes de que sustentan al PSOE “a cambio de nada”. Así, ha lamentado que utilicen la “enorme potencia mediática de sus voceros” para calificar a la izquierda catalana como “pagafantas” del Estado español. “Rompan con la idea de que ERC vota a favor de cosas a cambio de nada”, reclamaba el dirigente republicano, mientras precisaba que han votado a favor del 89% de medidas del Ejecutivo tras “negociarlo todo”. En cambio, los de Puigdemont, continuaba el portavoz, han dado su ‘sí’ al 86% de las iniciativas de la coalición “sin negociar”.

En suma, Rufián ha respaldado el acuerdo de investidura de Salvador Illa, situándolo como el “reflejo” de que las cosas se pueden conseguir y que al PSOE “se le puede obligar a mejorar” la situación. “No pretendemos que nadie tenga menos de lo que merece, esto no va contra nadie”, enfatizaba.

Acuerdos "a cambio de nada"

Las demandas de Rufián, sin embargo, cayeron en saco roto para sus adversarios catalanes. El diputado de Junts Josep Maria Cruiset ha tirado de hemeroteca para atacar a diversos dirigentes de Esquerra, incluyendo a Marta Rovira y Oriol Junqueras; pero también del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El neoconvergente subrayaba los acuerdos que todos anunciaron en el pasado “a bombo y platillo” y que, sin embargo, no se han cumplido o se han quedado a medio camino.

"Anunciaron una mesa de diálogo para buscar soluciones al conflicto político y después someterlo a votación en Cataluña. Se reunió tres veces en cuatro años, no se solucionó ni se sometió nada a consulta ciudadana... Eso sí, el PSOE consiguió la aprobación de los Presupuestos de 2021 y 2022, a cambio de nada", ha enfatizado. Ocurrió lo mismo, según ha verbalizado, con el anunciado "traspaso integral de Cercanías" porque "ni es integral ni es un traspaso". "Dieron estabilidad a una legislatura a cambio de nada", ha reiterado, recordando también otros asuntos como la condonación del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), el traspaso de las becas universitarias.

"El tiempo y muchas veces los ciudadanos acaban colocando a todo el mundo en su sitio a través de las urnas", ha matizado Cruiset, antes de arremeter contra el acuerdo sobre la financiación específica para Cataluña ya que, desde su punto de vista, 59 días después de su firma, ya está bastante claro "por donde va la realidad". En este sentido, enfatizaba que ha sido el propio Ejecutivo central el que indicaba que deberá nacer de un acuerdo con todas las comunidades. En otras palabras, que todas las que lo deseen podrán tener esa financiación especial. "Por tanto, nada de singular", remató, quejándose también de que el Ejecutivo quiera cerrar primero los Presupuestos para 2025 relegando la concreción de lo pactado con ERC.

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